Tribuna de Opinión
La oportunidad para Sevilla: movilidad y flexibilidad, fiel a su esencia
Sevilla
Todos los días está en la Capilla Real, muy cerca de su querida Virgen de los Reyes, la devoción que dejó en Sevilla. Su urna plateada y barroca, obra de Laureano de Pina, solo se abre el 30 de mayo y el 22 de agosto, el día de su fallecimiento. Hace ya cinco años que el 30 de mayo no es festivo, el santo protector de Sevilla perdió su día por la Feria. A pesar de ser un día laborable, el goteo de personas que se acercan a la urna descubierta es continuo. Hay sevillanos, pero también turistas que preguntan quién es la figura que se ve a través de los cristales y por qué está ahí.
Algunos de ellos, se interesan por la procesión de personas que atraviesan las naves de la Catedral. Sobre todo, por los que llevan "capas brillantes" y los dos "romanos raros" que acompañan a "mucha gente elegantemente vestida". En inglés, alguien le explica que son los canónigos que acompañan al arzobispo y los policías locales con el uniforme de gala y las personas elegantemente vestidas son concejales del Ayuntamiento, miembros de la Orden de San Clemente y San Fernando y miembros del Cabildo de Alfonso X y de la casa de Castilla y León. Esta última parte les cuesta más trabajo entenderla. Las órdenes y cabildos no son muy habituales en Estados Unidos.
Mientras, la procesión llega hasta el Altar Mayor y comienza la misa en honor del "caballero de Dios", como el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses ha llamado a San Fernando. "Con una entrega total en el gobierno siempre al servicio de Santa María, de quien se sentía siervo", apuntó el arzobispo durante la homilia. En los bancos del Altar Mayor, una docena de concejales. En el primer banco, Cristina Peláez, Miguel Ángel Aumesquet, Juan de la Rosa, Francisco Páez y Juan Carlos Cabrera. El siguiente 30 de mayo la composición de ese banco será diferente.
Monseñor Saiz Meneses ha destacado del santo rey el espíritu de oración y confianza en Dios, su compromiso con la tarea encomendada. "Era laico y gobernante, le tocó vivir situaciones complejas y en esas circunstancias aplicar una visión sobrenatural no es tan sencillo". Pero sobre todo, el arzobispo se centró en la "magnanimidad" de Fernando III en la conquista de la ciudad, de la que se cumplirán 775 años el próximo 23 de noviembre, siendo "constructor de paz".
A pesar de que es un día laborable, la fiesta de San Fernando sigue estando entre los ritos íntimos de la ciudad de Sevilla como el día de la Virgen de los Reyes o la mañana del Corpus que sorprenden a los turistas que visitan en esos momentos el centro de la ciudad. Si no que le pregunten a la familia de italianos que se encontró con un desfile del Cuerpo de Ingenieros desde la plaza del Triunfo hasta la puerta de Palos para asistir a la misa en honor del santo rey, que también es el protector de ese cuerpo del ejército.
Para el Cabildo Catedral este es un 30 de mayo especial. Son 775 años desde que Fernando III de Castilla, el rey santo, restituyó el culto cristiano en Sevilla. La otra gran devoción dejada en Sevilla, la Virgen de Valme, formará parte de la procesión extraordinaria del 25 de noviembre por el entorno de la Catedral y en la también estará la imagen del patrón de Sevilla, obra de Pedro Roldán, que procesiona anualmente en la festividad del Corpus Christi. El itinerario se basará en el que cada año recorre la Virgen de los Reyes el 15 de agosto, por las gradas bajas de la Catedral, aunque con algunas modificaciones.
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