Más de tres millones de peonadas en juego por el paro en el campo sevillano
Los trabajadores agrarios están llamados hoy a la huelga contra el incumplimiento del convenio · CCOO y UGT llevarán la movilización a otras provincias porque creen que los abusos empresariales son generalizados
Miles de trabajadores del campo sevillano están llamados hoy a la huelga por los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras. El motivo, según denuncian, es el incumplimiento generalizado del convenio colectivo provincial, en salarios, extensión de la jornada, descansos y horas extraordinarias. Las centrales sindicales anunciaron el 13 de octubre que la huelga iba a ser indefinida, pero finalmente se ha suavizado esta postura. El paro es total hoy, y a partir de mañana los piquetes informativos recorrerán toda la provincia y paralizarán aquellas fincas en las que detecten que no se cumple el convenio colectivo, según explica Antonio Perianes, secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO-A. La movilización afectará al final de la campaña de la aceituna de verdeo y, sobre todo, a los cítricos, con la naranja como producto estrella. Esta campaña genera tres millones de jornales en la provincia.
"El campo es una jungla y la política mira para otro lado". Es la frase con la que Perianes resume la situación, que cree generalizada en toda la región. De ahí que los sindicatos pretendan extender la huelga a otras provincias. Las únicas citas fijadas son la de hoy de Sevilla y la del 3 de noviembre en Córdoba.
CCOO cree que la mayor demanda para trabajar en el campo motivada por la crisis ha incrementado la vulnerabilidad del trabajador. Lo que el empresario declara, dice el sindicato, nada tiene que ver con la realidad. El año pasado detectaron casos de trabajadores que habían sido empleados toda la campaña de cítricos y sólo habían cotizado diez días. "Se está pagando la caja de 30 kilos de naranjas a 3,5 euros; si un trabajadores recoge cien, las multiplican por 3,5 y lo dividen por 44,27 euros, el jornal establecido en convenio; ése es el número de días que cotiza, tenga o no que ver con la realidad", afirma Antonio Perianes.
Los sindicatos creen que este tipo de prácticas es habitual, y se deben sobre todo a la presencia de intermediarios o agentes que compran la fruta en el árbol y que luego establecen sus propios modos de actuar, fuera de convenio y a través de empresas de trabajo temporal. Generalmente, venden la fruta sobre camión para que sea comercializada desde zonas competidoras como Valencia o Murcia. "Se trabaja ocho o nueve horas diarias por 25-30 euros; no sé quién se lleva el dinero, si las ETT, los manijeros o los intermediarios, pero a quién hay que pedir responsabilidades es a la empresa matriz", afirma por su lado Emilio Terrón, responsable de política agraria de UGT de Andalucía.
El representante de UGT niega cualquier connotación en la huelga más allá de la propia situación en el campo, pero la presencia de Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO a nivel nacional, en la rueda de prensa convocada ayer por el sindicato parecía indicar lo contrario. Toxo englobó la huelga en el retraso que sufre la negociación colectiva. "[La huelga] Forma parte de las primeras movilizaciones que realizaremos UGT y CCOO para dinamizar esta negociación". Y justificó la convocatoria, a nivel general, en "el cóctel explosivo" que supone la conjunción de crisis, vulneración de convenios y pasividad en el cumplimiento de las normas.
Éste es otro de los caballos de batalla. Pedro Carbonero, secretario general de CCOO-A, habla de "ausencia de vigilancia" por parte de la inspección de trabajo, y anuncia que acudirá a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía para denunciar el uso de menores para trabajos diversos en la Vega del Guadalquivir. Perianes añade que atacarán cualquier tipo de ilegalidad. Y ve más fácil hacerlo en, por ejemplo, la identidad mercantil de las empresas que en lo estrictamente laboral.
El motivo es que en el campo los contratos aún son verbales y sólo se formalizan una vez se ha efectuado el trabajo, con lo que desde el punto de vista de la inspección son muy difíciles de fiscalizar. CCOO reivindica la actualización de esta situación, por dos vías: la generalización del contrato fijo discontinuo, "olvidado" en la reforma laboral, y la incorporación de los trabajadores agrarios al régimen general de la Seguridad Social, una promesa del Gobierno sin cumplir. Además, recuerda Terrón, las campañas son muy intensivas, con mucha mano de obra en poco tiempo, lo que hace que la inspección siempre llegue tarde.
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