Salud

El Macarena cumple dos décadas como referente en cáncer oral

Un momento de una intervención en quirófano por parte de Cirugía Oral, Maxilofacial y Cabeza y Cuello junto a Medicina Nuclear.

Un momento de una intervención en quirófano por parte de Cirugía Oral, Maxilofacial y Cabeza y Cuello junto a Medicina Nuclear. / H. U. V. M.

Apostaron por seguir los pasos que se estaban dando en cáncer de mama y hoy pueden hablar de grandes éxitos. El servicio de Cirugía Oral, Maxilofacial, Cabeza y Cuello en el Hospital Virgen Macarena lleva veinte años aplicando con excelentes resultados la técnica de la biopsia selectiva del gánglio centinela en cáncer oral, evitando a más de 200 pacientes el vaciado total de cuello y las secuelas de una cirugía agresiva y compleja con técnicas mínimamente invasivas. "Los datos hablan por sí solos. Hemos conseguido evitar la disección cervical a un 70% de nuestros pacientes porque la media de ganglios centinelas positivos ronda el 37% de los casos. A esos es a los únicos que hay que hacérsela, por lo cual, tenemos un 70% que se opera del cáncer oral y su cuello está perfecto", afirman las doctoras Clara Isabel Salazar y Silvia Gallana, impulsoras de este avance.

Este trabajo tiene detrás un equipo multidisciplinar y no sería posible sin la implicación de especialistas de otras unidades hospitalarias, entre ellos, la doctora Teresa Cambill, de Medicina Nuclear; y los profesionales de Anatomía Patológica, claves en la validación de la técnica y en los buenos resultados.

La utilización del ganglio centinela frente a los tumores localizados en la boca permite predecir la diseminación del cáncer y seleccionar el mejor tratamiento en cada caso, lo cual beneficia a la calidad de vida de los afectados. En estos pacientes es muy importante conocer la extensión de la enfermedad y la posible afectación de ganglios cervicales, ya que conlleva un peor pronóstico. Por ello es fundamental realizar todas las pruebas diagnósticas necesarias para conocer el estado ganglionar.

Para llevar a cabo esa técnica, el día antes de la cirugía se inyecta al paciente alrededor del tumor una sustancia radiactiva (radiofármaco) en dosis muy bajas, lo que permite visualizar el drenaje linfático del tumor. "Una vez administrado el radiofármaco, lo pasamos a ver en una gammacámara portátil, que permite observar mediante un estudio dinámico al ganglio centinela en un monitor, y comprobar todos los gánglios centinela que existen, localizando de forma precisa dónde se encuentran y su relación con las estructuras vecinas, para así poder realizar una adecuada e individualizada planificación de la cirugía", explica la doctora Cambil. Pasadas dos horas, los especialistas realizan el SPECT-TAC y que es TAC de cabeza y cuello asociado a la linfografía estática que permite obtener una imagen tridimensional y ver en qué lugar anatómico está la zona a intervenir con el paciente en la misma postura que mantendrá durante la intervención quirúrgica. "Con estas pruebas pintamos sobre su piel el lugar donde se encuentra el ganglio centinela", añade.

La doctora Teresa Cambil, en quirófano, durante una operación. La doctora Teresa Cambil, en quirófano, durante una operación.

La doctora Teresa Cambil, en quirófano, durante una operación. / H. U. V. M.

Ya en el quirófano, la primera referencia para el cirujano maxilofacial son esos puntos pintados en la piel. A continuación toma muestra de esos ganglios localizados en el SPECT-TAC Por su parte, el médico nuclear utiliza una sonda de detección intraoperatoria, que emite un sonido que es más fuerte y continuo según se va acercando al ganglio, donde se localiza el fármaco radiactivo, permitiendo así dirigir y ayudar al cirujano en la búsqueda.

A continuación, hay que estudiar con precisión los ganglios en Anatomía Patológica. De este modo, se obtiene información acerca de si tienen o no afectación metastásica y, en caso afirmativo, de sus dimensiones. "Nuestro servicio entra en acción en el último nivel, una vez se ha obtenido en quirófano el gánglio centinela. Tanto el número de ganglios enfermos como el tamaño de la metástasis son factores de gran importancia para el pronóstico de la enfermedad, por lo que es importante su estudio exhaustivo", resalta el anatomopatólogo, Álvaro Gutiérrez.

En este punto, los especialistas destacan el gran avance y mayor precisión que ha supuesto esta técnica. "En una disección cervical, de media nos pueden llegar 20 ó 30 ganglios, por lo que es imposible el estudio exhaustivo de todos y se trabajo con un corte. El hecho de que ahora nos lleguen sólo los gánglios centinela nos permite hacer un corte multisesión del ganglio y aplicar técnicas de inmunohistoquímica en la detección de la metástasis ganglionar que nos ha permitido afinar mucho y poder hablar de micrometástasis y macrometástasis. El 12% de las metástasis antes de esto pasaban desapercibidas", añade.

Si el resultado es negativo en cáncer, el proceso termina; y si es positivo el paciente tiene que ser intervenido de nuevo en unos 15 días para someterse a la extirpación de todos los ganglios linfáticos el cuello (disección cervical) una operación de gran complejidad. De ahí, que la doctora Salazar destaque el "gran avance" que ha supone esta técnica en el pronóstico y tratamiento de los pacientes. "Estamos hablando de que hemos pasado de intervenciones largas, de toda una mañana en quirófano, a apenas unas horas", afirma.

Por su parte, para el paciente "todo son ventajas", coinciden las especialistas tras dos décadas aplicando la técnica. La técnica estándar consistía en quitar la lesión y hacer un vaciamiento de todos los gánglios linfáticos del cuello de manera profiláctica (preventiva). Una operación compleja tras la que los pacientes suelen sufrir como secuela hombro doloroso y congeniado, lo que supone una merma en su calidad de vida del paciente. Pero no sólo eso, con la biopsia selectiva del gánglio centinela, confirman las especialistas, "se ha logrado reducir el 50% del tiempo en quirófano y también la estancia hospitalaria que se ha reducido de diez días a incluso tres, sin necesitar el paso por la Unidad de Reanimación Postquirúrgica (URP)". Ahora van directos a planta. 

Avances que han logrado cambiar desde el Hospital Virgen Macarena el rumbo del cáncer oral y que hoy día se aplican en otros centros gracias a la experiencia sevillana de un equipo multidisciplicar que no tiene límites. Actualmente mantiene varias líneas de investigación abiertas referentes a afinar más para reducir el grupo de pacientes candidatos a la disección cervical,  al tipo de marcador que facilite la detección y extracción del ganglio centinela durante la cirugía, así como determinar como tratar la enfermedad cervical cuando el ganglio centinela esta afecto según su número y grado de afectación metastásica.

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