Dos responsables de la promotora Dolmen, imputados en la denuncia por presunta estafa en unos pisos de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), comparecieron ayer ante la juez instructora y culparon de los impagos a las dos constructoras participantes en dichas obras, que se realizaban en Sevilla Este.

Fuentes del caso informaron a la agencia Efe de que Juan Manuel Sanz Marín, presidente de la promotora Dolmen, declaró ante la juez de instrucción 3 de Sevilla que desconocía esos extremos de la gestión y el apoderado Francisco Ramas Varo, por su parte, negó la responsabilidad de su empresa en los impagos.

Según los responsables de Dolmen, fueron las dos constructoras participantes en la promoción quienes empezaron a tener problemas financieros y dejaron de pagar a los subcontratistas, pese a que percibían puntualmente los pagos de dicha promotora.

El ex presidente de los empresarios andaluces Santiago Herrero, que dimitió poco después de saltar el escándalo, está citado hoy como imputado ante la juez por esta denuncia relativa a una promoción de 583 pisos que construye la Fundación para el Desarrollo del Sur de Europa, vinculada a la Confederación de Empresarios de Andalucía, en la barriada de Sevilla Este.

El pasado 13 de marzo compareció como imputado el ex vicepresidente de la CEA Juan Miguel Salas Tornero, quien afirmó que la gestión la llevaba la promotora Dolmen, y el 5 de marzo lo hizo Antonio Carrillo, secretario general de la CEA, quien negó la estafa y declaró que se intentó por todos los medios terminar la obra.

Herrero, que abandonó la presidencia de la CEA el 23 de enero pasado, sigue siendo patrono de la fundación denunciada y solicitó aplazar su primera declaración por razones médicas.

Este mismo juzgado sevillano archivó en 2012 otra querella similar sobre esta promoción de viviendas presentada por la asociación de vecinos Isbylia y en febrero pasado la Fiscalía descartó delito en otra denuncia presentada por la Sareb en representación de un crédito concedido en su día por Bankia.