Desparramaba ilusión José Castro antes de subirse al avión que lo conduciría hasta el aeropuerto que comparten Francia, Alemania y Suiza. Y así abría su intervención ante los medios: "Primera visita a Basilea y esperemos que no sea la última. Tenemos la ilusión de llegar de nuevo a la final de la Europa League, revalidar un título sería algo maravilloso y tenemos las opciones de hacerlo, cosa que otros no podrían".

La declaración de intenciones no puede ser más tajante, pese al pobre papel del equipo como forastero. "Nos preocupa, claro que sí, pero la temporada en general está siendo buena, con ese lunar de que no ganamos fuera. A doble partido nuestra solvencia en Europa está contrastada y tenemos muchas opciones". Ahí se viene arriba Castro. "Este título es nuestro título. No en vano, somos el equipo que más veces lo ha ganado. Es un torneo que queremos ganar, con independencia de que en la Liga tenemos que seguir intentando conseguir el cuarto puesto. Quedan 30 puntos y son muchos".

Y se pasa rápidamente al espinoso tema de Banega, aunque Castro intenta driblarlo como puede. "Estamos hablando de un grandísimo jugador y nosotros no vamos a ir explicando el clausulado de su contrato porque eso sería dar pistas a otros. Por falta de esfuerzo del club no va a quedar, eso es claro y contundente. En cualquier caso, con lo que yo me quedo es con que el jugador está en un momento óptimo, totalmente implicado y con eso me quedo, con independencia de que siga sumando los partidos que tiene que sumar para ese clausulado", concluye antes de no querer mojarse sobre si lo ve dentro o fuera.

Y la última cuestión trascendente en el repaso de la actualidad tiene que ver con una reunión con el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, con el tema de la violencia de la afición como fondo. "La actitud de nuestra entidad en esa materia es tan pulcra, es tan trabajada, es tan perfectamente elaborada que no merecía ese tratamiento. Desde que este presidente entró en el club buscó un consejero exclusivamente para seguridad, que era el subdelegado del gobierno, fíjese si le damos importancia y entenderá de ese tema. Luego tenemos el jefe de seguridad del club, que también trabaja activamente con la policía. Hemos hecho más medidas que nadie y, por tanto, no era lógico que nosotros tuviéramos esa mala fama. Nuestros aficionados tienen problemas en los estadios de fuera con las bufandas y con lo que dicen esas bufandas, eso no es lógico. Y como no lo es lo que hemos es explicar de pe a pa todo lo que hemos hecho y estamos haciendo, porque lo que no se nos puede tachar es de que no colaboramos con las fuerzas de seguridad del estado porque eso no es cierto y como no lo es lo digo aquí, en Pekín o donde sea. A Tebas y a quien haya que decírselo".

Continuó con la reunión en la LFP. "La reunión fue afectiva y ellos han entendido los esfuerzos que estamos haciendo. Los insultos existen, pero en nuestro estadio no hay violencia, nuestra afición es sana y tenemos que seguir intentando que no haya insultos, sólo traen problemas a nuestra entidad. Tenemos que ser la mejor afición de España animando y para animar no hay que insultar". Ésta fue la extensa soflama de un Castro que espera que la situación se reconduzca con Javier Tebas.