José María Vílchez, Lucía Nieto y sus dos hijos de 4 y 6 años pudieron anoche dormir en el piso que esta familia tiene alquilado en el barrio de San Jerónimo desde abril, embargado por las deudas del propietario. Finalmente, la orden de desahucio no llegó a efectuarse tras ser suspendida por el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Sevilla. Los inquilinos, que aseguran haber pagado por adelantado 3.000 euros por un año de arrendamiento, estuvieron apoyados por unas 300 personas, entre las que se encontraban miembros del colectivo 15-M, la Corrala Utopía y la asociación vecinal El Empalme del citado barrio.

"Agradezco el apoyo de todas las personas que se han concentrado aquí ", decía una emocionada Lucía Nieto minutos después de que los agentes judiciales les confirmaran, pasadas las 10:00, que se suspendía el lanzamiento. Sin embargo, ningún miembro de la familia aclaró varios interrogantes sobre este caso de desahucio. Por un lado, pese a afirmar que existe un contrato de alquiler con los propietarios, este miércoles no se mostró ninguna copia de él. Tanto Nieto como Vílchez aseguraron que no lo tenían en ese momento "por recomendación de la abogada". Paradójicamente, la letrada de la familia, Analía Caffarenghi (perteneciente al movimiento 15-M), no se encontraba con ellos en el momento en el que iba a producirse el desahucio. Vílchez dijo en un principio "que estaba en Madrid por un asunto laboral", mientras que su novia afirmó después que "la ausencia se debía a que la hija estaba enferma".

Tampoco aclararon el motivo por el cual la pareja aún no había emprendido ningún procedimiento judicial contra los propietarios del inmueble, ya que, según la versión de ellos, les alquiló el inmueble -en el que tuvieron que efectuar numerosas obras- ocultándoles la deuda de 230.000 euros que pesa sobre él. "Si me hubiera quedado en la calle, entonces sí habría actuado contra ellos", apostilló Nieto, momento en el que su pareja cortó la conversación y se despidieron.

Este periódico intentó sin éxito ponerse en contacto este miércoles con la letrada de la familia. Uno de los portavoces del 15-M sólo trasladó la "satisfacción" del colectivo por conseguir que no se produjera el desahucio. Nada más. Precisamente desde este movimiento la primera información que se trasladó el martes fue que se trataba de una pareja "ocupa" que había entrado en el piso en abril.

Tanto este colectivo como la asociación vecinal El Empalme ya han anunciado su apoyo a otra familia de San Jerónimo, en este caso de inmigrantes, a los que les han notificado el desahucio para el 5 de diciembre. El tercero en el barrio en el último mes y medio.