Una asociación gitana de Sevilla alerta de que la situación de Francia puede trasladarse a España

La asociación gitana Yerba-Buena asegura que los planes llamados de integración, inserción o promoción se han "hundido en la inoperancia", poniendo como ejemplo claro lo que ocurre en los barrios de la Tres Mil en Sevilla, La Mina en Barcelona, Valdemingómez y El Ventorro de la Puñalá en Madrid, entre otros". Así se pronunció ayer la presidenta de la asociación, Pilar Heredia, al referirse a los hechos que están aconteciendo en Francia, donde el Gobierno comenzó a cumplir a rajatabla las órdenes del presidente, Nicolás Sarkozy, de desmantelar los campamentos ilegales de gitanos y, pese a las crecientes críticas desde dentro y fuera de Francia, comenzó a deportarlos el pasado 19 de agosto.

La entidad ha reclamado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que se pronuncie sobre estos acontecimientos que están ocurriendo en Francia con los gitanos rumanos y le recuerda y advierte que la realidad de lo que está sucediendo en el país vecino, "sencillamente también puede sobrevenir y trasladarse a España".

Heredia aseguró que "no se puede abandonar y desamparar a un colectivo únicamente por ser pobres" y ha recordado a la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, que en España residen más de 50.000 gitanos procedentes del este de Europa.

"Todos los planes llamados de integración, inserción o promoción se han hundido en la inoperancia, siendo un ejemplo claro de ello los barrios de la Tres Mil, La Mina en Barcelona, Valdemingómez y El Ventorro de la Puñalá en Madrid, entre otros", aseveró Heredia, para quien los planteamientos del Gobierno en lo que se refiere a las minorías sociales y a los grupos más desfavorecidos "inventan unas condiciones desilucionantes" y tienen un "conformismo pesimista, que acrecienta y agrava cada día los derechos y las libertades de los ciudadanos".