Sevilla

La difícil vida de los jubilados de la Policía Nacional

  • Pensiones bajas, depresiones, viudas desprotegidas y olvido es el día a día de los agentes que causan baja por enfermedad o incapacidad

Grande-Marlaska recibe a los representantes de la AJPNE

Grande-Marlaska recibe a los representantes de la AJPNE / M. G.

Lejos de lo que pueda pensarse, la jubilación no es un retiro dorado para los policías nacionales. Durante los últimos años se ha hablado mucho de la equiparación salarial de las Fuerzas de Seguridad, pero poco se ha oído sobre las pensiones de los agentes jubilados. En muchos casos son cantidades escasas, que deja a los policías en una situación precaria.

Muchos de estos policías son personas jóvenes (los hay de menos de 30 años) que han causado por enfermedad o por alguna lesión sufrida en acto de servicio. Por ello, quedan incapacitados para cualquier profesión u oficio, lo que en muchos de los casos lleva a la depresión, y en ocasiones al suicidio.

En el supuesto que estén separados o divorciados y tengan que pasar pensiones alimenticias a sus hijos, son muy frecuentes los casos de policías que no llegan a fin de mes y tienen que dejar de pagar estas cantidades. En peor situación aún quedan las viudas de policías cuando sus maridos han fallecido. Se han dado casos de mujeres que reciben pagas de 300 euros y que, a la muerte de sus maridos, le suman el drama de verse casi en la indigencia.

Para mejorar estas condiciones trabaja la Asociación de Jubilados de la Policía Nacional de España (AJPNE), que tiene unos 1.500 socios en el territorio nacional y aproximadamente un centenar en Sevilla. Su vicepresidenta es Laura Giménez, que culpa de la situación que padecen los jubilados de la Policía al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y su pensionazo.

Lucía Llanos y Laura Giménez, de las asociaciones de jubilados de la Guardia Civil y de la Policía Nacional Lucía Llanos y Laura Giménez, de las asociaciones de jubilados de la Guardia Civil y de la Policía Nacional

Lucía Llanos y Laura Giménez, de las asociaciones de jubilados de la Guardia Civil y de la Policía Nacional / M. G.

Esta regulación de las pensiones, aprobada en el año 2009, provocó una reducción significativa de las cantidades que cobraban los funcionarios que se habían tenido que acoger a la jubilación por enfermedad o incapacidad. Los policías jubilados cobran una pensión del 75%, pero que se reduce hasta el 55% en los casos de jubilaciones prematuras.

"Hay compañeros que se han quedado con 800 euros, que no pueden mantener a sus familias ni hacer frente a sus hipotecas", destaca Giménez, que lamenta que los policías jubilados sean "un cero a la izquierda" para la administración. En otros casos las pensiones son más altas, pero al tratarse de enfermedades graves o crónicas requieren un elevado gasto en medicamentos y tratamiento.

La representante de la asociación de jubilados explica que los policías tienen muchos problemas para que se les reconozcan las lesiones producidas en acto de servicio y que luego ni siquiera reciben un diploma, o un uniforme de gala con el que poder asistir a los eventos oficiales del cuerpo. También entiende que los agentes que queden incapacitados deberían tener la opción de trabajar en las oficinas, sin desempeñar el trabajo en la calle, algo a lo que hoy en día no pueden aspirar.

"De esta forma, tenemos a gente joven que ha sufrido accidentes y que se ve con 30 ó 40 años que no puede trabajar más en su vida. Esto deriva en la depresión". Aquí es fundamental el trabajo de la asociación prestando apoyo psicológico a los policías que se quedan en esa situación. "Les hacemos ver que no están solos y les ayudamos en todos los trámites".

La entidad incluso ha hecho alguna colecta para ayudar a algunos de sus miembros, como un agente que sufrió un accidente y tuvo que ser ingresado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo. O para las viudas que se quedan en una situación de extrema necesidad.

"Los políticos están apoyando la equiparación salarial, pero se están olvidando de los policías jubilados. Nosotros luchamos para que nuestra jubilación sea un premio", apunta Giménez, que también tiene palabras para su homóloga de la RAGCE (Retirados Asociados de la Guardia Civil), Lucía Llanos. "Vamos de la mano con ellos porque el problema es el mismo".

La asociación se ha reunido ya con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien ha trasladado la cuestión

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