En el mes de la guerra de Ucrania, la desbocada subida de los precios y la huelga de transportistas, la provincia de Sevilla registra un comportamiento en lo laboral con luces y sombras. Marzo suele ser un buen mes para el empleo por el comienzo de la temporada de primavera y éste no ha sido especialmente malo dadas las circunstancias mencionadas arriba, pero ya empieza a haber signos quizás no para la alarma pero sí para la alerta.

La creación de empleo, por ejemplo, continúa. La provincia suma 2.175 afiliados medios más a la Seguridad Social y eso le sirve para volver a superar los 770.000 trabajadores (771.190), un hito que ya había alcanzado a final de año incluso batiendo el récord total. Pero a partir de ahí ya los matices son más negativos. La cifra de nuevos cotizantes es menor que la de marzo de 2021 (hubo entonces 2.601 afiliados más), cuando no había expectativa de Semana Santa y había restricciones en el ocio por la pandemia. Y estamos ante el peor dato desde 2014 si exceptuamos marzo de 2018 (cuando se concentró toda la creación de empleo en abril) y el mismo mes de 2020, cuando irrumpió el coronavirus. Lo normal, hasta precisamente 2020, era superar los 4.000 nuevos afiliados en marzo.

Evolución del paro en Sevilla

Esta menor generación de puestos de trabajo que otros años se traduce en que la demanda supera a la oferta y, por tanto, el paro sube. Efectivamente, Sevilla contabiliza 1.199 parados más (hasta 191.422) en la que es la primera subida del desempleo en un mes de marzo desde 2012, siempre obviando el fatídico 2020. Es un dato bastante malo, sin paliativos, y en gran medida se debe al muy mal comportamiento de la construcción, con 1.299 desempleados más, más que todo el conjunto de la provincia. Es evidente que el parón de las obras por la crisis de suministros y la huelga del transporte se ha traducido en pérdida de empleo.

Sevilla es, además, una de las provincias que evoluciona peor en el indicador del paro. Es la tercera provincia donde más sube tras Córdoba y Almería, y en estos dos casos está el atenuante de las oscilaciones del trabajo agrario.

Bajan los trabajadores en ERTE

Pese al convulso mes de febrero los trabajadores en ERTE han disminuido en Sevilla en un mes. A último día de mes de marzo, hay 2.842 trabajadores en esta situación en Sevilla, 827 menos que en el cierre de febrero. De ellos, la mayoría, 1.568, trabajan a tiempo parcial. De lo que la estadística de la Seguridad Social no ofrece datos es de las prestaciones para autónomos por cese de actividad, después de que el 28 de febrero expiraran las vinculadas al Covid y se sustituyeran por un nuevo sistema. A fecha de febrero había 6.170 autónomos que tenían mermado su trabajo total o parcialmente.

Sube la contratación indefinida

La contratación indefinida, por otro lado, sigue disparada. Se firman en Sevilla en marzo 17.330 contratos fijos, un 110% más que en el mismo mes del año pasado, récord histórico absoluto y el 21% del total en el mes de marzo. Esta dinámica se debe, sobre todo, a la reforma laboral, que elimina el contrato de obra y servicio (que estaba muy generalizado) y generaliza el fijo discontinuo. Su aplicación en lo que a contratos de refiere comenzó el 1 de abril, pero las empresas ya se han ido anticipando en los últimos meses. La vuelta del calcetín es tal que el número de contratos temporales incluso baja levemente respecto al año pasado, pese a que la pandemia remite y hay una Semana Santa a las puertas.

Buena evolución anual (pero peor que la media)

La fotografía del paro y la afiliación en un plazo de un año deja ver que Sevilla evoluciona bien, con una fuerte caída del desempleo respecto a marzo de 2021, de 37.567 personas, y un importante repunte del empleo, de 33.756. Sin embargo, tanto en un caso como en otro la evolución es levemente peor que la Española e incluso que la andaluza, lo que indica que Sevilla a duras penas logra ir en la media y queda algo rezagada.