Sevilla figura entre las ciudades andaluzas más baratas en el impuesto municipal de vehículos en 2024 y entre las que han bajado la fiscalidad. Así consta en el informe de asociación de defensa del conductor Automovilistas Europeos Asociados (AEA) sobre las diferencias de fiscalidad que existen en los municipios españoles respecto del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM).

La asociación de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) lamenta que los ayuntamientos españoles no renuncien a los cuantiosos ingresos que genera el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), en torno a los 4.000 millones de euros cada año, a pesar de las medidas medioambientales decretadas contra el uso del automóvil.

Los titulares de cualquier vehículo a motor (desde un ciclomotor hasta un camión de gran tonelaje) están obligados a pagar este impuesto por el hecho de tenerlo dado de alta en Tráfico, circulen o no con ellos. En España suman 37,8 millones de automovilistas.

De las 52 capitales de provincia A Coruña, Logroño, Murcia, Bilbao y San Sebastián han subido este año las tarifas para los turismos, mientras que Córdoba, Sevilla, Zaragoza, Segovia y Valencia las han bajado.El resto de capitales las han mantenido, ya que en 8 capitales ya se cobraba desde hace años el máximo permitido por la ley.

Las categorías fiscales con tarifas más bajas en Sevilla son las de los vehículos con hasta 8 caballos de potencia fiscal, donde la capital andaluza es, junto a Córdoba, la que tiene la segunda tarifa más barata de Andalucía: 21,45 euros. La más barata corresponde a Jaén (17,67).

Sevilla también destaca por los bajos precios del sellito de las motos cuyas cilindradas no sobrepasan los 499 cc. Por lo que respecta a ciclomotores, Sevilla es la que tiene el impuesto más bajo de Andalucía, con 5,92 euros. Le siguen Córdoba y Jaén, con 6 y 6,19 euros respectivamente. En las motos con hasta 125 cc, la ciudad sevillana vuelve a ser la más barata de las andaluzas, con 5,92 euros.

De 125 a 249 cc, Sevilla es la segunda más barata, con 13,63 euros, solo superada por Jaén (12,11 euros). De 250 a 499 cc, Sevilla es igualmente la segunda ciudad con el impuesto de circulación más bajo, con 27,12 euros, mientras el primer puesto lo ocupa Jaén con 25,76 euros.

En los vehículos de 8 caballos en adelante 

De 8 a 11,99 caballos de potencia fiscal, Sevilla es la tercera andaluza con el impuesto más bajo, con 61 euros, superada únicamente por Jaén (51,12 euros) y Córdoba (57,94 euros). De 12 a 15,99 caballos, Sevilla vuelve a ser la tercera más barata con 130,93 euros, superada de nuevo por Jaén (114,38 euros) y Córdoba (128,05 euros).

De 16 a 19,99 caballos, Sevilla ocupa el cuarto lugar, con 176,53 euros. Le superan Jaén (152,34 euros), Córdoba (159,51 euros) y Almería (164,17).

De más de 20 caballos, Sevilla es también la cuarta con 220,64 euros, aunque le adelantan Córdoba (199,36 euros), Almería (205,18 euros) y Málaga (216,25 euros).

De más de 1.000 cc, Sevilla es la cuarta en el impuesto de circulación, con 119,34 euros. En mejor posición se colocan Almería (110,98 euros), Córdoba (115,71 euros) y Málaga (117 euros).

De 500 a 1.000 cc, Sevilla ya no figura entre las más económicas, sino más bien entre las más caras. De hecho, ocupa el quinto lugar, con 59,67 euros. Se colocan por delante Jaén (54,52 euros), Almería (55,49 euros), Córdoba (57,85 euros) y Málaga (58,50 euros).

Los ayuntamientos de España recaudan cerca de 4.000 millones 

El informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) desvela que este impuesto, creado en España hace 34 años en sustitución del impuesto de circulación de vehículos (conocido también como “el numerito” o "el sellito"), genera unos ingresos anuales en torno a los 3.900 millones de euros a las haciendas locales.

El impuesto se paga en función de la potencia fiscal del vehículo, en el caso de turismos; en función de la cilindrada, en el caso de las motos; y el peso y número de asientos, en el caso de los camiones y autobuses, respectivamente, de acuerdo con una tarifa mínima establecida para todo el territorio nacional, a excepción de los territorios históricos del País Vasco y Navarra, explica la asociación.

Recargos y bonificaciones

Sin embargo, la ley permite a los ayuntamientos incrementar discrecionalmente dichas cuotas, pudiendo llegar a cobrar hasta el doble de la tarifa mínima, situación que ocurre en 8 de las 52 capitales de provincia españolas, según recoge el informe de AEA.

También la ley permite aplicar bonificaciones de hasta el 75 por ciento en función del carburante y las características de los motores, e incluso exonerar del pago del impuesto en el caso de los vehículos históricos y de más de 25 años, gracias a la modificación que AEA consiguió introducir en 1999 en la Ley de Haciendas Locales. Desde entonces, cientos de miles de automovilistas se han ahorrado el pago de este impuesto a cambio de conservar un patrimonio que forma parte de una determinada época de producción automovilística.

“Pero es esta facultad discrecional de los ayuntamientos -señala AEA en su informe- lo que ha posibilitado que se desvirtúe la finalidad del sistema tributario local y ha dado lugar a la creación en España de verdaderos “paraísos fiscales” en relación con el pago de un impuesto al que están obligados cerca de 38 millones de contribuyentes”.

Diferencias de más de un 150% entre capitales de provincia

Según AEA , un vehículo tipo medio, de 11,99 caballos de potencia fiscal paga en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife 34,08 euros; en Madrid 59 euros, en Barcelona 68,16 euros, y en San Sebastián 87,93. Es decir, un 158% más caro en San Sebastián que en Tenerife.

Entre los ayuntamientos españoles más caros, además de San Sebastián, AEA cita en su informe los de Vitoria, Bilbao, Barcelona, Tarragona, Lleida, Palma, Ciudad Real, Valladolid, Huelva, Granada y Murcia.

Por el contrario, entre las capitales que podrían considerarse “un paraíso fiscal” estarían Santa Cruz de Tenerife, Melilla, Ceuta, Zamora, Palencia, Badajoz, Cáceres y Jaén.