El Estado invierte 1,2 millones para restaurar la Plaza de España de Sevilla

La Gerencia de Urbanismo concede la licencia de obras para intervenir en los valiosos artesonados y la estructura de las puertas de Navarra y Aragón del monumento de la Exposición de 1929

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La escalera de subida de la Puerta de Navarra con su gran artesonado.
La escalera de subida de la Puerta de Navarra con su gran artesonado. / Jose Luis Montero

Una cirugía reconstructiva y ortopédica a un gigante de madera. La dirección general del Patrimonio del Estado acometerá en los próximos meses un proyecto crítico de conservación y restauración para las techumbres de madera policromada de la Plaza de España. Esta intervención, que se centra específicamente en los alfarjes monumentales de la Puerta de Aragón y la Puerta de Navarra, cuenta con un presupuesto total de 1.202.183 euros y un plazo de ejecución estimado de nueve meses. El objetivo principal es frenar el avanzado proceso de deterioro de estas estructuras centenarias y garantizar la seguridad de los miles de visitantes que recorren este icono de la arquitectura regionalista sevillana cada año. La intervención que ya cuenta con licencia de obras saldrá a la licitación la próxima semana.

Plano de las puertas de la Plaza de España cuyo artesonado se va a restaurar
Plano de las puertas de la Plaza de España cuyo artesonado se va a restaurar / Departamento de Infografía

Las armaduras objeto de la intervención forman parte intrínseca del conjunto monumental de la Plaza de España, proyectado para la Exposición Iberoamericana de 1929 y construido entre los años 1914 y 1928. Como se explica en el proyecto de obra, cuyo director es el arquitecto Miguel Ángel López, se trata de dos imponentes estructuras de par y nudillo ochavadas, con lazos de ocho, limas moamares y una rica decoración de motivos vegetales y geométricos que se extiende por los taujeles, arrocabes y tirantes. En total, la intervención abarca una superficie de 466 metros cuadrados de madera policromada, situados a una altura de 26,6 metros respecto al suelo.

El fabuloso artesonado de la Puerta de Aragón.
El fabuloso artesonado de la Puerta de Aragón. / Jose Luis Montero

A pesar de su magnificencia, los informes técnicos preliminares califican el estado de conservación actual como deficiente. Durante casi un siglo, factores climatológicos adversos, filtraciones de agua persistentes y la falta de un sistema de aislamiento eficaz han comprometido la integridad tanto estructural como artística de los techos. La acumulación de suciedad, el exceso de carga sobre las armaduras y el paso de aves han generado un escenario de degradación que exige una actuación inmediata.

Patologías detectadas: pudrición y fatiga estructural

Patologías en las fábricas debido a la falta de atirantamiento que provoca el desplome de los muros.
Patologías en las fábricas debido a la falta de atirantamiento que provoca el desplome de los muros. / M. G.

El análisis detallado del estado de conservación ha revelado daños severos en los elementos constitutivos de las techumbres. Las filtraciones de agua han provocado escorrentías que han lavado la policromía y, lo que es más grave, han causado la pudrición de la madera en zonas críticas como las tablazones y los arrocabes. Tras realizar catas en las cubiertas, los expertos descubrieron que el relleno entre las tejas y la madera original está compuesto por escombros, lo que supone un peso excesivo que la estructura no fue diseñada para soportar a largo plazo.

Sección de la Puerta de Aragón de la Plaza de España. Fuente: Proyecto de Restauración, Gerencia de Urbanismo
Sección de la Puerta de Aragón de la Plaza de España. Fuente: Proyecto de Restauración, Gerencia de Urbanismo / Departamento de Infografía

Esta sobrecarga, sumada a las variaciones de humedad y temperatura, ha derivado en deformaciones, grietas y fendas. Los tirantes originales de madera han perdido su función estructural, habiendo sido reforzados provisionalmente en el pasado con elementos de hierro. Además, la presencia de aves ha dejado depósitos orgánicos que no solo dañan la capa pictórica, sino que sirven de cultivo para hongos y plagas de insectos xilófagos.

