El cliente como indicativo de la distinción

El logro por segundo año consecutivo del Renault Global Quality Award supone para Francisco Galnares (Sevilla, 1959) "una responsabilidad". Desde luego, Francisco no es de los que se duerme en lo laureles. "Es una gran alegría, pero, una vez conseguido el reconocimiento, sólo queda continuar. Como es natural, nuestros clientes son lo primero y su satisfacción es también la nuestra". No son tiempos de bonanza en el sector industrial europeo. Tampoco en la automoción. El entorno obliga a la transformación permanente. "La coyuntura implica grandes dosis tanto de trabajo, creatividad y adaptación. Hay que dominar el entorno cambiante y yo, como director, debo enfocarme en la animación de nuestros equipos y en la coordinación de todas las iniciativas que se van poniendo en marcha". Este ingeniero sevillano que regresó a España de Estados Unidos en 1988 para ponerse al frente de Syrsa Automoción responde a ese tipo de personas que sabe valorar en su justo término la idiosincrasia local. "Creo que sabemos combinar el esfuerzo y profesionalidad que exigen esta época tan competitiva con la diversión y el disfrute que nos ofrece la vida en la calle". Es la palabra del director general de una empresa puntera en la automoción, la palabra también de un sevillano que ni alardea ni se abochorna por serlo.