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Diego Carlos: Las razones de una venta que levanta ampollas

Diego Carlos saluda a la afición tras el triunfo en el derbi liguero, el día que se metió en el bolsillo al sevillismo definitivamente al jugar lesionado.

Diego Carlos saluda a la afición tras el triunfo en el derbi liguero, el día que se metió en el bolsillo al sevillismo definitivamente al jugar lesionado. / Antonio Pizarro

En una operación relámpago, desde que el miércoles trascendiese en España, a través de Inglaterra, el interés del Aston Villa en Diego Carlos, el Sevilla cerró ayer su traspaso al club de Birmingham. Con datos objetivos en la mano, y a expensas de las cantidades que han trascendido desde Inglaterra, podría considerarse una buena venta, pero no tanto una operación que responda a una "oferta fuera de mercado". Porque los 26 millones de libras, es decir, 30,53 millones de euros, que, según la BBC, les costará a los villanos el futbolista del Sevilla ni siquiera llegan a los 35 millones que ofreció el Newcastle en enero. Entonces sí rechazó el Sevilla esa venta, que en plena temporada y sin margen de maniobra, habría sido un misil a la línea de flotación del equipo de Julen Lopetegui.

En las redes sociales ya expresó parte del sevillismo su sorpresa por lo que considera una venta a la baja, teniendo en cuenta el rendimiento del futbolista, pieza clave de las tres temporadas de Lopetegui y en un momento magnífico de madurez, tras firmar quizá su mejor temporada. Pero también otros datos objetivos podrían calmar esas ampollas que han levantado los poco más de 30 millones -sin contar los bonus por rendimiento- que se embolsará el Sevilla. Por ejemplo, su edad, 29 años. O que se trata de una de las operaciones que más dinero dejarán, y con una parte sustancial al contado, en las arcas de Nervión, que necesitaban de liquidez casi inmediata para cerrar la hemorragia del décifit que presentó el consejo de administración en la última Junta de Accionistas, de 41 millones de euros. Incluso hubo de tocar los fondos propios que durante años de bonanza fue acumulando el club en varios ejercicios de continuos superávits.

El Sevilla, como es habitual, no ofreció la cifra del traspaso. Tampoco lo hizo el Aston Villa, aunque algunas fuentes ya hablaban a mediodía de ayer una oferta de 31 millones de euros, un dígito que coincidía casi con la cifra que dio la BBC un vez anunciada oficialmente la operación. Otro dato objetivo es que el Sevilla logra con este traspaso duplicar lo que invirtió en 2019 en su adquisición cuando lo fichó del Nantes, algo menos de 15 millones de euros. Y que el único mercado activo, con liquidez, es el de Inglaterra, y de allí no han llegado ofertas superiores por el brasileño.

Y a lo crematístico hay que sumar la amortización deportiva, más que certificada con las tres grandes temporadas que ha ofrecido el futbolista brasileño, al que el club le prometió escuchar ofertas en verano cuando lo convenció de que su marcha a Newcastle terminaría de derrumbar un edificio en ruinas por las bajas. Su rendimiento en el Sevilla ha sido desde el principio extraordinario, hasta el punto de ser convocado por su selección absoluta, sin llegar a debutar, y de colgarse el oro olímpico en Tokio el verano pasado. Se va dejando un título en las vitrinas del club y tres clasificaciones consecutivas para la Champions. Y se va también después de su temporada de más madurez y compromiso.

Por ahí la amortización está clara. Aunque es difícil encajar que un futbolista que se había ganado el respeto y el cariño de la afición sevillista y que tenía también gran predicamento fuera de Nervión salga por poco más de 30 millones, aunque en otras fuentes hablan de hasta 40, según esos bonus de rendimiento y objetivos... Los pluses por rendimiento suelen engordar las cifras, aunque es improbable pensar en un caso como el de Daniel Alves, que dejó de fijos 35 millones de euros y superó posteriormente los 40 por los muchos títulos que ganó con el Barcelona. El Aston Villa –14º de la Premier, ay, los repartos televisivos– quiere hacer un proyecto ganador con Steven Gerrard, ya ha fichado a Coutinho y que le haya birlado a Boubacar Kamara, libre del Marsella, al Atlético de Madrid es un dato muy ilustrativo de su potencial económico; pero de ahí a que gane títulos...

Otra ventaja que tiene la temprana, y quizá precipitada, venta de Diego Carlos es que, además de cuadrar el ejercicio económico, el Sevilla tendrá fuerza ahora para negociar al alza por Koundé, con el Chelsea como primer candidato a hacerse con sus servicios. El francés expondrá sus virtudes en la próxima Liga de Naciones en junio, como antesala del Mundial, y a sus 23 años, seis menos que Diego Carlos, sí es una pieza de mercado de primerísimo nivel. Ahí puede estar el gran negocio este año para el Sevilla. Lo de Diego Carlos es un flotador para empezar a jugar la gran partida del verano. Mientras tanto, las ampollas apuntan a la gestión del Sevilla.

La probable puja por Koundé

Con los poco más de 30 millones de euros que ingresará el Sevilla por Diego Carlos no sólo tiene ya liquidez el consejo de administración para empezar a dar luz verde a los distintos frentes que tiene abiertos Monchi para la amplia remodelación que debe hacer en la plantilla. También tendrá más fuerza para negociar con el Chelsea, el mejor postor por ahora por Koundé. La cúpula ejecutiva prefirió la venta de Diego Carlos, sin esperar otras ofertas superiores, en espera de que el joven central francés sí pueda ser protagonista de una puja. El Manchester City ofreció hace dos veranos 55 millones, el Chelsea bajó a 50 el pasado, en plena crisis de la pandemia, y ahora, según algunas fuentes, medita hacer una primera oferta de 60 millones.

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