Carmen Pérez. Profesora del departamento de Economía Financiera de la Hispalense

"Hay financieras que practican la usura legal"

  • Profesora y colaboradora habitual de los medios, está especializada en un sector, el financiero, que se ha convertido en el gran monstruo de la economía mundial

La gran vocación de Carmen Pérez es la docencia. Tanto, que la labor periodística por la que muchos la conocen la concibe como una extensión de su labor como profesora de Economía Financiera en la Universidad de Sevilla. "Es simplemente una manera de llegar a más público", dice la articulista y bloguera del Grupo Joly. Sin embargo, una de sus grandes pasiones es la Filosofía, disciplina en la que se tituló recientemente para cumplir uno de sus sueños de juventud. Admira especialmente al pensador ilustrado escocés David Hume "por la claridad con la que expresa sus ideas y por el pragmatismo de su filosofía". También a los griegos, a la gran tradición del pensamiento mediterráneo: Aristóteles y el teatro en las noches de verano. Quien quiera convertirse en su alumno on line para comprender los arduos problemas financieros sólo tiene que consultar su blog Pressing Cash. No defrauda.

-En el imaginario popular los bancos aparecen como los malos de la película de la crisis. ¿Hasta qué punto son responsables de lo ocurrido?

-La crisis fue consecuencia de un sistema financiero mal diseñado y peor supervisado. A partir de ahí podemos empezar a hablar de culpables y nos va a salir una ristra enorme...

-Muchos se quejan de lo generosos que han sido los poderes públicos con el rescate de los bancos.

-El sistema bancario está basado en la confianza; crédito viene de la palabra credo. Los ciudadanos, cuando abrimos una cuenta en una entidad, cuando le prestamos nuestro dinero, no nos dedicamos a investigar su solvencia, confiamos en ella. Por su parte, los gobiernos español y europeo apoyan esta confianza de los usuarios garantizando sus depósitos hasta cien mil euros. Claro, esto tiene el problema de que el sector público siempre va a preferir rescatar a los bancos al borde de la quiebra a tener que asumir el pago de la garantía de estos depósitos, entre otras cosas porque es carísimo y no tiene dinero suficiente. El problema es que los bancos se sientan protegidos y asuman riesgos importantes sabiendo que, al final, los va a rescatar el Gobierno.

-Es decir, que los bancos sabían que siempre tendrían al sector público para sacarles las castañas del fuego...

-Sí, y lo que no es admisible por parte de los poderes públicos es que, sabiendo que existía ese peligro de las malas prácticas, no se supervisase adecuadamente a los bancos. Ya le digo, mal diseñado pero peor supervisado.

-Esto nos conduce a la idea de que los principales culpables son los responsables públicos... Pero, insisto, la banca...

-La banca ha dejado mucho que desear y tiene una gran culpa, sobre todo ética. Ha cooperado en el excesivo endeudamiento, en la gran expansión del crédito; ha tenido un sistema de incentivos nefasto con sus empleados, empujándolos a hacer operaciones que se basaban en la cantidad más que en la calidad... Lo mínimo que se le puede exigir a la banca es un poco de profesionalidad, que sepa evaluar sus riesgos y que no incurra en esas malas prácticas de las que hizo gala.

-Durante muchos años se nos vendió que el sistema financiero español era uno de los más sólidos del mundo. La caída de las cajas de ahorros y de Bankia dejó claro que no.

-En esa afirmación había parte de verdad. Cuando llegó la debacle, nuestra banca tenía dos virtudes importantes: que apenas se había metido en los activos tóxicos americanos, que fueron los que provocaron la crisis; y que nuestro sistema nacional contemplaba una dotación de provisiones extra, mayor que la de los países de la UE, un colchón de seguridad que ahora ha adoptado todo el sistema europeo. Es cierto que estábamos muy bien preparados, pero también lo es que lo que había detrás era horrible: sobreendeudamiento, excesiva exposición al ladrillo, la mala gobernanza de algunas entidades...

-¿Podemos decir que más que un problema de la banca fue un problema de las cajas de ahorros?

-Sí, entre otras cosas porque los grandes bancos tenían mucho volumen de negocio fuera y pudieron bandear mejor la crisis. Eso sí, todos participaron de los problemas antes señalados.

-¿Usted cree que se llegó a engañar deliberadamente a los clientes con la venta de productos como las preferentes?

-Bueno, hay que decir que otro de los grandes culpables de todo esto fue la propia población. Todos nos apuntamos a vivir por encima de nuestras posibilidades y adquirimos productos que...

-Pero usted misma ha dicho que el sistema se basa en la confianza. Muchos confiaban en lo que le decían en sus bancos.

