El museo de Bellas Artes de Sevilla ante su enésima ampliación

La promesa de extender la pinacoteca al Palacio de Monsalves está en boca de los políticos desde hace 20 años. El Gobierno se ha comprometido ahora a licitar el proyecto en unos meses. ¿Será la definitiva?

Las obras maestras de la Caridad como nunca antes se habían visto

El Palacio de Monsalves.
El Palacio de Monsalves. / Juan Carlos Muñoz

Un protocolo que ya ha cumplido la mayoría de edad. Han pasado ya 18 años desde que el 5 de marzo de 2007 se firmara un protocolo de colaboración entre el Ministerio de Cultura que en esos tiempos dirigía Carmen Calvo, y la Junta de Andalucía, representada por el entonces consejero de Hacienda, José Antonio Griñán, y la consejera de Cultura, Rosa Torres, y el alcalde de Sevilla de aquella etapa, Alfredo Sánchez Monteseirín para que la ansiada y necesaria ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla se realizara en el palacio de Monsalves, una joya en la calle del mismo nombre.

Desde entonces, han pasado tres presidentes del Gobierno por la Moncloa y ha habido otros cuatro en la Junta de Andalucía, además de un buen número de ministros y consejeros del ramo. Un vistazo a la hemeroteca revela que con todos ellos se ha vendido, en mayor o menor medida, una ampliación que nunca ha llegado. Con cada cambio de Gobierno el contador se ha vuelto a poner a cero. Esta misma semana se ha anunciado en una comparecencia del ministro Urtasun y la consejera Del Pozo, que el Gobierno iba a estudiar el plan museológico que la Junta de Andalucía ha facilitado al Ministerio de Cultura y que, "en unos meses", como anunció el ministro, se encargará el concurso de licitación que llevará a cabo esta esperadísima ampliación. El tiempo dictará de nuevo sentencia y dirimirá si el 7 de julio de 2025 asistimos a un nuevo día de la marmota o de venta de humo, como no ha dudado en calificarla el propio alcalde de la ciudad, o si esta vez Sevilla, por intercesión de San Fermín, llevará su museo, ese que dicen es la segunda pinacoteca de España, al siglo XXI.

El ministro Ernest Urtasun y la consejera Patricia del Pozo, el pasado lunes en el Museo de Bellas Artes.
El ministro Ernest Urtasun y la consejera Patricia del Pozo, el pasado lunes en el Museo de Bellas Artes. / José Ángel García

La nueva promesa de ampliación llega en un momento de debilidad del Gobierno de coalición entre PSOE y Sumar, aunque el presidente Sánchez ha asegurado una y otra vez que no tiene intención alguna de bajarse del barco y convocar elecciones anticipadas, algo que dilataría de nuevo los plazos de la ampliación de la pinacoteca. La actual administración autonómica de Partido Popular lleva tiempo trabajando en este proyecto para el Museo de Bellas Artes de Sevilla que consideran prioritario. El anterior consejero, Arturo Bernal, ya mantuvo varias reuniones con Urtasun para avanzar en una iniciativa vital para la capital de Andalucía. Patricia del Pozo, en esta segunda etapa como consejera de Cultura, ha dado junto a su equipo el último impulso.

El Plan Museológico que la Junta de Andalucía ha facilitado al Ministerio de Cultura hace apenas un par de meses incorporaba al antiguo convento de la Merced Calzada, donde se concentran actualmente los fondos del Bellas Artes, el Palacio de Monsalves y la biblioteca de la calle Alfonso XII, un planteamiento que hará que la superficie útil actual de 5.937 m2 pase a un total de 13.526 m2, casi el triple. La propuesta, detalló Del Pozo en la rueda de prensa, destina la sede actual al Renacimiento y al Barroco -"el plan incide en la afortunada relación entre este antiguo Convento de la Merced y el contenido que albergaría"-, mientras que "las colecciones y donaciones de la sociedad sevillana" ocuparán los inmuebles añadidos.

El lógico crecimiento hacia Monsalves

El palacio de Monsalves.
El palacio de Monsalves. / Juan Carlos Muñoz

Fue en el año 2000 cuando se empezó a hablar de la ampliación del Bellas Artes en el Palacio de Monsalves, un inmueble histórico muy cercano al antiguo convento de la Merced. En su momento también se planteó que acogiera la colección Bellver, que finalmente se expone en la Casa Fabiola. Tanto las administraciones como los agentes culturales han identificado siempre este palacio, junto con el edificio anexo de la antigua biblioteca provincial de la calle Alfonso XII, como el apéndice natural de la pinacoteca, el lugar hacia el que crecer. La duda la planteó el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, quien se despachó primero con la propuesta de hacer un gran museo en la antigua Fábrica de Tabacos, sede de la Universidad de Sevilla; y después en la Plaza de España.

