Las dos lunas de miel fallidas de Antonio Machado
Calle Rioja
La Semana Trágica frustró su viaje de novios a Barcelona y la fiesta nacional francesa le impidió encontrar un médico en París para Leonor
14 de julio de 1911. Es la fiesta nacional en Francia y Antonio Machado no encuentra un solo médico en París. Había preparado con su joven esposa Leonor una escapada a Bretaña para compensarla de su santa paciencia mientras él asistía a las clases de Henri Bergson. La pareja, como en un segundo viaje de novios, viajaron a París con una beca de la Junta de Ampliación de Estudios. Leonor se puso malísima, aquejada de hemotisis, pérdida de sangre en el aparato respiratorio.
El primer viaje de novios tampoco fue idílico. En 1907 tomó posesión de su cátedra de Francés en un instituto de Soria. Pasa de la pensión de don Isidro Martínez a la de Isabel Cuevas, viuda, cuñada del anterior. Se queda prendado de la hija de la matrona, Leonor, pero ella tiene quince años y no se hace muchas ilusiones. En unos versos se la imagina pretendida y casada con un “mocito barbero”. El 30 de julio de 1909 la lleva al altar. Ella tiene 16 años y él 34. Para la luna de miel preparan un viaje a Barcelona, donde les esperaba su hermano Manuel. Pero había estallado en Barcelona la Semana Trágica. Una movilización contra el decreto del Gobierno de Maura de envío de tropas a la guerra de África. La pareja cambió de planes. En Zaragoza siguieron en dirección a Irún y Fuenterrabía.
Ojalá y su vida hubiera sido la del poeta del mismo nombre que aparece en su Cancionero Apócrifo. De este Antonio Machado dice que “nació en Sevilla en 1875. Fue profesor en Soria, Baeza, Segovia y Teruel. Murió en Huesca en fecha todavía no precisada. Algunos lo han confundido con el célebre poeta del mismo nombre autor de Soledades, Campos de Castilla, etc”. Pero Antonio Machado no murió en Huesca. Muere en Collioure el 22 de febrero de 1939. Hoy se cumplen 150 años de su nacimiento en el Palacio de Dueñas.
Su vida está llena de trampas del infortunio. La primera, la fecha de su nacimiento. Su centenario fue en los últimos meses de vida de Franco. El maleficio de los poetas sevillanos casados con sorianas, porque el centenario del nacimiento de Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) coincidió con los primeros meses de la Guerra Civil, el conflicto que va a separar (que no distanciar) definitivamente a Manuel y Antonio Machado, los dos primeros hijos de Antonio Machado Álvarez, Demófilo, padre del folklore, y Ana Ruiz, familia de marinos, que muere en Collioure tres días después que su hijo.
Antonio nace un año después que Manuel y se casa un año antes. Los dos crecen en un matriarcado gobernado por su abuela Cipriana, pintora y recopiladora de leyendas, y su madre. En 1883 se va toda la familia a Madrid, donde es destinado el abuelo, Antonio Machado Núñez, el catedrático que fue alcalde de Sevilla cinco días y rector de la Universidad en los años de la Gloriosa y de la Primera República. Para sanear la economía, Demófilo se traslada a Puerto Rico como registrador de la propiedad. En 1893, seis años antes de la pérdida de las colonias, él contrae una enfermedad mortal en una de ellas. Sólo le da tiempo a regresar a Sevilla para morir en brazos de su mujer en su casa de la calle Pureza. Dos años después muere el abuelo.
Todos en la familia, incluido su hermano Antonio, le desaconsejan a Manuel Machado que en días tan convulsos haga ese viaje a Burgos el verano de 1936. Va con su esposa, Eulalia Cáceres, una prima de la que se quedó prendado cuando vino a Sevilla a estudiar en el instituto San Isidoro y terminar Filosofía y Letras. El 16 de julio es el día del Carmen, nombre de una hermana de Eulalia que está de monja en un convento burgalés. Un día antes de la partida han asesinado a Calvo Sotelo. Dos días después se produce el Alzamiento. Burgos es una ratonera. Cuando van a coger el tren de regreso, éste ha salido con media hora de antelación. Tres años que recrea Joaquín Pérez Azaústre en su libro El querido hermano. Manuel se entera el 25 de febrero de 1939 de la muerte de su hermano. Con su mujer viajan en coche hasta París, pero ya es demasiado tarde.
Los hermanos habían compartido aventuras parisinas. Hacen un primer viaje en 1899, Manuel en marzo para incorporarse a la editorial Garnier; Antonio, en junio. Conocen el legado de Rimbaud, Verlaine y Baudelaire, cultivan la amistad de Rubén Darío y Alejandro Sawa, el poeta que había nacido en la misma calle San Pedro Mártir que Manuel. Antonio regresa en octubre, Manuel permanece en su ciudad-imán, “con Montmarte y con Macarena comulgo”, dirá en un poema.
En 1902 hacen un segundo viaje a París. Gómez Carrillo, periodista guatemalteco que estuvo casado con Raquel Meller, le busca a Antonio un trabajo de canciller en la embajada de Guatemala. No volverá hasta nueve años más tarde, con la beca para asistir a las clases de Bergson, que en 1927 recibirá el Nobel de Literatura. Fue su abuelo, el krausista Machado Núñez, el que abrió esa senda. Se licenció en Medicina en París. En 1912 muere Leonor, sale Campos de Castilla y obtiene la plaza de catedrático de Francés en Baeza, “un pueblo húmedo y frío / destartalado y sombrío, / entre andaluz y manchego”.
Hoy es santa Ana, patrona de la Velá y el nombre de la madre del poeta, nacida en la calle Betis. El patrón es Santiago, santo y topónimo fundamental de los Machado. En Santiago de Compostela fue catedrático el abuelo, nació su padre y ejerció de bibliotecario su hermano Manuel. En Santiago de Chile mueren Joaquín y José Machado. El segundo cruzó la frontera con Antonio y doña Ana y vivió la muerte de ambos en Madrid. Estos hermanos nunca volvieron. Embarcaron en el Formosa, un barco para exiliados que fletó Pablo Neruda hasta Buenos Aires. La familia la completaban Francisco, que fue funcionario de prisiones, y Cipriana, la única hembra, que muere con 15 años. Los que tenía Leonor cuando dejó al poeta sin palabras.
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