Sevilla

El paro arranca con daños a dos líneas concesionarias que llegan al Prado

  • El comité niega que trabajadores sean responsables de los disparos de balines contra las lunas de tres vehículos con viajeros de Torreblanca y Alcosa · Sólo circula un 28,57% de la flota diaria de 420

Impactos de balines contra las lunas laterales de tres autobuses de la concesionaria Casal procedentes de los barrios de Torreblanca y Alcosa fue el incidente más destacado que se registró ayer, entre las 9:30 y las 9:45, en el primero de los siete días de huelga en Tussam, unos paros que no afectan ni a las líneas concesionarias de los barrios (28, 29 y 16) ni a la lanzadera del Charco de la Pava. Con viajeros dentro que, asustados, tuvieron que ser desalojados para coger otro autobús, los vehículos con destino al Prado sufrieron la rotura de cristales mientras circulaban por Alcosa, por Sevilla Este y por las inmediaciones de la sede de Tussam en la avenida de Andalucía. Los incidentes se denunciaron a las Policías Nacional y Local, sin que se sepa aún si fueron acciones relacionadas con la huelga o con el vandalismo.

El comité de huelga negó que la protesta tenga que ver con esta agresión -"se ha dado a los compañeros la consigna de total tranquilidad porque bastante están sufriendo los ciudadanos", declaró ayer el portavoz Miguel Pereira (CCOO)- y la atribuyó a "los altercados frecuentes que sufre la línea de Torreblanca", pero tanto la dirección de Tussam y de Casal consideraron que fue obra de los piquetes.

Otro supuesto incidente, que también niega el comité, es el bloqueo de la puerta de salida de las instalaciones de Tussam, en la avenida de Andalucía a primera hora de la mañana. El vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, acusó al comité de huelga de retrasar durante una hora la salida de los autobuses en un "un clarísimo incumplimiento de su compromiso de mantener los servicios mínimos".

En declaraciones a Europa Press, Gutiérrez sostuvo que a las 05:30 los trabajadores se situaron en las puertas de la sede sin dejar salir a los autobuses y que la empresa tuvo que avisar a la Policía para que los empleados abrieran paso y los vehículos pudieran salir.

El comité de huelga recalcó ayer que es "falso" que se bloquearan las puertas (aseguran que la Policía llegó a las ocho de la mañana, casi dos horas después de iniciado el servicio) y acusó al gerente Carlos Arizaga de "dilatar al máximo el anuncio a los trabajadores de los servicios mínimos de cada turno".

Los servicios mínimos dejaron la ciudad con menos de un tercio de su flota diaria (28,57%), contando las líneas con destino a la Feria. De los 420 autobuses que debían circulan en condiciones normales, ayer lo hicieron 120 en toda la jornada. Con estos vehículos se atenderá el trayecto a la Feria y el resto de líneas que surten a la ciudad. El Metro, los taxis y el coche particular son la alternativa.

Poco antes de las ocho de la tarde, la dirección de Tussam admitió que el seguimiento de la huelga fue del 100% en los conductores, del 50% en los talleres y servicios administrativos, y no tuvo efecto alguno en el tranvía del centro (Prado-Plaza Nueva), según la versión del vicepresidente Gutiérrez.

Por parte del comité de huelga, su portavoz recordó que ninguno de los empleados cobra sueldo esta semana, además de perder la parte proporcional de paga extra, "porque estamos defendiendo la empresa de un ataque muy serio". Pereira se refiere a la oposición de la plantilla a que se externalicen las líneas nocturnas u otras aparte de las ya gestionadas por las concesionarias Casal (28, 29) y Los Amarillos (16). La empresa insiste en que ha desechado esa idea y el plan de viabilidad que la avalaba, pero los trabajadores quieren ese compromiso por escrito.

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