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Oración de los barrios con más paro

Solidaridad Gesto cristiano en la Cuaresma

Doscientas personas de 49 parroquias de la periferia de Sevilla, las más castigadas por el desempleo, denuncian el problema y proponen soluciones · Un párroco joven de Amate lidera la movilización vecinal

Jonatan y otros parados, ante la Iglesia del Salvador, sostienen la pancarta de la que cuelgan los nombres de decenas de desempleados.
Ana S. Ameneiro

13 de marzo 2010 - 05:03

Las 49 parroquias de la periferia de Sevilla, todas desde Bellavista a La Corza, y desde el Polígono Norte y Sur hasta Torreblanca, Amate y Los Pajaritos, se desplazaron ayer al centro de la ciudad para dedicar dos horas de oración y una marcha reivindicativa a los más de 220.000 parados de la provincia de Sevilla.

Que el desempleo es una realidad sangrante en los barrios más poblados y alejados del casco se vio ayer con claridad cuando los 200 asistentes a este acto solidario, entre ellos varios inmigrantes del África negra que viven en Los Pajaritos, apuntaron los nombres de parados que conocen en papeles adhesivos: formaron colas interminables para colocarlos sobre la pancarta que encabezó la marcha final a la Plaza Nueva.

La Iglesia del Salvador fue el escenario del gesto de solidaridad que se dedica cada año en la Cuaresma al tema social que más preocupa a las familias y fue organizado por la vicaría de zona (Sevilla 2) que dirige Alfonso Muruve y por tres párrocos de las zonas más afectadas, entre ellos el de Santa Teresa, Sergio Gómez.

Los asistentes escucharon en primera persona los testimonios de una madre soltera con tres hijos de la parroquia de Santa Teresa, en Amate, y de un joven de 28 años de la avenida de la Paz. La experiencia de un inmigrante de Los Pajaritos tuvo que suspenderse por un imprevisto. En representación de todas las madres paradas, Elizabeth Vázquez relató que busca trabajo donde sea desde que la despidió su empresa de limpieza con un embarazo de tres meses de su tercer hijo (ahora tiene un año), y que Cáritas le ayuda con las charlas en la escuela de madres sobre cómo buscar empleo. Vive con sus padres.

En nombre de los jóvenes, Jonatan, el menor de tres hermanos del Polígono Sur, explicó que lleva dos años parado con una formación de carpintería en Forja XXI y años de experiencia como soldador. "Las fuerzas se me están agotando. Me encuentro todas las puertas cerradas. El paro me ha parado la vida y no puedo independizarme", lamentó antes de añadir que conserva la esperanza de volver a trabajar en lo que sea. Los dos encabezaron la pancarta.

El párroco de La Corza, Ángel Failde, llevó la ceremonia con su cálida voz en off y destacó que la Iglesia no es ajena ni al paro ni a la precariedad laboral. La ayuda se presta a través de Cáritas y de la Fundación Cardenal Spínola con recursos como el Centro Integral de Empleo de calle Don Remondo, el pretaller de FP de mujeres del Polígono Navisa y el proyecto de FPO para jóvenes de 15 a 24 años de Perafán de Ribera. En 2009 lograron que casi 500 personas lograran un empleo de las más de 1.600 atendidas por estos servicios.

Tras una hora de reflexión, los representantes de las 49 parroquias de los barrios caminaron hasta la Plaza Nueva para leer un manifiesto de denuncia de la situación de desempleo que está llevando a muchas familias a "vivir en los márgenes de la sociedad" porque el paro es un mal social, un drama humano que también origina otros muchos conflictos personales.

Los asistentes pidieron que no se silencie la situación de los que no llegan a un mínimo de bienestar y que se actúe aprovechando la grave crisis como "una oportunidad de hacer una sociedad más justa", en clave cristiana.

Proponen tres respuestas contra el desempleo con humildad. El primero, acompañar y ayudar a las víctimas de la crisis y a sus familias para que puedan defender sus derechos y mejoren sus condiciones de vida. El segundo, optar por un estilo de vida más austero y revisar los pluriempleos, el trabajo sumergido, el consumismo... Y tercero, pedir a los gestores de lo público que tomen decisiones sabias, por el bien común, y no a corto plazo ni populacheras.

Como propuestas concretas a los gobernantes: una reforma laboral basada en reducir el tiempo de trabajo para repartir el empleo, elevar el salario mínimo interprofesional para evitar trabajadores pobres y poner límites a "las ganancias desmesuradas de directivos empresariales, políticos, deportistas de élite y famosos...". También una política de inmigración digna y medidas de apoyo a la formación profesional y al empleo de los colectivos más desfavorecidos. Dos horas de oración para la esperanza.

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