El verano del año pasado se saldó en Sevilla con 29 noches tropicales (desde el 1 de junio al 7 de septiembre) y el actual actual serán hasta 43, un 48% más de subida que llega en consonancia con la aceleración del cambio climático y que se está traduciendo en la capital hispalense y en toda la cuenca del Guadalquivir con un aumento considerable de las temperaturas.

¿Cuándo se puede hablar de noche tropical? Técnicamente, se puede aplicar este término desde el punto de vista climatológico para aquellas madrugadas en las que las temperaturas se mantienen por encima de los 20 grados, un hecho cada vez más repetitivo en Sevilla. Sin ir más lejos, la primera semana de septiembre contará con un pleno de noches tropicales, pues ninguna bajará de los veinte grados según las previsiones oficiales de Aemet.

Asimismo, la última semana de agosto no se quedó muy lejos. Hasta en tres ocasiones se superaron los 21 grados y uno de los días se llegó incluso a alcanzar los 22.5 graados. Noches, desde luego, insufribles, si no se tiene aire acondicionado o un ventilador cerca.

El cambio climático, factor principal

El aumento en 14 las noches tropicales de un año para otro tiene, como todo, un porqué. La causa principal se sitúa en el cambio climático que se está sufriendo a nivel global. El pasado 25 de julio, desde el Ayuntamiento de Sevilla, conscientes de la gravedad del tema, se firmó el compromiso con la ciudad y el medio ambiente para frenar en lo máximo posible las consecuencias del cambio y poner en marcha medidas que lo puedan mitigar. 

"Reducir para el año 2030 un 40%, como mínimo, las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y a aumentar su resistencia a los impactos del cambio climático", fueron las palabras de Juan Espadas, alcalde de la ciudad, en su proyecto para 2030, cuyas principales medidas son las siguientes. 

Medidas de mitigación del cambio climático en el Paces 2018.

Un problema para el bolsillo

Aunque resulta imposible conocer en detalle cuánto dinero supone para las familias el aumento térmico durante las noches en Sevilla, sí se puede recalcar que es un gasto que dependerá de las necesidades de la persona y que se establece en relación a la temperatura exterior, el aislamiento térmico del lugar en el que deba actuar, de la ventilación y de la sensación térmica del propio usuario.

Justamente, cuantos más grados se quiera reducir, mayor será el consumo del sistema, tal y como informa la revista caloryfrio.com. Y la consecuencia inmediata de un aumento de las noches tropicales es evidente: se recurre más al aire acondicionado. El número de aires acondicionados puestos en funcionamiento por las noches ha sido mayor este año debido al aumento de temperaturas, lo que conlleva un mayor consumo y una factura más cara. Además de todo esto, el mayor uso de máquinas de aire acondicionado acelera la contaminación y el cambio climático. Una pescadilla que se muerde la cola...