El relevo de Galerín y Chaves Nogales

Calle Rioja

Ángel Vela (Sevilla, 1944) se recupera en el hospital Virgen del Rocío en puertas de que la Velá 2025 lo nombre Hijo Predilecto de Triana

Ángel Vela Nieto posa en la calle Rioja, en una imagen de 2019. / José Ángel García

23 de julio 2025 - 06:59

ES tan viva la imagen que sólo falta que se liberen de la portada del libro y se pongan a bailar. Juan Valdés ilustró el libro de Ángel Vela Nieto Triana. La otra orilla del flamenco (1931-1970), de Ediciones Giralda. Cuando hace unos años se presentó en el hotel Ribera de Triana, el libro no estaba presente. Iba a ser el mejor regalo de cumpleaños para Ángel Vela (16 de julio, día del Carmen, de 1944), pero la imprenta estaba en Pamplona y antes de la Velá de Triana siempre son los sanfermines.

No estaba el libro, pero sí muchos de los personajes que se acercaban a este Pirandello trianero en busca de autor: acudieron Cristina Hoyos, Pepa Montes, Ricardo Miño, cuyos acordes de guitarra marcan los cuartos y las horas en el reloj del puente de Triana. Estaba Narci Díaz, todo un personaje: tía de Silvio, fue pelotari y taquillera del cine Trajano y en el libro sale con sus trece añitos acompañada de otro niño, José Sánchez Bernal, nombre de bautismo de Naranjito de Triana, cuando en 1947 salieron de una tarta en el pabellón Mudéjar para sorpresa de Evita Perón.

En la presentación del libro de Ángel Vela estaban el periodista Nicolás Salas, que da nombre a una calle entre Castilla y el pasaje de la O; o Paco Lola, inmortalizado en el Corral de los Fideos, donde nació. No estaba el libro, pero estaban el autor y sus personajes. Ahora se puede repetir la historia. Ángel Vela, nacido el año que se mueren Chaves Nogales y Galerín, va a ser reconocido Hijo Predilecto de Triana en la Velá de 2025. Le llegarán los ecos hasta el hospital donde se recupera de una zancadilla veraniega. No estará Ángel, pero sí aparecerá su legión de arcángeles: la familia, los amigos, los personajes de sus libros, los protagonistas de muchas de sus leyendas, ese elenco interminable de ciento cincuenta artistas que según sus cuentas han llegado a convivir en Triana.

Ángel Vela nació en la Cava de los Civiles “junto a una boca de horno entre dos funciones del cine Avenida”. Será nombrado Hijo Predilecto de Triana junto al Pueblo Gitano. Un galardón individual, otro colectivo, pero unidos por un puente simbólico que se añade a los que de verdad unen Triana con Sevilla desde que terminó la historia del puente de barcas. Enfrente de la Cava de los Civiles estaba la Cava de los Gitanos. “Nunca hubo problemas de racismo porque los padres iban a los mismos trabajos, los hijos a los mismos colegios”.

Triana está curada de espantos raciales. “Todo lo que no quería Sevilla lo echaba para Triana: negros, gitanos, gente de otras razas. Gentes y oficios, porque causaban molestias a Sevilla, con las industrias de la pólvora o del jabón, venían para Triana. Ha sido un barrio muy castigado por el río, que obligaba a la gente a vivir en la calle. Los pocos muebles que tenían se los llevaría la próxima redada”. En la última foto del libro, en la zona donde se celebra la cucaña, un grupo de mujeres y niños contemplan los estragos de la inundación de 1947, el año que Narci Díaz y Naranjito de Triana bailaron ante Evita Perón.

Nadie conoce la historia de la calle Betis tan bien como Ángel Vela. Es el espacio de la fiesta de Triana, que tiene como portada de Feria el Altozano y como querubín a Juan Belmonte en la estatua de Venancio Blanco. El torero que cruzó el puente desde la calle Feria para hacerse trianero adoptivo, como Jesús de la Rosa, alma de Triana.

Antes se llamó calle del Rey, calle Orilla del Rey o calle Orilla Derecha del Rey. Desde el 8 de julio de 1859, siendo alcalde de Sevilla García de Vinuesa, se llama calle Betis. Como la canción de Isabel Fayos. En la década anterior se funda la Feria de Abril y nace Ángela Guerrero, la futura Sor Ángela de la Cruz. Una calle delimitada por dos puentes. El de Triana, ahora engalanado con sus guirnaldas, se llama también de Isabel II porque lo inauguró la reina en 1852. En la ciudad donde llegaron huyendo de la Comuna de París de 1848 (un año después de la primera Feria) su hermana María Luisa y su cuñado Antonio de Orleans, duques de Montpensier.

El de San Telmo es más moderno. Se inaugura en 1930. Dice Ángel Vela que unía Sevilla “con ninguna parte” porque todavía no existía el barrio de Los Remedios. Se pone en marcha un año después de la Exposición Iberoamericana de 1929, un año antes de la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931. En Triana no sólo conviven los Civiles y los Gitanos, enmienda a la totalidad al Romancero Gitano de Lorca. También comparten unos años su actividad el colegio de las Hijas de Cristo Rey y el que promovió para hijos de trabajadores el comunista Saturnino Barneto. San Jacinto pasó a llamarse un tiempo Carlos Marx.

Parafraseando el título de la película de Woody Allen, todo lo que usted quiso saber sobre Triana y nadie le contó lo encontrará en algunos de los libros o escritos de Ángel Vela. Por ejemplo, que don Cecilio de Triana, abuelo de Carmen Sevilla, estrenó en 1931 en el teatro de la Exposición (Lope de Vega) la zarzuela andaluza Puente de Triana. O que Triana era el título del espectáculo que Antonia Mercé La Argentina presentó en París con música de Isaac Albéniz.

El niño que nació entre dos funciones del cine Avenida incluye en su libro una foto de Orson Welles, que en 1932, cuando soñaba con ser torero, vivió unos meses en Triana. El barrio más machadiano: en Betis nace Ana Ruiz, madre de los poetas. En Pureza muere Demófilo, su padre. En estos días de tribulaciones, Ángel Vela cuenta con la fuerza que le dan sus amigos: Emilio Jiménez Díaz, Manuel Melado, Eligio González, Gualberto, Antonio Badía, Aurelio Verde, Paco Lola… Y el aliento continuo de Salud, su mujer, y sus hijas, Sonia y Salud.

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