ONU para todos y pocos para la ONU
El agasajo a Trump de los líderes europeos en la cumbre de la OTAN contrasta con la ausencia de mandatarios de la UE en Sevilla, donde Estados Unidos ni siquiera enviará una delegación
Sevilla vive las vísperas de la cumbre de la ONU con calma y mucha seguridad en la zona monumental
Armarnos hasta los dientes de aquí a diez años. Ése vino a ser el mensaje que los países de la OTAN lanzaron esta misma semana en La Haya. Sin entrar en el cacareado debate de porcentajes en gasto militar a futuro y en los teatrillos de unos y de otros (Donald Trump, Pedro Sánchez, Mark Rutte…), la moraleja fue que los peligros del mundo acechan y qué menos que estar (más y mejor) preparados con misiles, aviones de combate y un sinfín de recursos para ciberseguridad. No faltaron en la foto final (incluso alguno esquinado) todos los líderes de la Alianza Atlántica, con la tropa europea agasajando al presidente de Estados Unidos en los Países Bajos por ser el dueño de la pelota, que lo es, y por imponer él las normas porque si no, aquí no se juega.
Sirva este preámbulo para percibir las diferencias entre la cita neerlandesa con todos los gallos del corral armamentístico con la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FFD4) que alberga desde mañana al jueves la ciudad que en España todo lo acoge: Sevilla. La llamada Cumbre de la ONU debería ser un evento crucial en una coyuntura en la que los presupuestos de cooperación menguan mientras las necesidades humanitarias no paran de aumentar por los conflictos, los contextos políticos y la crisis climática. Pues pese a este poco halagüeño contexto, los mandatarios europeos han decidido ausentarse aun siendo esta cuarta edición la primera que se celebra en Europa después de Monterrey (México, 2002), Doha (Catar, 2008) y Addis Abeba (Etiopía, 2015). ONU para todos y pocos para la ONU, en definitiva.
Los países de la UE estarán representados por sus respectivas delegaciones, pero el único que de momento no se ha caído del cartel y tiene anunciada para mañana su aterrizaje en la capital hispalense es Emmanuel Macron, amén del Jefe de Estado español, Felipe VI; del anfitrión Pedro Sánchez; de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y, faltaría más, del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Presupuesto menguante
En los primeros días de su segundo mandato, Trump mandó un recado (uno de tantos) al mundo: congelación de la ayuda exterior por parte de EEUU y fin de la participación de su país en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, medida que ya tomó en su anterior etapa en la Casa Blanca. A nadie extrañó, por ende, que hace unos días se anunciara que no venía a la Cumbre de la ONU; es más, la principal potencia del planeta ni siquiera estará representada en esta cita.
Inquieta sobremanera cómo conseguir dinero para mantener en pie los planes de cooperación, ya que en 2023 Estados Unidos aportó un 40% de la ayuda humanitaria al planeta, según datos de Naciones Unidas. La OCDE aportó más cifras: EEUU tenía presupuestados fondos por más de 63.000 millones de dólares en ayuda oficial al desarrollo en 2024, lo que equivalía a casi el 30% de toda la asistencia de fuentes gubernamentales a nivel mundial. La gran mayoría de esos recursos fueron cancelados por Trump, llevando al cierre precipitado de cerca de 6.000 programas en decenas de países, con impacto en millones de personas. La ONU tuvo recientemente que "hiperpriorizar" la petición de fondos para sus programas humanitarios, que rebajó de 44.000 a 29.000 millones de dólares para 2025, lo que significa reducir el número de atendidos de 180 millones a 114.
Tampoco pisará Andalucía una de las figuras americanas más relevantes en la lucha para combatir la pobreza y en pro de los más desfavorecidos. El brasileño Lula da Silva anda de preparativos para acoger en noviembre la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en la localidad ciudad amazónica de Belem do Pará.
El Compromiso de Sevilla, como se ha bautizado el documento final que firmarán los países presentes en la capital andaluza, buscará establecer un marco integral y factible que fortalezca la financiación global para el desarrollo sostenible. La tarea en estos tiempos convulsos, en los que gastamos más y más en balas y en cañones que en panes y en peces, será hercúlea.
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