Viera nombrará a Carrillo portavoz del PSOE local
L Crisis en el gobierno municipal de Sevilla
El secretario provincial del PSOE responde al plante del alcalde y de los ediles críticos con la propuesta de que el ex delegado de Urbanismo y Alberto Moriña, éste como adjunto, dirijan el grupo municipal con dedicación exclusiva
El plante que el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y sus nueve concejales afines -siete electos y dos más sin derecho a voto- dieron ayer al secretario provincial del PSOE, José Antonio Viera, al no acudir a la convocatoria oficial que éste último realizó al grupo municipal socialista fue respondido de modo contundente por la dirección del partido: la Ejecutiva provincial del PSOE, reunida ayer por la tarde, aprobó nombrar al ex delegado de Urbanismo, Emilio Carrillo, nuevo portavoz del grupo municipal en la capital en sustitución del crítico Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, una decisión que emana del aparato socialista y que debía haber sido puesta en conocimiento de Monteseirín si el regidor no hubiera faltado a la cita.
El pulso entre ambas facciones se recrudeció ayer hasta tal extremo que derivó en el desencuentro de los interlocutores de uno y otro bando, por lo que Viera optó por forzar una propuesta de la dirección colegiada del partido para hacerse con el control del grupo municipal socialista "dentro de las competencias marcadas en los estatutos del PSOE". O lo que es lo mismo, el alcalde tiene la misma autonomía para remodelar su gobierno sin consensuar los cambios con el partido que éste para nombrar la dirección y portavocía del grupo municipal socialista, aún sin el acuerdo de Monteseirín.
Viera rescatará a Carrillo como portavoz y a Alberto Moriña como su adjunto y liberará a ambos de responsabilidades en el gobierno local, si bien ambos conservarán su acta de concejal. El mandatario provincial aduce, según fuentes del partido, que ambos son miembros de ejecutivas del PSOE -Carrillo de la regional y Moriña de la provincial-, responsabilidades que sumadas a las que tendrán ahora hacen necesario que tengan dedicación exclusiva y estén liberados. El ex delegado de Urbanismo esquivará así la decisión de Monteseirín de situarlo al frente de la Delegación de Recursos Humanos, un nombramiento interpretado como un castigo y al que se había opuesto el concejal. Es más, el propio Carrillo confirmó ayer a este periódico que en su caso no hubo "ni negociación ni conversación" con el alcalde referente a su reubicación en Personal. "Tuve una llamada de Alcaldía para comunicarme mi nueva competencia una vez que el decreto estaba ya firmado. No sólo me ocurrió a mí; otros concejales, anoche mismo, desconocían cuáles eran sus nuevas responsabilidades de gobierno", se lamentó Carrillo.
Esta propuesta, avalada no sólo por Viera sino por toda la dirección del partido provincial, obligará al alcalde a redactar un nuevo decreto para remodelar otra vez el gobierno y reasignar las concejalías de Recursos Humanos y de Patrimonio y Contratación, estas dos delegadas en Moriña.
Aunque la propuesta de nombramiento de Carrillo y Moriña al frente del grupo municipal socialista es oficial, Viera quiere someterla a consulta de los capitulares electos del PSOE en Plaza Nueva, para lo que ha convocado una nueva reunión, que deberá celebrarse a principios de la próxima semana, antes de su ratificación formal.
Monteseirín y el sector crítico -sus siete concejales electos son Gómez de Celis, Francisco Fernández, Nieves Hernández, Rosamar Prieto, Encarna Martínez, Alfonso Mir y Eva Patricia Bueno- medirán entonces sus fuerzas con la corriente oficialista, conformada por los ediles Carrillo, Martínez Troncoso, Esther Gil, Teresa Florido, Alberto Moriña, Joaquín Díaz y Dolores Rodríguez. Ocho renovadores contra siete vieristas. En cualquier caso, la pretensión de la Ejecutiva provincial es dar conocimiento al gobierno de la propuesta de dirección del grupo municipal, no someterla a votación. Aun en el supuesto de que el sector crítico obligue a votar el acuerdo, el resultado no será vinculante, y quedará escenificada no ya la división, sino la fractura del grupo, lo que obligará a que intervenga el partido.
Tanto Celis como otros concejales insinuaron que recurrirán la propuesta ante la Ejecutiva regional y en última instancia ante la federal, lo que no arredra al órgano provincial. Las declaraciones del vicesecretario del PSOE-A, Luis Pizarro, ayer, dan la pista: "Monteseirín está legitimado para remodelar su gobierno aunque no les guste a los concejales". El alcalde, pues, tiene tanta autonomía en su gobierno como el partido en el grupo municipal.
¿Tanto significa tener el control del grupo municipal? Celis espetó ayer que no -"es más una cuestión de gestos y de exigencias enmarcado en un pulso de poder", consideró-. Los vieristas, en cambio, no piensan igual. La dirección del grupo municipal es la llave para llegar a las once agrupaciones socialistas existentes en Sevilla capital que celebran sus asambleas el próximo mes de octubre . Esos foros, con todo, serán decisivos para conformar, dentro de seis meses, las ejecutivas municipales que persigue el sector crítico liderado por Monteseirín: La escisión definitiva de la corriente local de la provincial para arrogarse las competencias de designación del candidato a alcalde y la candidatura. Un PSOE paralelo, como la oficina que Gómez de Celis abrió en Plaza Nueva con motivo de las últimas municipales.
Ésos son los ánimos que subyacen en ambos flancos de la dividida familia socialista sevillana, un enfrentamiento que ayer sumó un nuevo capítulo hasta el extremo de agudizar la crisis al límite.El plante de los críticos no fue una sorpresa, en cualquier caso. Ya por la mañana, durante la celebración del Pleno municipal en el que el secretario general del Ayuntamiento dio cuenta escuetamente del decreto del alcalde de remodelación del gobierno, los propios concejales alineados con Monteseirín fueron apeándose de la convocatoria. Celis tenía planificado un viaje personal, el alcalde adujo que tenía bodas...
In extremis, ambos bandos intentaron camuflar la evidencia de un plante bajo la apariencia de una desconvocatoria aduciendo problemas de agenda del regidor. Como prueba, un SMS remitido por el PSOE de Sevilla a las 14:25 a los ediles socialistas alertando del aplazamiento de la reunión para la próxima semana. Finalmente, Viera convocó anoche al alcalde y a los ediles socialistas el próximo lunes a las 19:00, una hora antes de que se celebre una reunión extraordinaria de la Ejecutiva provincial para refrendar los acuerdos adoptados en la reunión previa.
Ni un crítico acudió ayer a la sede provisional del PSOE en Triana. Sí lo hicieron, en cambio, los siete concejales oficialistas, con Carrillo a la cabeza. Todos ellos mantuvieron una prolongada reunión con Viera que hizo que los miembros de la dirección colegiada del partido -entre los que se cuenta Carmelo Gómez, el edil defenestrado por Monteseirín en su primer mandato por falta de confianza- tuviesen que esperar en los pasillos de la sede y en los veladores de los bares del entorno.
Sus conversaciones lo decían todo. Hablaban de la necesidad de extirpar de modo inmediato un cáncer en el partido con metástasis en Plaza Nueva. Eso, o aguardar a una solución drástica a tres años vista para atajar la crisis que pasa por que el PSOE incluso pueda perder las próximas elecciones municipales. Así de rotundo, según las bases.
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