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El plan policial contra los alunizajes se refuerza con doce agentes más

  • El dispositivo Centauro contra los alunizajes sumó tres detenidos y once vehículos recuperados en apenas dos semanas

Así quedó la tienda de Vodafone de la calle Feria.

Así quedó la tienda de Vodafone de la calle Feria. / Juan Carlos Vázquez

El dispositivo especial contra los alunizajes puesto en marcha por la Policía Nacional a mediados del mes de agosto se reforzará con doce agentes más. Este plan, denominado Centauro, comenzó a dar sus frutos a finales de agosto, cuando fueron detenidos al menos tres aluniceros, entre ellos uno de los más activos de la provincia de Sevilla en los últimos años, y ya se han recuperado más de una decena de vehículos sustraídos y empleados tanto para cometer los robos como para darse a la fuga a toda velocidad.

Los buenos resultados en la lucha contra este tipo de robos con fuerza, que sufrieron un repunte importante desde principios de agosto en Sevilla capital y algunas localidades del área metropolitana, han llevado a la Policía a abrir una convocatoria interna para reforzar las unidades que están participando en este dispositivo.

En este proceso interno se buscan doce agentes, de los cuales nueve irán destinados al Grupo Operativo de Apoyo (GOA). Esta unidad, creada el año pasado por el comisario provincial de Sevilla, Andrés Garrido, es una especie de grupo integral que va reforzando el trabajo de aquellas unidades que lo precisen. Por ejemplo, si se detecta un incremento de los robos en domicilios o de los atracos, el GOA se dedicara a diseñar operativos preventivos y a analizar todas las denuncias relacionadas con ese tipo de delitos que se presenten en Sevilla, bien para impedir nuevos robos o para tratar de detener a los autores in fraganti.

Una tienda de Vodafone en Dos Hermanas Una tienda de Vodafone en Dos Hermanas

Una tienda de Vodafone en Dos Hermanas / Antonio Pizarro

El GOA se fundó el año pasado siguiendo un modelo con el que la Policía trabaja en Madrid y que hasta ahora no funcionaba en Sevilla. Se trata de aprovechar mejor los escasos recursos disponibles y combatir la delincuencia de manera dinámica, dando respuestas según las necesidades del servicio. El grupo nació tras un incremento importante de los robos de vehículos, sobre todo de ciclomotores, y también en interior de coches, de los que se sustraían principalmente piezas del motor o baterías que contuvieran metales preciados como plomo o cobre.

El trabajo de esta unidad permitió reducir considerablemente el índice de robos de motos y coches en Sevilla en cuestión de meses, en una operación que se denominó Cristal. Uno de los indicativos que mejor funcionan son los Tauro, integrados dentro de este grupo y que se mueven por toda la ciudad, apoyando a las patrullas de las comisarías de distrito en las zonas que haga falta. Por ejemplo, este verano han formado parte del refuerzo policial en las inmediaciones del albergue de la Macarena, donde los vecinos se han quejado en numerosas ocasiones de los problemas de convivencia generados por los indigentes.

La experiencia del año pasado se ha vuelto a repetir este verano con los alunizajes, en la llamada operación Centauro. Desde principios de agosto se ha detectado un repunte notable de los robos con fuerza en comercios mediante este método. Hay varias bandas de aluniceros activas en la ciudad y los robos empotrando vehículos contra los escaparates o fracturando las lunas con mazas comenzaron a sucederse con una frecuencia casi diaria.

Algunos de estos robos fueron tan espectaculares como el asalto al centro comercial Nervión Plaza ocurrido el 8 de agosto. Esa madrugada, siete encapuchados empotraron un BMW contra la puerta principal del recinto y después se desplegaron por el interior armados con mazas. Con ellas fracturaron los cristales de tres tiendas del interior del centro comercial (una joyería, una tienda de telefonía móvil y otra de informática) para huir después a la carrera con lo que pudieron sustraer en unos minutos. La noche siguiente, intentaron repetir el robo en el Factory del aeropuerto, aunque con menos éxito.

