El estallido de la situación tras la doble goleada encajada por el Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán contra el Barcelona y el Manchester City ha conducido a los máximos ejecutivos de la entidad nervionense, a saber José Castro, el presidente, y José María del Nido Carrasco, el vicepresidente con prácticamente el mismo rango que el utrerano, a estudiar la continuidad, o no, de Julen Lopetegui en el cargo de entrenador de la primera plantilla del club.

El técnico vasco, esta vez sí, está seriamente cuestionado por la cúpula del Sevilla FC SAD. Aunque todos coinciden en el reparto de las responsabilidades, y de las culpas lógicamente, la figura de Lopetegui se halla en estos momentos en la diana más que nunca y está prevista para este miércoles una reunión urgente del comité de dirección del Sevilla. 

A la misma están, o serán, convocados, por este orden en el organigrama del club, José Castro, José María del Nido Carrasco, Gabriel Ramos, el tercero de los consejeros delegados, José María Cruz, Monchi, los dos directores generales, y Jesús Arroyo, el subdirector general. En las manos de esas seis personas está en estos momentos el futuro de Lopetegui como entrenador y ellos serán los encargados de decidir si es mejor extirpar en la figura que siempre sale o darle un margen de confianza para tratar de enderezar la situación en partidos teóricamente más asequibles a partir del Espanyol en Cornellá-El Prat.

Seis personas serán las encargadas de tomar la decisión en la reunión del Comité de Dirección del Sevilla

La situación no es nueva del todo, dado que ya se produjo al finalizar la temporada pasada, cuando la figura de Lopetegui estaba seriamente erosionada a raíz de los malos resultados a lo largo de toda la segunda vuelta. Entonces, las dos partes dejaron caer incluso públicamente que se habían dado un tiempo para sopesar todas las posibilidades al final de la Liga a pesar de que el Sevilla se había clasificado por tercera vez consecutiva para jugar la Liga de Campeones a través de la clasificación nacional, en la que volvió a ser cuarto en el campeonato.

Por una razón o por otra, porque el entrenador no encontró un equipo que le hiciera una oferta apetecible tanto económica como deportivamente o porque Monchi consideraba que era políticamente incorrecto un cambio de rumbo tras tres clasificaciones consecutivas para la Champions, lo cierto es que todo siguió de la misma manera. Lopetegui continuó en el cargo de entrenador y fue curioso incluso que no hubiera ningún comunicado oficial al respecto, que todo se dejara caer como una fruta madura, como si nada hubiera ocurrido.

El arranque de la temporada, sin embargo, ha confirmado que el divorcio ya era inevitable. Todos guardan las formas de manera más o menos adecuada, siempre dentro de una tensión que se palpa en los mensajes soterrados en las ruedas de prensa de una y otra parte, y la realidad es que se trata de una relación profesional que parece condenada al fracaso.

La reacción del Ramón Sánchez-Pizjuán no dejó el martes ningún lugar a la duda y los dardos se dirigieron hasta el palco con exhibición pública incluso del expresidente José María del Nido Benavente que ha sido también muy criticada por una gran mayoría de aficionados sevillistas, aunque también tiene sus defensores, por supuesto que sí.

En el día de hoy se producirá esa reunión entre los seis hombres que deben tomar la decisión, con algunos asesores externos que también aportarán sus opiniones. El futuro de Lopetegui está en juego y no está nada clara su continuidad a estas horas.