-Sí, pero es de sentido común que cuando te ofrecen un 10% en vez de un 2%... Hay que tener un poco de responsabilidad personal. Las tentaciones son muchas en este mundo y hay que saber no caer. Es verdad que a raíz de la crisis el sistema bancario está siendo mucho más prudente a la hora de colocar sus productos, la normativa protege mucho más al inversor y todos nosotros hemos tomado nota de que tenemos una responsabilidad en todas las actividades que realizamos, y entre ellas están las financieras.

-En los últimos años han surgido algunas voces desde el ámbito de la izquierda que vuelven a poner sobre el tapete la necesidad de una banca pública. ¿Qué opina usted de esta cuestión?

-Yo desconfío profundamente de la gestión pública de las finanzas y creo que la historia me da la razón. Como hemos visto, ya hay bastante interrelación entre el sector público y el financiero. La decisiones de qué operaciones son viables o no debe decidirlo el sector privado.

-Los tipos de interés están por los suelos, al 0,16%. Hoy por hoy, comprar dinero vuelve a ser muy barato. ¿Regresa el peligro de que volvamos a un gran endeudamiento?

-No va a ser así. En primer lugar porque las entidades han aprendido y lo que antes era exceso de confianza ahora se ha vuelto exceso de celo. Se acabó lo de dar el 120% de la vivienda en una hipoteca, ahora se llega como mucho al 80%. Es importante que las familias que vayan a pedir un crédito sean responsables. Deben hacer simulaciones, estresarse en el sentido de ponerse en circunstancias adversas: que uno de los dos pierda el trabajo, que nazca un nuevo niño, que lleguen tipos de interés más altos, algo que sin duda va a ocurrir... Hay muchos simuladores en internet para hacer esto.

-El Banco Central Europeo (BCE) abrió recientemente las compuertas para inundar a los bancos con más de 1 billón de euros que deben prestarse a las empresas. ¿Está funcionando la medida?

-He hablado con muchos directores de sucursales y me consta que están echados a las calles. Tienen órdenes de sus entidades de aumentar el nivel de préstamos. Pero, claro, tiene que haber una demanda solvente y la banca, como ya hemos dicho, muestra ahora mucho celo a la hora de aceptar las operaciones de crédito. Pero sí, los datos apuntan a una reactivación del crédito, tanto para familias como para las empresas.

-Dicen que la financiación de las empresas españolas depende excesivamente de los bancos.

-Sí, eso es un dato, no una opinión. El 78% de la financiación empresarial española es bancaria, mientras que en Alemania esta cifra sólo asciende al 55%. Aparte de los bancos, hay muchas otras opciones que permiten que las empresas tengan diferentes tuberías para financiarse, minimizando el riesgo que se originaría si una de ellas se atasca: los bussines angels, el capital riesgo, los fondos de deuda, las sociedades de garantía recíproca, etcétera. Cada momento vital de una empresa requiere un tipo de financiación determinada y, de hecho, en sus momentos iniciales las empresas suelen requerir operaciones que no suele aceptar la banca. Se necesitan, por tanto, inversores que estén dispuestos a asumir más riesgos a cambio, claro está, de más rentabilidad. Rentabilidad y riesgo son dos palabras que siempre van a estar unidas.

-Riesgo... no es una palabra que guste mucho en una sociedad tan acomodaticia como la nuestra.

-Es así pero, sin embargo, a los pequeños ahorradores ahora se les está empujando al riesgo.

-¿Y eso?

-Con los depósitos en los bancos al 0% de interés o, incluso, negativos como en algunos bancos de Europa, el que quiera conseguir alguna rentabilidad de su dinero se lo tiene que llevar a los fondos de inversión que están ofreciendo los propios bancos. Claro, aquí ya no hay ninguna garantía del sector público... Estás tú solo con tus inversiones y con la confianza que pongas en esa entidad que gestiona el fondo de inversión... Puedes perder tu dinero.

-Últimamente han proliferado muchas pequeñas empresas financieras, casi chiringuitos, que están ofreciendo dinero rápido a unos intereses disparados. ¿Qué opina usted de esto?

-Eso es pura usura legal... Estoy completamente alucinada. El otro día, en la boca del Metro de San Bernardo, había un stand de una de estas entidades. Cogí un folleto y le pregunté a la chica que estaba allí, quien no tenía ni idea. Llamé a un teléfono y me ofrecieron un crédito por ¡1.270% de interés anual! No me lo podía creer. ¿Cómo se puede permitir? Hay empresas financieras que practican la usura legal. No sé por qué están permitidas, hay legislación antigua al respecto y se podría acudir a ella.

-Hablemos de Andalucía y del fracaso del intento de crear una caja única.

