Calle Rioja
Francisco Correal
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Una reforma legal que el comercio sevillano impulsó hace ya casi dos años permitirá por fin luchar contra la reincidencia de los delincuentes, que será castigada con mucha más dureza que hasta ahora. Los comerciantes esperan así reducir considerablemente el número de robos que sufren a diario, especialmente los hurtos. Este tipo de delitos se habían convertido en los últimos años en uno de los principales problemas de seguridad para el comercio, pues los ladrones eran detenidos continuamente pero salían en libertad y volvían a reincidir una y otra vez sin que entrasen nunca en prisión por ello.
La modificación del Código Penal en relación con la multirreincidencia en el hurto entra en vigor este lunes, después de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 29 de julio. A partir de ahora, la ley castigará con más dureza a aquellos delincuentes que hayan sido condenados en tres ocasiones anteriores, aunque se trate de delitos de carácter leve. De esta forma, mientras que una condena por hurto supone una pena de uno a tres meses, para un reincidente esta pena será de seis a 18 meses de cárcel. Para ello, el montante acumulado de lo robado ha de superar el valor de los 400 euros.
Con esta reforma del Código Penal, los comerciantes esperan una reducción considerable del número de hurtos que sufren. En el momento en que haya tres condenas acumuladas, algo muy habitual entre las personas que se dedican a estos robos, los empresarios esperan que los delincuentes ingresen en prisión y se frene la actividad delictiva.
Este cambio es consecuencia de un largo proceso que inició en Sevilla la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA) en el año 2020. Ambos sectores son de los más afectados por los hurtos. Esta entidad, encuadrada dentro de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), llevó el caso a la Dirección General de Comercio de la Junta, que creó una mesa por el comercio seguro. Después, a través de la Comisión de Competitividad, Comercio y Consumo (conocida como C4) de la CEOE, el asunto fue tratado con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo hasta conseguir esta reforma del Código Penal.
Los comerciantes detectaron un fuerte incremento de los hurtos a partir del año 2017. Hasta entonces, una reforma legal que tuvo lugar en el año 2015 mantuvo a raya estos delitos. Esta modificación del Código Penal preveía que la comisión de cuatro faltas en menos de un año se transformaba en delito e introdujo un tipo agravado aplicable a la multirreincidencia. "Aunque el problema del hurto no se vio plenamente resuelto, los resultados fueron muy positivos al recuperarse la confianza en las herramientas jurídicas que el sistema aportaba", explicó en su día el secretario general técnico de CAEA, Álvaro González Zafra.
Sin embargo, "hubo dos sentencias del Tribunal Supremo en 2017 en las que se considera que el hurto es derecho penal de autor y, por tanto, se debe castigar igual el primer hurto que los siguientes hasta un número indeterminado". Esto tuvo como consecuencia que las sentencias para hurtos reincidentes se limitasen al pago de multas, que raramente se hacían efectivas, y que el ritmo de denuncias se mantuviera en torno a las 700.000 al año en toda España (más de 26.000 hurtos se denunciaron en Sevilla en 2019) sin que tengan consecuencias para los delincuentes, dado que sólo 70.000 juicios llegaron a celebrarse (es decir, sólo el 10%) y sólo en 7.000 casos llegara a pagarse la multa económica (sólo el 1%).
Con la reforma que entra en vigor este lunes, los comerciantes esperan que se produzca un efecto disuasorio y se reduzca considerablemente el número de hurtos. González Zafra se mostró muy satisfecho con la modificación legal y agradeció su implicación a todos los entes y organizaciones que la han hecho posible. Igual de positivo es el gerente de Aromas, Rafael González, la cadena de perfumerías sevillanas que ha sufrido los robos con gran intensidad en los últimos años, y que también es miembro de CAEA y ha respaldado la iniciativa para la reforma legal.
Sólo en los sectores de la alimentación y las perfumerías, los delitos suponen unas pérdidas de 1.800 millones de euros anuales, lo que suponen casi un 1% (0,82%) de las ventas. "Esto repercute negativamente en las empresas y también en los ciudadanos a través de pérdida de empleo, inseguridad y alza de precios", recordó el representante de la patronal. Por categorías de productos, los hurtos y robos se centran principalmente en los de mayor valor, como son las bebidas alcohólicas, los cárnicos ibéricos, cosmética, cremas, maquillaje y perfumería.
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