Del Pozo y Urtasun la pasada semana en el museo.
Del Pozo y Urtasun la pasada semana en el museo. / José Ángel García

Sevilla siempre ha presumido de tener la segunda pinacoteca de España. Una afirmación que algunos consideran un tanto exagerada. El antiguo convento Casa Grande la Merced es sede de esta pinacoteca que cuenta con excelentes obras de Murillo, Zurbarán o Valdés Leal. Pero hay una gran cantidad de fondos, legados del siglo XIX fundamentalmente, que se encuentran almacenados y sin poder exhibirse. Las obras de autores costumbristas como García Ramos, Villegas o Jiménez Aranda no tienen cabida entre la amplia y gran colección de pintura barroca sevillana. Por eso, desde hace décadas, se habla de incorporar una anexo en el que poder mostrar estas colecciones.

El edificio que se eligió es el Palacio de Monsalves, a pocos metros del museo, cuyo origen es uno de los más antiguos de Sevilla. Los Monsalves fueron catalanes que llegaron a la ciudad con Fernando III en la reconquista. El edificio contaba con una fantástica portada de piedra que su propietario, Tulio O'Neill, trasladó a finales del XIX a otro palacio que tenía en Córdoba. Se puede ver en un grabado que Richard Ford hizo de la casa.

Los característicos tejados de Monsalves con el convento de la Merced, sede del museo, al fondo.
Los característicos tejados de Monsalves con el convento de la Merced, sede del museo, al fondo. / D. S.

Desde entonces, el edificio ha pasado por distintas manos. Una de las épocas de mayor esplendor es la que atraviesa siendo su propietario Javier Sánchez-Dalp. El marqués de Aracena le hace una profunda reforma liderada por Aníbal González en consonancia con otra de sus residencias: el antiguo palacio de los Medina Sidonia en la Plaza del Duque de la Victoria. En el comedor de su primera planta se podían admirar, por ejemplo, las pinturas de Juan de Arguijo que ahora se exponen permanentemente en el museo.

Grabado del palacio de Richard Ford.
Grabado del palacio de Richard Ford. / D. S.

En 1948 el Palacio de Monsalves se vende a la Compañía Sevillana de Electricidad que lo une a la casa de José de la Cámara, en la calle Alfonso XII, para establecer su sede. El arquitecto Rafael Arévalo es el encargado de adaptar el edificio. En 1970, cuando la empresa se traslada a la Borbolla, Monsalves pasa a manos del Estado que establece allí la delegación de Educación. En 1984 llega a manos de la Junta de Andalucía, que lo destina a distintas consejerías. Tras cerrarse, ha servido de plató para distintas películas y series.

Interior del Palacio de Monalves.
Interior del Palacio de Monalves. / D. S.

Una ampliación sin plazos ni presupuestos

El anterior ministro de Cultura, el catalán Miquel Iceta, aseguró que las obras de ampliación del Bellas Artes no se acometerían hasta que acabaran las obras en el Museo Arqueológico, una reforma en la que el estado ha invertido más de 30 millones de euros. La Junta se negó a supeditar el inicio de unas obras a la finalización de las otras porque, evidentemente, se eternizarían los plazos. Si se cumple la palabra dada por Urtasun, el proyecto de ampliación del Bellas Artes y sus trámites administrativos correrán en paralelo a las obras del Arqueológico. Por tanto, el inicio de las obras de adaptación de Monsalves podría coincidir con los trabajos finales para reabrir al público el museo de la Plaza de América. El ministro. Urtasun aseguró también que el Ministerio de Cultura asumirá el coste de la ampliación.

Uno de los patios de Monsalves.
Uno de los patios de Monsalves. / D. S.

En el horizonte está el año 2035 y el segundo centenario de la pinacoteca. Desde la Junta han recordado que "el plan contempla que las intervenciones arquitectónicas son necesarias tanto en la sede actual como en la propuesta para su ampliación, ya que es inconcebible inaugurar una nueva sede sin planificar la adaptación y la conservación de la anterior".

En este sentido, Patricia del Pozo informó hace poco más de un mes que ya se ha solicitado al Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), dependiente del Ministerio de Cultura, la restauración del claustro mayor del antiguo convento de la Merced, en especial los paneles cerámicos que decoran el zócalo corrido sobre el que descansan las columnas pareadas y los arcos de medio punto.

Un museo que crece menos que otros de Andalucía

La ampliación del Museo de Bellas Artes es necesaria para proyectar la pinacoteca hacia el futuro y para mejorar su número de visitantes. El museo crece, pero lo hace mucho menos que otros espacios gestionados por la Junta de Andalucía.

Entrada del Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Entrada del Museo de Bellas Artes de Sevilla. / D. S.

El Museo de Bellas Artes de Sevilla es el segundo espacio museístico con más visitantes de los que gestiona la Junta de Andalucía. Según los datos aportados por la Administración, la pinacoteca sevillana recibió 325.000 asistentes a lo largo de 2024. Una cifra que supuso un incremento de visitantes del 13% respecto a 2023. Si se analiza el dato, este porcentaje es notablemente inferior al que han experimentado los otros dos grandes espacios que lideran la estadística.

El Museo de la Alhambra -que ocupa el primer puesto- recibió 691.826 visitas a lo largo de 2024, un 31% más que en 2023. Un porcentaje muy superior es el percibido por el Museo de Málaga, que ocupa el tercer lugar. Este espacio ubicado en el Palacio de la Aduana experimentó un incremento de visitantes del 65%, lo que se tradujo en 256.652 asistentes.

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