Un serranito como el puente de Triana y lleno de solidaridad

Sevilla

El mayor serranito del mundo, en Sevilla / Juan Carlos Vázquez

El serranito es una de las señas de identidad del tapeo. Pocos saben que es una marca registrada por José Luis Cabeza casi desde un año después de abrir su primer establecimiento. Lo que está claro es que raro es el bar que tiene en su carta este bocadillo de lomo con pimiento frito, tomate y, en algunas ocasiones, tortilla. El serranito ha salvado muchos almuerzos tardíos (casi meriendas) de sevillanos y alguna que otra noche de hace muchos años cuando salir a cenar era pedir este bocadillo especial con un refresco.

Un plato contundente que en el día de San Miguel, un día muy taurino para un ex novillero como José Luis Cabeza, se ha convertido también en solidario con récord. Las cantidades para alcanzar los 150 metros del récord son importantes: unas 25 personas han trabajado en el montaje que se convierten en el doble para atender la barra solidaria abierta desde las 12:00 en el Muelle de la Sal y donde desde las doce de la mañana había colas para comprar los tickets (y alguna que otra cerveza para intentar paliar el calor). Un sol de verano que tampoco se quiso perder los 150 kilos de filete de lomo, 80 kilos de tomate, 40 de pimiento, 40 de jamón y 400 piezas de pan que formaban parte del serranito más grande del mundo del que pueden salir más de 850 porciones.

Entre los curiosos, muchos extranjeros y sevillanos, todos móvil en mano para no dejar ni una red social sin la presencia del serranito en el Puente de Triana. Hay gustos para todo. Unos prefieren con pimiento, otros sin salsa y otros con mahonesa o ali oli (aunque José Luis Cabeza insiste en que sus serranitos nunca lo llevan). El puente estaba cortado desde las 7:00 por lo que, además de acercarse a ver cómo ponían sobre el pan el filete, el pimiento, el tomate y el jamón, muchos han aprovechado la falta de tráfico para, simplemente pasear y fotografiarse. Otros, como Charlott, Sylvan o Eva han llegado desde Inglaterra o Francia para aprender y conocer la ciudad y, directamente, se han encontrado con el serranito gigante cuando iban de ruta por Triana. Sylvan asegura que lleva desde primeros del mes de septiembre, pero ya conoce el serranito y se ha convertido en uno de sus platos favoritos: "un bocadillo con cerdo, tomate, pimiento", responde inmediatamente cuando sus compañeros le preguntan si sabe lo que es.

Cuarenta años de un negocio no se cumplen todos los días y José Luis Cabeza lo ha celebrado de este modo, con toda Sevilla, y ayudando con lo recaudado a la bolsa de caridad de las hermandades del Arenal. "Ha sido un esfuerzo que ha merecido la pena porque el lugar es inigualable", explica este novillero que llegó a la hostelería "por casualidad" y que está continuamente reinventándose. Tanto es así que anuncia que está dando "una vuelta de tuerca" a sus tres negocios porque la "hostelería ha crecido mucho en Sevilla" y esto obliga a estar siempre innovando y buscando "nuevos proyectos".

Como padrinos de honor, Jorge Cadaval y Laura Gallego, para quien esto ha sido "un regalo" porque es "de serranito con tos sus avíos". Tras la certificación notarial de los 150 metros de longitud, el macroserranito ha sido bendecido por José Antonio Plata, párroco de La Milagrosa.

Para que no falte de nada, el serranito flotante de Chipiona, también ha sido lanzado en el muelle de la sal, donde a partir de las dos de la tarde todos podrán disfrutar del concierto de radiolé.

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