La concesión de medallas de la Policía Nacional vuelve a traer polémica en este 2019, como suele ser habitual en los últimos años. Sindicatos como Jupol han denunciado públicamente este verano el sistema de concesión de condecoraciones, que premia a los altos mandos con cruces rojas, que acarrean una pensión del 10% del salario, y deja sin recompensa a policías de la escala básica que se han jugado la vida en distintas intervenciones.

Por el momento, ha sido Jupol el único sindicato que ha levantado la voz durante este verano. Se trata de una central que ha obtenido una gran victoria en las elecciones al Consejo de la Policía, y que cuenta con más de 1.200 afiliados en la plantilla de la Policía Nacional en Sevilla. Cuenta también con el máximo número de consejeros en la junta de gobierno de la Dirección General de la Policía, órgano en el que se debatirá este mes de septiembre la entrega de condecoraciones, y en el que esta central espera estar presente.

Llama la atención el silencio del resto de organizaciones, que en otras ocasiones sí se mostraron muy críticas. Cada año, los sindicatos presentan una serie de propuestas para medalla, que en esta ocasión no han sido incluidas en las listas provisionales remitidas a Madrid, pese a que a algunos de los agentes propuestos se les ha informado de lo contrario.

Este periódico ha tenido acceso al listado provisional enviado a la Dirección General con las propuestas de condecoraciones de la Jefatura Superior de Sevilla. En él figuran decenas de agentes, propuestos para condecoraciones bien por hechos concretos o por su trayectoria profesional. En el primer caso, hay tres agentes para los que se pide la cruz al mérito policial con distintivo rojo por haber participado en intervenciones muy destacadas.

Uno de ellos es un policía que fue tiroteado en Dos Hermanas durante la detención de un presunto maltratador y resultó herido en el hombro por el impacto de un cartucho de escopeta. Otros dos son agentes que tuvieron una intervención destacada en Los Pajaritos, en los que uno de ellos resultó lesionado grave. A estos casos se une el del jefe de la comisaría provincial, que también está propuesto para esta condecoración.

Entre los policías que están propuestos para las cruces blancas, hay algunos que han participado en hechos destacados que han tenido trascendencia mediática. En estos casos están policías que salvaron a personas atrapadas en un incendio, que evitaron suicidios, que intervinieron una gran cantidad de droga en una nave industrial, que participaron recientemente en la persecución de un alunicero conocido como el Cheíto, así como varias operaciones relevantes contra el tráfico de drogas y contra los robos con violencia.

El resto de los que figuran en las listas son policías propuestos por su trayectoria profesional, en algunos casos muy dilatada y con brillantes expedientes tras muchos años de servicio. Del listado se han quedado fuera otros casos muy destacados, como el del agente que se jugó la vida para salvar a una mujer en una cornisa de Alcalá de Guadaíra, policías que participaron en rescates en incendios o agentes históricos que llevan años solicitando su reconocimiento, como Cayetano, el policía con más detenidos de España durante tres años consecutivos, o Ricardo Morente, el investigador que resolvió un doble crimen cometido 18 años antes.

También han sido excluidos de las listas agentes que han protagonizado persecuciones con delincuentes, y que se han jugado la vida en ellas, circulando a toda velocidad para tratar de atrapar a los sospechosos. Como cada año, también ha causado malestar entre los agentes en este 2019 la concesión de medallas al mérito policial para personas ajenas al cuerpo.