Medio millar de pacientes han podido beneficiarse de la técnica percutánea que permite la inserción de válvulas aórticas por cateterismo en el Hospital Virgen del Rocío. Este procedimiento quirúrgico, que se incorporó en el centro hace más de una década, ofrece la posibilidad de recambio valvular a pacientes con riesgo alto y medio y, en su mayoría, con edades superiores a los 75 años.

El afán por superarse del equipo de Hemodinámica de la unidad de Cardiología del centro, que es el que hace posible la inserción de estos dispositivos sin cirugía, ha permitido recientemente la realización del primer implante en España de un nuevo modelo de válvula aórtica en un paciente de alta complejidad y con un resultado excelente. Las ventajas de este novedoso dispositivo pasan por un mayor ajuste de la válvula gracias a una especie de velcro que hace posible que el dispositivo quede perfectamente sellado, "reduciendo la posibilidad de que la válvula tenga fugas a su alrededor", explica el jefe de la unidad de Cardiología, José Díaz.

La práctica de este avance tecnológico hizo posible que el paciente intervenido se fuera de alta a los tres días sin mayor incidencia, haciendo su vida normal en casa sin secuelas.

El especialista destaca los beneficios de la técnica percutánea para la implantación de válvulas aórticas frente a la cirugía a corazón abierto, que es la otra opción con la que se corrigen los fallos en esta válvula. Se trata de una técnica no invasiva a través de catéteres en pacientes con estenosis aórtica, es decir, con estrechamiento de esta válvula del corazón, con unos criterios médicos concretos, tanto morfológicos como clínicos, que se deciden en una reunión con los cirujanos y que incluye a pacientes que pueden tener un alto riesgo quirúrgico y en los que la cirugía convencional puede estar contraindicada. Al realizarse sin necesidad de abrir el pecho, con una mínima punción en la ingle, ni emplear anestesia general, la recuperación de los pacientes es mucho más rápida.

"Los pacientes se pueden ir de alta prácticamente en dos días y, en vez de tener una cicatriz en el pecho, lo único que tienen es una punción pequeña en la ingle", afirma el cardiólogo, que destaca que, a día de hoy, el porcentaje medio de pacientes a los que se le cambia la válvula aórtica con catéter ronda el 25%, "mientras antes el 100% se hacía con cirugías o incluso se llegaba a rechazar la intervención quirúrgica debido a su gravedad", recalca el facultativo.

El equipo de Hemodinámica de la unidad de Cardiología del Virgen del Rocío.

Además, los implantes de válvulas aórtica percutáneas mejoran el pronóstico de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes. "Son pacientes muy limitados porque presentan síntomas muy limitantes, como dolor en el pecho, falta de aire al hacer esfuerzos e, incluso, pérdidas de conocimiento, y el reemplazo de la válvula aórtica alarga su supervivencia con un mínimo de 10-15 años, teniendo en cuenta con se trata de pacientes muy mayores, en su mayoría, pero para los que cuando los síntomas aparecen, la duración de la vida suele ser de seis meses", recalca y subraya: "pero, no sólo mejoran la cantidad de vida, sobre todo, mejoran la calidad de la misma porque prácticamente pasan de estar francamente mal a estar francamente bien en un día".

Los profesionales de la unidad de Cardiología, dirigidos por el doctor José Díaz, que acaba de ser nombrado jefe de la unidad, atienden más de 32.000 consultas al año, realizan más de 1.200 intervenciones de cirugía cardiaca mayor en adultos y niños, implanta unos 120 desfibriladores y unos 700 marcapasos cada año, además de practicar más de 400 ablaciones de arritmias complejas por catéter. Con respecto a las ecocardiografías, éstas superan las 16.000 al año, incluyendo más de 600 transesofagicas y más de 700 estudios de estrés. Por otro lado la unidad de hemodinámica realiza más de 2.500 estudios al año, siendo las angioplastias superiores a las 1.500, si se incluyen las más de 250 angioplastias primarias al año dentro del programa del código infarto. Cada año se realizan además más de 16 trasplantes cardiacos y cuentan con un consolidado programa de asistencia ventricular.

"Dirigir esta unidad es ya en sí todo un reto por formar parte de uno de los hospitales más grandes de España y donde tenemos un servicio, que creemos, es de élite. Personalmente, mi meta es intentar llevarlo a los cinco primeros puestos de los servicios de cardiología del país y con todo el potencial que supone pertenecer a uno de los mejores hospitales", valora el facultativo