La Junta exige una indemnización por la marcha atrás de las Atarazanas

La Junta de Andalucía no dará su brazo a torcer en el pulso que mantiene con La Caixa tras la renuncia de ésta a seguir adelante con la ubicación en las Atarazanas de Sevilla de un Caixafórum. El Consejero de Cultura, Luciano Alonso, tras mantener este miércoles una reunión con los responsables de la entidad financiera catalana, dio por enterrado definitivamente el proyecto, pero dejó claras dos cosas: que pedirá una indemnización por el "incumplimiento del compromiso adquirido con los ciudadanos de Sevilla y con Andalucía", y que si La Caixa no accede a esta pretensión pondrá el caso en mano de los tribunales.

La Junta de Andalucía, que cedió el monumento a La Caixa durante 75 años para desarrollar el proyecto diseñado por Guillermo Vázquez Consuegra, ya ha dado órdenes a sus servicios jurídicos con el fin de que inicie el procedimiento para la extinción de la concesión y para que calcule qué cantidad económica se debe exigir a la entidad por su renuncia. "En cualquier caso, dicha indemnización será proporcional al compromiso firmado, 20 millones por la rehabilitación y cuatro millones de canon anual durante 75 años. También debe ser proporcional al daño efectuado por su renuncia", dijo Luciano Alonso, quien aseguró tajante que "la valoración económica del daño no la puede hacer quien renuncia o incumple con Sevilla y con Andalucía", en clara referencia a La Caixa, "sino que la tiene que hacer la Consejería de Cultura dentro de la más estricta legalidad" (en concreto, conforme al reglamento de la Ley del Patrimonio de Andalucía).

Aunque Alonso reconoció que "no tienen todavía una cifra aproximada" de a cuánto podría ascender esta indemnización, sí aseguró que el cálculo "se hará con la mayor diligencia posible. Hasta esta mañana he mantenido, ilusamente, la esperanza de que esto se podría arreglar".

Aunque Luciano Alonso no hizo mención durante su comparecencia a si devolverá la garantía de 750.000 euros depositada por La Caixa cuando firmó el convenio de cesión (y que ahora reclama), fuentes de la Consejería de Cultura aseguraron a este periódico que "ese asunto se dejará para el final".

El consejero de Cultura recordó que el bien objeto de la concesión, las Atarazanas, sigue estando en posesión de La Caixa hasta la extinción del contrato, algo que todavía no ha sucedido. "Una vez que comprobemos en qué estado recibimos el bien decidiremos cómo vamos a poner nuevamente este patrimonio en servicio de los ciudadanos de Sevilla", aseguró en una solapada alusión a las presiones recibidas por parte del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, para que se defina cuanto antes un proyecto alternativo para estos antiguos astilleros del siglo XIII, un edificio único en Europa.

Alonso mostró su agradecimiento por "el extraordinario apoyo" que ha recibido el Gobierno andaluz del Pleno del Ayuntamiento, así como de la "gente de la Cultura, los profesionales del turismo, los arquitectos y la gran mayoría de los sevillanos".