-Era un proyecto muy propiciado por la Junta de Andalucía... No entiendo ese empeño desde el sector público de organizarlo todo. Había una especie de consigna de que el tamaño de las cajas iba a ser muy importante para poder competir con la gran banca que vendría del extranjero... Sin embargo, las dos únicas cajas que han sobrevivido con la naturaleza antigua han sido la Caixa Pollença y la Caixa Ontinyent, las cuales se quedaron en sus territorios haciendo lo que siempre habían hecho. Es verdad que la dimensión es importante, pero no es lo único y a los hechos me remito. ¿Para qué quería la Junta una caja? ¿Para mangonearla por completo?

-El problema es que Andalucía no tiene ahora ninguna herramienta potente de financiación.

-A mí me entra risa cuando se habla del sistema financiero andaluz en una época en la que ni siquiera podemos hablar de sistema financiero español. Que nadie se preocupe, si en Andalucía hay negocio financiero no va a faltar quien nos preste el dinero. Lo que tiene que hacer la Junta es desarrollar la región y la financiación vendrá por sí sola.

-Qué opina de la Tasa Tobin, ese impuesto que algunos quieren poner a las transacciones financieras internacionales.

-Hay voces para todo. Algunos opinan que esta tasa reduciría el desmesurado peso de la economía financiera en la economía mundial, pero yo no creo en la Tasa Tobin. Al final, quien pagaría el impuesto sería el usuario. Cuando se le pone un impuesto a la banca esta la traslada automáticamente a los clientes. El foco de nuestra atención debería estar en las empresas, en la economía real, en la atención a las familias, pero siempre estamos hablando de finanzas. El mejor sector financiero debería ser el que no se nota.

-Uno de los grandes logros de los que hace gala Rajoy es de haber superado la crisis de la deuda soberana, aquellos dramáticos días en los que parecía que España iba a la quiebra. ¿Qué hay de cierto en eso?

-Más que a la gestión de Rajoy la superación de la crisis de la deuda soberana se debió, fundamentalmente, al respaldo europeo. Todavía hoy tenemos un paro muy alto, déficit público todos los años, una deuda pública que llega al billón de euros, un 97% de nuestro PIB... Nosotros solos nunca hubiésemos conseguido tener la prima de riesgo que tenemos hoy. Lo que pasa es que Europa dio unos pasos decisivos dejando bien claro que iba a estar detrás de España. El gran acierto de Rajoy fue hacer el rescate bancario, acuerdo que a permitió disponer a España de unos 60.000 millones de euros con una serie de condiciones por parte de la UE que, todo hay que decirlo, son bastante acertadas.

-Aquello provocó una cierta psicosis nacionalista, con insinuaciones de que había poderes oscuros que querían desestabilizar España... Al final eran unas señoras escocesas o suecas que tenían su dinero en unos fondos de inversión

-Claro, cuando uno mete su dinero en un fondo de inversión lo que pide es que lo gestionen bien para que dé beneficios. ¿Y cómo se hace esto? Pues haciendo buenas inversiones, metiéndose sólo en situaciones de riesgo si lo compensa una alta rentabilidad. España tenía una situación muy delicada y los fondos de inversión sólo estaban dispuestos a comprar su deuda si les generaba muchos beneficios. ¿Que eso es especulación? Bueno, así es como a mí me gustaría que actuase el fondo de inversión donde tengo mi dinero. Cuando ponemos el dinero de nuestro bolsillo todo nos parece distinto y nos gusta que se gestione bien... No queremos que se defienda a ningún país, sino a nuestros intereses.

-El dinero no tiene alma.

-No, no tiene alma. Muchas veces nos falta el ponernos en ese punto de vista, el del que ha invertido su dinero... Eso es importante para comprender muchas situaciones del mundo financiero.

-Antes habló del endeudamiento público, un billón de euros. Pero siempre se dice que el problema más grave de España es el del endeudamiento privado.

-Sí, actualmente es del 177% del PIB: 100% de las empresas y 77% de las familias, pero en 2005 era del 206%. Es decir, que el sector privado sí se ha aplicado en reducir su deuda, algo que en el sector público ha sido al contrario, pasando del 35% del PIB en el año 2007 al 97% que tenemos en la actualidad.

-Es decir , que no conseguimos reducir la deuda pública.

-Hay que tener en cuenta que, debido a la crisis de la deuda soberana, nos enfrentamos a unas primas de riesgo que implican mayores tipos de interés y tenemos que dedicar más dinero a pagarlos. Además, tenemos una economía deprimida en el que las empresas no facturan, los sueldos son más bajos, no hay apenas impuestos de transacciones de inmuebles, que en su día supusieron para el Estado unos sustanciosos ingresos... Si en la caja del Estado entra menos dinero y queremos seguir manteniendo una serie de gastos no tenemos más remedio que aumentar la deuda, como ha ocurrido este año. Cuando hay déficit lo único que se puede hacer es financiarlo.

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