"Hemos logrado el nacimiento de casi 9.000 niños en 28 años"
Rufino García-Otero, codirector médico de la clínica Embryocenter Civte
Los últimos avances médicos se debaten en Sevilla hasta el sábado en el IV Congreso Internacional de Medicina Reproductiva.
Tras ocho años en Alemania, donde se especializó con profesores de reconocido prestigio internacional en técnicas de laparoscopia y tratamientos contra el cáncer, así como en reproducción asistida, el doctor Rufino García-Otero regresó a Sevilla hace tres años para incorporarse al equipo de Embryocenter CIVTE (Centro de Fecundación In Vitro y Transferencia Embrionaria). Pertenece a la tercera generación de una familia sevillana de ginecólogos pioneros. "La tradición comenzó con mi abuelo Rufino García-Otero y continuó con mi padre, Eduardo García-Otero", explica el especialista.
La clínica que codirige en Sevilla ha logrado en sus 28 años de historia el nacimiento de casi 9.000 bebés mediante técnicas de reproducción asistida. Con este balance, el objetivo de Embryocenter ahora es convertirse en un centro de referencia internacional. Ante la exigencia de la permanente renovación y del intercambio de conocimientos que exige la práctica médica, Embryocenter celebra desde hoy hasta el sábado un encuentro en el que participan expertos en los últimos avances en Ginecología, el IV Congreso Internacional de Medicina Reproductiva y Cirugía Endoscópica.
-Tener un hijo es el sueño de muchas personas, ¿cuál es la clave en los tratamientos para lograrlo?
-El elemento fundamental del éxito es aunar la profesionalidad con el trato humano. En nuestra clínica tenemos enfermeras que trabajan con nosotros desde hace más de 35 años, que comenzaron con mi abuelo. Un profesional que no da prioridad al trato humano no tiene cabida en nuestro equipo.
-La exigencia de la vida actual lleva a las mujeres a retrasar la maternidad y éste es uno de los principales motivos de los problemas de fertilidad desde hace años, ¿tienen alternativas las féminas?
-Cuando las jóvenes ven que pasa el tiempo y que no pueden ser madres porque están solteras, o por motivos de trabajo, entre otros, tienen la opción de preservar la fertilidad mediante la criopreservación o vitrificación de ovocitos hasta que decidan tener un hijo.
-¿Ha crecido la demanda de este tratamiento?
-En los últimos tres años ha crecido un 30%. La edad idónea para la extracción del ovocito gira entre los 28 y los 32 años. La probabilidad de la vuelta a la vida del ovocito tras la vitrificación alcanza el 90%. En nuestra clínica contamos con la colaboración del doctor Al-Hasani, quien desarrolló los protocolos de la criopreservación y quien también participa en nuestro congreso.
-¿En qué consiste el proceso?
-Es una intervención ambulatoria con sedación y la mujer sólo necesita una mañana. El óvulo se conserva en nitrógeno líquido.
-También se pueden beneficiar las mujeres que sufren cáncer.
-Antes de someterse a quimioterapia y radioterapia. En el caso de las mujeres adultas, se pueden aislar los ovarios del impacto de la quimioterapia y la radioterapia; en el caso de las más jóvenes se puede criopreservar tejido ovárico.
-Embryocenter incorporó la selección de embriones para evitar el cáncer de mama.
-Esta técnica, el diagnóstico genético preimplantacional, la aplicamos desde hace tres años para seleccionar embriones de las mutaciones de los genes BRCA1, BRCA2 y BRCA3 implicados en el cáncer de mama. Esta técnica se utiliza para pacientes con predisposición a sufrir la enfermedad por contar con antecedentes familiares de cáncer de mama.
-¿Cuántas parejas logran ser padres con técnicas de reproducción asistida?
-En nuestra clínica el 80% de las parejas logran tener un hijo.
-Algunas parejas se frustran.
-En esta área es necesario que el especialista en reproducción sea humano, honrado y no haga perder el tiempo a las pareja.
-¿Cuál es el balance del centro?
-En los 28 años de funcionamiento hemos logrado casi 9.000 nacimientos. Mi padre fundó la clínica. Su valentía le llevó a ser pionero en España en cirugía laparoscópica, vaginal y en el parto sin dolor.
-Y sigue su camino.
-Desde siempre he querido ser ginecólogo. En mi casa en Argote de Molina, en las plantas inferiores, mi padre y mi abuelo tenían sus consultas. Crecí entre enfermeras y barrigas grandes. Ésto hizo que ser ginecólogo se convirtiera en mi ilusión y en la de mi padre. La he cumplido.
-¿Metas?
-Convertir a la clínica en un centro referente a nivel mundial. Cuento con un equipo que hay que reconocer, los ginecólogos Carlos Martínez García-Otero, Vicente López Villaverde, Toñi Sánchez Oliver y Elena Flores Aznar.
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