Sevilla FC

El debate del juego ya cala en el vestuario del Sevilla

Martial, ante Rafinha, en una de sus bajadas a la medular en busca de balones.

Martial, ante Rafinha, en una de sus bajadas a la medular en busca de balones. / Antonio Pizarro

Tanto fue el cántaro a la fuente... El debate sobre el juego ofensivo y la falta de llegada y de gol del Sevilla ya ha traspasado las sacrosantas paredes del vestuario del primer equipo. Dos de los profesionales que analizaron el empate ante la Real Sociedad incidieron en la necesidad de mejora del juego. Koundé lo hizo por primera vez, de forma clara y contundente, incluso sin que mediara pregunta y hasta en las antenas de la radio del club. Julen Lopetegui puede decirse que también rompió su virginidad con este asunto, porque pasó de las habituales justificaciones del esfuerzo a reconocer que sí, que el Sevilla tiene un problema con el gol. Negarlo sería de necios.

Ambos incidieron en la necesidad de mejorar algunos aspectos del juego, en particular los referentes a la fase ofensiva. Y encima el dato que ofrecieron las estadísticas al final del partido no pudo ser más esclarecedor: ¡cero tiros a puerta! Bien es verdad que el Sevilla, a arreones y con mucho trabajo, generó algunas llegadas que pudieron ser más productivas. Sobre todo con la salida de Lamela, un hombre fresco de piernas y mente que inyectó savia nueva en un grupo exhausto y demasiado expuesto. Pero apenas se tradujo en cinco remates y otros tantos bloqueados, ninguno entre los tres palos. En cambio, la Real Sociedad sí hizo trabajar a Dmitrovic y a la defensa sevillista, realizó media docena de remates a la portería, alguno hubo también hacia propia puerta como el de Augustinsson, y envió dos balones a la madera.

En el propio estadio, el runrún tomó forma en abierta dialéctica cuando en la segunda parte fue sustituido Martial, al que parte del público silbó y otra parte aplaudió, como en un reflejo de la dicotomía que sufre actualmente una afición que no sabe si comprender las razones del cansancio por el cúmulo de bajas e incidencias o buscar las raíces de éstas en el sistema de juego, el unocerismo, y la tensión competitiva de un equipo que a partir de ahora sólo luchará por defender la segunda plaza liguera o, en el peor de los casos, un puesto de Liga de Campeones. Porque éste es el objetivo fijado por el club, aunque esto poco tenga que ver con la realidad de que el Sevilla ya venía dando señales de su romo sistema ofensivo desde antes de que en noviembre se iniciase la interminable racha de lesiones.

El debate llevaba en la calle ya bastante tiempo y, por ejemplo, no es la primera vez que hay reflexiones sobre el cúmulo de bajas y la forma de entrenar y competir del Sevilla de Lopetegui. Ni siquiera es la primera vez que alguien, en público o en las charlas digitales o de taberna, exculpa en cierta manera a Martial, cuyo rendimiento no está siendo el esperado, por una supuesta inadaptación del francés, cuyo perfil invita a un juego de ruptura al espacio más que de ataques continuados y con la pelota al pie como referencia, al ideario de Lopetegui. Ahí hay otro debate y ya está abierto sobre si el futbolista cedido por el Manchester United, a un coste muy elevado, es el idóneo para este tipo de juego.

La realidad es que cuando Lopetegui se decantó por un once más ofensivo, también forzado por las bajas, con Delaney y Óliver Torres como únicos mediocampistas específicos, y con un dibujo muy ofensivo de tres mediapuntas por detrás de Martial, Ocampos, Munir y Tecatito, menos llegó con claridad el Sevilla. Ni siquiera con los cambios y las variaciones tácticas mejoró, salvedad hecha de la aportación de Lamela, de cuyas botas salieron dos de las tres mejores llegadas.

Koundé fue el más claro. "Nos falta estar mejor colocados, meter un poco más de ritmo con el balón. Y tener un poco más de calma y precisión en el tramo final". Y Lopetegui reconoció ese problema y trató de implicar a Martial. "Tratamos de ayudarle entre todos, pero él también debe meterse en el ritmo del equipo". El parón debe ayudar a todos, desde Martial a Lopetegui, a mejorar ese ritmo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios