La situación en el Polígono Sur no soporta más esperas. El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, se reunió el pasado lunes con el nuevo consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, para consensuar el nombramiento de la persona que ocupará el puesto que dejó libre Jesús Maeztu antes de irse a la Oficina del Defensor del Pueblo. Y en 24 ó 48 horas ambas administraciones darán por zanjado este asunto.

El alcalde no escondió este martes su malestar por las filtraciones que han difundido estos días el nombre de la profesora de Psicología de la Universidad de Sevilla María del Mar González, candidata que ha puesto sobre la mesa la Junta de Andalucía, a quien realmente corresponde el nombramiento. Zoido es partidario de llevar con la máxima discreción este asunto para evitar polémicas y retrasar soluciones para un barrio en situación crítica. De hecho, en los últimos meses la búsqueda de los candidatos se ha llevado con muchísimo celo.

No obstante, el Ayuntamiento considera que el perfil de la profesora González es el adecuado y que se asemeja al propuesto por el Ayuntamiento en colaboración con el Gobierno central. El criterio marcado por Zoido era buscar a alguien sin pasado ni presente político, con experiencia en mediación y gestión de conflictos, por lo que el ámbito se reduce bastante al mundo universitario. Por lo tanto, si la Junta no acepta otras propuestas, es más que probable que el puesto sea para María del Mar González.

La profesora está adscrita al departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación y está especializada en mediación familiar, conciliación y nuevos modelos de familia, con especial atención a las familias monoparentales, madres solteras y parejas homosexuales. Amable y cercana, su perfil es feminista y muy progresista.

Sin embargo, su nombre no es el único que se ha barajado. En algunos círculos próximos a la Junta de Andalucía han sonado también nombres como el de Teresa Florido que, tal y como publicó este periódico, fue el primer nombre propuesto y difundido entre la militancia socialista y los vecinos del barrio. La ex concejal es militante socialista, de la agrupación Sur, lo que sería un punto en contra para el PP. Formó parte del equipo de Alfredo Sánchez Monteseirín en sus últimos mandatos, como delegada de Salud, pero su perfil es muy técnico y ha ocupado cargos de gestión hospitalaria, el punto a favor.

Parecido es el perfl de Ana Gómez, otro nombre con avales que ha sonado como candidata por parte de la Junta. Como Florido, fue ex concejal en Sevilla antes de ocupar cargos de dirección en el Gobierno andaluz. Ex delegada de Bienestar Social conoce a fondo las zonas marginales de la capital, especialmente El Vacie, cuyo plan especial puso en marcha. Su talante es muy acertado para este puesto.

Y hay incluso quien ha deslizado en las quinielas algún nombre femenino vinculado a Izquierda Unida. Todos nombres de mujer frente a dos propuestas del PP de la que sólo ha trascendido que son una candidata y un candidato, éste último con un perfil progresista que cuadraría bastante con los criterios establecidos por la Junta de Andalucía.

El alcalde insistió este martes en no romper las reglas del juego y confirmó que en breve se celebrará otro encuentro para nombrar a "la mejor persona". Zoido pidió al consejero de Presidencia discreción y respeto a las personas que optan a ese cargo, subrayando que él sólo dará los nombres a Jiménez Barrios.

La Junta garantizó este martes que la solución para el Polígono Sur será "inmediata", después de que el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, insistiera en frenar la tensión avivada en los últimos días tras las manifestaciones de los vecinos del barrio, que exigen más atención. Maeztu, el primer comisionado, dejó su cargo en junio tras casi diez años en el Polígono Sur. Este martes, advirtió de la necesidad de no alargar más este proceso y recordó que el puesto que dejó vacante debería estar ya cubierto.

La incógnita se resolverá en breve, en cualquier caso. Ahora lo deseable es que sea con consenso y que se evite polemizar para seguir avanzando en un plan integral para un barrio donde, una década después de crearse esta figura, queda mucho por hacer.