Además de éste, ha habido más de una veintena de robos por el mismo método en comercios de Sevilla y otros municipios cercanos como Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra o Castilleja de la Cuesta, entre otros. Las tiendas de telefonía móvil, las de aparatos electrónicos, las ópticas y varias hamburgueserías de la cadena Burger King han sido los principales objetivos de los aluniceros durante el mes de agosto. El elevado número de robos hizo reaccionar a la Policía, que puso en marcha el plan Centauro, formado por agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, de la de Policía Judicial, de las comisarías de distrito y de las comisarías locales de Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra y otros municipios del extrarradio de Sevilla.

La pared contra la que se estrelló el Orejas. La pared contra la que se estrelló el Orejas.

La pared contra la que se estrelló el Orejas. / Víctor Rodríguez

Se reforzaron los controles preventivos en las principales avenidas y vías de escape utilizadas por los aluniceros, que en más de una ocasión habían desafiado a la Policía y la Guardia Civil con fugas a toda velocidad. Algunas de estas persecuciones fueron durante largas distancias, como ocurrió la noche del 9 de agosto, cuando una banda de aluniceros robó en una tienda de Vodafone de Huelva y fueron perseguidos desde esta ciudad hasta Sevilla.

El dispositivo Centauro arrancó a mediados de agosto. Pronto daría sus frutos. En apenas dos semanas fueron recuperados once coches robados y detenidas tres personas que habían participado en varios alunizajes. La pieza más importante fue José Ignacio R. G., de 23 años y conocido como el Orejas, uno de los aluniceros más activos de la provincia de Sevilla. Este delincuente fue visto por una patrulla de la comisaría de Dos Hermanas cuando circulaba por una calle de Montequinto. Iba al volante de un Seat León que había sido sustraído tres días antes en las inmediaciones de la estación de Santa Justa.

Cuando la Policía le dio el alto, el Orejas pisó el acelerador y se dio a la fuga a toda velocidad. Comenzó entonces una persecución en la que el delincuente trataba de llegar a la carrera a su barrio de Bellavista. Con la Policía pisándole los talones, el Orejas perdió el control del vehículo y se estrelló contra la pared de un taller mecánico de la avenida de Jerez. La Policía lo detuvo allí mismo y la investigación posterior permitió que se le pudieran imputar varios alunizajes más. Al Orejas, vinculado al clan de los Chincoa, unos ladrones de Bellavista de los que se dice que fueron formados por el Niño Sáez, se le relaciona con el robo ocurrido en la tienda de drones de Mairena del Aljarafe en junio.

El juez de Dos Hermanas que llevó el caso decretó su ingreso en prisión, una prueba de que los jueces parecen más concienciados con la alarma social que generan estos delitos. Hasta la entrada en prisión del Orejas no era habitual que los delincuentes pisaran la cárcel de forma provisional tras una detención por robos con fuerza. Sin embargo, tanto el Orejas como otro delincuente que empotró un Audi contra una tienda de Vodafone de Dos Hermanas y fue arrestado poco después se encuentran en prisión provisional. Antes de ellos fue detenido otro alunicero en Los Pajaritos.

Pese a la presión policial, los alunizajes han continuado, aunque lo han hecho a un ritmo mucho más pausado. El pasado fin de semana hubo robos en la tienda de la cadena Worten en Sevilla Este y en una nave de comerciantes chinos del polígono Aeropuerto. También los ha habido en un almacén de juguetería del polígono El Manchón y en Mairena del Alcor. Por ello, la Policía refuerza ahora el plan Centauro con doce agentes. Nueve de ellos –un oficial y ocho policías– irán al GOA, mientras que los otros tres agentes de la escala básica se integrarán en la Sección de Atención al Ciudadano de la Brigada de Seguridad Ciudadana.

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