La Vigilia de la Inmaculada el centro de Sevilla se llena de tunos que, momentos previos a su ofrenda florar a la Virgen de la Inmaculada en la Plaza del Triunfo, cantan en diferentes puntos emblemáticos de la ciudad, además de celebrarse el tradicional pregón. Una de esas tunas es la de Magisterio, que cada Vigilia de la Inmaculada entona sus coplas en la Plaza de Santa Marta.

Emblemático y recóndito lugar, este singular espacio sufrió uno de los actos vandálicos que desde hace unos meses se están cebando con Sevilla. Así, la madrugada del 22 de octubre, la cruz que presidía la plaza amanecía completamente destrozada. Ahora, y debido al fuerte vínculo, la Tuna de Magisterio rinde homenaje a la cruz destrozada de la Plaza de Santa Marta en la Vigilia de la Inmaculada (a las 00:15).

El vínculo de la Tuna de Magisterio con la Plaza de Santa Marta

La Tuna de Magisterio de Sevilla lleva cuarenta años ininterrumpidos cantando la noche de la Vigilia de la Inmaculada (el 7 de diciembre), ante el monumento de la Plaza del Triunfo, para su ofrenda anual de flores y coplas (01:35), a la imagen de la Virgen que la preside, como hace el resto de las tunas del Distrito Universitario, pero antes de este acto, los miembros de la Tuna de Magisterio suelen entonar sus coplas en la recoleta placita de Santa Marta.

En esta pequeña y recóndita plaza, cada año, pasada la medianoche, ofrece sus canciones a un, cada vez más numeroso, público que se da cita en dicho lugar para disfrutar, en esa noche tan especial, de su música y sus voces, bajo las copas de sus naranjos y frente a la cruz que, desde el centro de ese pequeño espacio, ha sido testigo mudo de muchos emocionantes momentos, en los que la proximidad física de la gente que allí acude, proporciona una complicidad y una participación más íntima y auténtica con la Tuna.

Homenaje florar tras los actos vandálicos de octubre

La mañana del pasado 22 de octubre, amanecimos con la noticia de que, de madrugada, la cruz había sido destrozada en un acto vandálico, sin más motivo aparente que la falta absoluta de respeto, no sólo por una parte de nuestro patrimonio histórico y cultural sino también por su representación religiosa.

Desde ese momento, la Tuna de Magisterio se propuso dedicarle un pequeño homenaje, como desagravio, y decidió que el mejor momento sería en la noche en que se reúne un mayor número de sus miembros y la afluencia al lugar es grande, para hacer allí una manifestación pública de su tradicional vinculación con un lugar que considera especialmente suyo y cuyo destrozo sintió de manera muy especial en el año que celebra su cuadragésimo aniversario fundacional. El acto consistirá en la ofrenda de una cruz de flores sobre el pedestal, ahora vacío, y la dedicatoria especial de sus canciones.