El Sevilla se ha ejercitado en la mañana de este lunes en la ciudad deportiva, a la vuelta de San Francisco producida el domingo por la tarde. Ha sido una sesión suave, de descarga después del larguísimo vuelo desde la costa noroeste de Estados Unidos y el jet lag por la diferencia de nueve horas. Y aun así ha habido novedades en la sesión.

En primer lugar, ha llamado la atención que Lamela siga ejercitándose al margen. El mediapunta argentino, con una lesión muscular, no participó en la gira norteamericana y se quedó en Sevilla para recuperarse e iniciar su proceso de readaptación. Lo ha hecho, de forma muy llamativa, junto a los dos descartes claros que quedan en la plantilla, Augustinsson y Januzaj, que también han tenido problemas físicos.

Marcao realiza ejercicios entre Kike Salas, Papu y Delaney.

En segundo lugar, ha vuelto a aparecer con el grupo Marcao, como ya hiciera el miércoles tras la vuelta de la gira de Alemania, antes de que el equipo viajase a Detroit. El central brasileño, como el mediapunta argentino, se quedó en Sevilla para acentuar su proceso de recuperación con un plan específico.

Soltar piernas y al gimnasio: no hay descanso

Quiere ir con mimo el cuerpo técnico de José Luis Mendilibar con el brasileño, sin forzarlo, después de que no haya jugado ni un partido amistoso esta pretemporada. Ahora tendrá que readaptarse a la competición, por lo que es absolutamente improbable que esté disponible para el inicio liguero. Lamela, en cambio, sí ha jugado varios amistosos.

Ambos permanecieron en el césped con Januzaj y Augustinsson mientras el grueso de la plantilla, los futbolistas que han estado en la gira por Estados Unidos y México, se han retirado al gimnasio para proseguir su sesión de recuperación, después de soltar las piernas en el campo de entrenamiento.

En el siguiente entrenamiento, este martes a las 9:30 de nuevo, Mendilibar ya preparará específicamente el partido del debut liguero, este viernes ante el Valencia en el Ramón Sánchez-Pizjuán (21:30). La plantilla no se puede permitir descanso, ni siquiera tras el largo viaje.