Una oda a las navidades de los corrales de Triana

"A ver qué digo yo ahora". Esas fueron las primera palabras que dijo Paco Lola sobre el escenario del Teatro Lope de Vega. Minutos antes, su amigo César Cadaval, pregonero del año pasado, lo había alabado de casi todas las formas posibles. Ambos consiguieron hacer reír al público que se congregó un diciembre más para el Pregón de la Cabalgata de Reyes Magos del Ateneo de Sevilla. Un acto en el que la música y los recuerdos fueron protagonistas.

El acto comenzó con la interpretación, por parte de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, del ya considerado himno de la cabalgata: La noche mágica de Sevilla. Una composición de Manuel Marvizón al que Mónica Muñoz, Carmen Espinosa y Andrés Muñoz El Marchena pusieron voz. El fulgurante arranque fue aprovechado por Paco Lola, Francisco Joaquín Pérez Garrido en su DNI, para ir hilando historias de su infancia, puesto que él se considera "un niño de 70 años". Una infancia que vivió en el antiguo Corral de los Fideos (Castilla, 58). En ese lugar a mediados del siglo XX se crió Paco Lola, que contó cuando formaba parte de un coro de campanilleros con sus amigos o los problemas económicos a través del humor. "Hasta los 9 años no me di cuenta que las magdalenas llevaban un papel debajo", explicó el pregonero para que el público imaginara el hambre que pasó. Anécdotas como esta provocaron las carcajadas de un público entregado que también disfrutó de la música propuesta por Paco Lola. José Manuel Soto, Pepe Vela, Alicia Gil y Lito acompañaron al componente de Albahaca en el acto.

Los recuerdos, contados con la gracia que caracteriza al pregonero, permitían a los espectadores viajar por la Triana de hace varias décadas. "Me enamoré de un plumier de dos pisos", relató Paco Lola, que también contó el día que ayudó al guardia urbano que dirigía el tráfico en la Plaza del Altozano. O la historia de su caballito de cartón, que se quedó en el corral de vecinos en un lluvioso día y parecía pintado por Fernando Botero: "Terminó el verano y aún estaba húmedo". Cada historia que contó contenía un regalo de esos que se piden a los Reyes Magos. Uno de los más habituales era -y es- un balón de reglamento. "Mi amigo Antonio era tan malo que, siendo el dueño del balón, era suplente", revelaba Paco Lola al recordar sus partidos contra otros niños de Patrocinio, Chapina o La Vega. Es decir, otras zonas de Triana. El pregón de la Cabalgata de Sevilla supo a Triana desde el primer momento.

Pero también quiso hacer guiños al momento que vivimos y a la Cabalgata del próximo 5 de enero. Por ello, pidió un aplauso para los sanitarios como si de las ocho de la tarde del confinamiento de se tratara. También quiso enlazar las fiestas más populares de Sevilla entre sí. Relacionando al que va de ayudante junto a una carroza con el que va junto a una carreta rociera. O a los beduínos que bailan en la cabalgata con las flamencas que lo hacen en las casetas de Feria. Paco Lola dijo que sus tres días favoritos del año son el Domingo de Ramos, la salida del Simpecado de Triana y la Cabalgata de Reyes Magos. Tres momentos en que la ilusión de la ciudad se desborda. Una ilusión que concretó en los más pequeños para recordar que "los reyes de la cabalgata son los niños".