Sevilla

Largas colas en el Alcázar por los exhaustivos controles a la entrada

  • Los guías denuncian falta de personal mientras que desde el Ayuntamiento se aduce a la gran asistencia del mes de octubre y asegura que ha sido una circunstancia puntual

Largas colas para entrar en el Alcázar este miércoles.

Largas colas para entrar en el Alcázar este miércoles. / M. G.

Largas colas para acceder al monumento. Los visitantes que acuden al Real Alcázar han visto cómo en los últimos días han tenido que aguardar mucho tiempo ante la Puerta del León antes de entrar. Según han denunciado algunos guías turísticos a este periódico, estas esperas se deben a los excesivos controles que se han puesto en marcha recientemente, que antes eran más laxos, y a la falta de personal para llevarlos a cabo.

Uno de los males que arrastraba el Real Alcázar eran las grandes colas que se formaban a las puertas del monumento para acceder. Para acabar con ellas, el Ayuntamiento trasladó las taquillas a un local del Patio de Banderas, dejando la Puerta del León sólo como entrada al recinto. Además, en este caso para acabar con la reventa y el acopio de entradas por parte de touroperadores, se pusieron las entradas nominativas y con una hora específica para el acceso.

En las últimas jornadas se han vuelto a registrar grandes colas de turistas ante la Puerta del León. Según han señalado varios guías a este periódico, esta circunstancia se debe a que desde el monumento se está comprobando con mayor celo la identificación de los visitantes para que cada turista entre con su entrada, lo que provoca esperas para entrar de hasta una hora. Además, denuncian que se les ha advertido que lleven la entrada impresa, cuando en la página web se explica que ésta puede presentarse tanto en formato papel como a través de un dispositivo móvil. Esta nueva manera de proceder ha sorprendido a los guías.

Un guía con su grupo aguarda para entrar en el Alcázar. Un guía con su grupo aguarda para entrar en el Alcázar.

Un guía con su grupo aguarda para entrar en el Alcázar. / M. G.

Fuentes municipales han señalado, por su parte, que se ha tratado de un problema puntual. Desde hace un par de un par de años las entradas son nominativas, es decir, llevan impreso el nombre y los apellidos de la persona que vaya a entrar, y se comprueban en el acceso para evitar reventa o acumulación por parte de touroperadores, como ha sucedido en más de una ocasión. Para agilizar en la medida de lo posible la entrada, el personal del Alcázar se adelanta y dice a las personas que aguardan que vaya sacando su entrada (física o en el móvil) y la documentación acreditativa.

Desde el Ayuntamiento se subraya que el celo para comprobar el nombre es debido a los problemas con la reventa y que se ha comprobado que hay amplios grupos comprados a un mismo nombre. Además, recuerdan que las colas no son extrañas debido a la gran afluencia de público que se produce en octubre, que desde hace varios años es el mes con mayor número de visitantes. En cuanto a las medidas de seguridad, hay que pasar por un arco y un escáner, éstas son obligatorias, y contarían con el personal suficiente que se reforzó con el nuevo contrato de seguridad, aumentando el número de vigilantes.

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