Detalle de la zona del arrocabe de la Puerta de Navarra.
Detalle de la zona del arrocabe de la Puerta de Navarra. / M. G.

La capa de policromía también presenta alteraciones graves. Los técnicos han documentado levantamientos de la pintura causados por los movimientos naturales del soporte de madera, así como un ennegrecimiento generalizado debido a la polución atmosférica y el hollín. En las zonas más expuestas a la humedad, se observan "lagunas" o pérdidas totales de la capa pictórica y el aparejo.

El proyecto se rige por los principios de la restauración moderna, priorizando el respeto a la autenticidad, la integridad y la mínima intervención. Según el proyecto, todas las actuaciones se basan en criterios internacionales como las Cartas del Restauro y el Código Deontológico de E.C.C.O., asegurando que cualquier material añadido sea compatible, eficaz y reversible.

Armadura Puerta de Aragón.
Armadura Puerta de Aragón. / M. G.

El equipo de trabajo será multidisciplinar, compuesto por cinco restauradores, un arquitecto, carpinteros, un historiador y un fotógrafo profesional. Dada la altura y complejidad de la obra, se instalará un andamiaje con plataforma corrida para acceder a toda la superficie y se habilitará un taller auxiliar en la cuarta planta del edificio para tratar las piezas que requieran ser desmontadas.

Innovación técnica: atirantamiento y cubiertas ligeras

La Puerta de Aragón.
La Puerta de Aragón. / Jose Luis Montero

Uno de los pilares de la restauración es el refuerzo del sistema de atirantamiento. Para detener los desplazamientos estructurales sin alterar la estética original, se instalará un sistema reversible de cables de acero inoxidable (de entre 10 y 14 mm de diámetro) y perfiles metálicos UPN de 80 mm fijados a los estribos de madera. Este zunchado perimetral permitirá estabilizar el edificio antes de proceder a la restauración artística.

En cuanto a la cubierta exterior, la solución planteada busca la máxima durabilidad sin modificar el aspecto de teja árabe. Se eliminará el pesado relleno de escombros y se sustituirá por un "paquete de cubierta" ligero que incluye paneles de madera prefabricados, aislamiento de fibra de vidrio y placas asfálticas onduladas. Este nuevo sistema reducirá el peso a tan solo 25 Kg/m², garantizando la impermeabilización y la ventilación necesarias para evitar futuras condensaciones y ataques biológicos.

El interior de la Puerta de Aragón.
El interior de la Puerta de Aragón. / Jose Luis Montero

En el plano artístico, los restauradores llevarán a cabo una limpieza exhaustiva, tanto mecánica como química, de la suciedad y los barnices oxidados. La fijación de la película pictórica se realizará preferentemente con productos orgánicos como cola de conejo, mezclada con fungicidas para prevenir ataques biológicos. Para la reintegración cromática de las lagunas, se utilizarán acuarelas o témperas, asegurando que la intervención sea discernible y respete el acabado mate original.

Las piezas de madera degradadas se consolidarán mediante impregnaciones de resinas acrílicas o alifáticas en concentraciones progresivas. En los casos donde la pudrición sea irreversible, se realizarán injertos de madera de la misma familia del original, previamente tratada contra el biodeterioro. Asimismo, los elementos de ladrillo de la fábrica que presenten fracturas serán sellados con morteros de cal y colorantes naturales para igualar el tono histórico.

La Puerta de Aragón en su vertiente a la Plaza de España.
La Puerta de Aragón en su vertiente a la Plaza de España. / Jose Luis Montero

La intervención no finalizará con la ejecución de las obras. El proyecto incluye la elaboración de una memoria final detallada y un manual de uso y mantenimiento expreso para el edificio. El objetivo es que los responsables de la Plaza de España cuenten con las nociones necesarias de conservación preventiva para realizar controles periódicos y evitar que el monumento vuelva a alcanzar el estado de vulnerabilidad actual.

Con esta inversión de más de 1,2 millones de euros, el Estado busca no solo proteger un Bien de Interés Cultural, sino transmitir este legado de la arquitectura regionalista en condiciones óptimas para el disfrute y la investigación de las generaciones venideras.

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