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Pape Gueye, dos expulsiones en ocho partidos del Sevilla, una en 100 partidos con el Marsella

Pape Gueye golpea en un forcejeo con Renato Tapia, por lo que vería la primera amarilla.

Pape Gueye golpea en un forcejeo con Renato Tapia, por lo que vería la primera amarilla. / Antonio Pizarro

La justificación de las dos amarillas que mostró en 19 minutos Pizarro Gómez a Pape Gueye dejan muy en entredicho los criterios no ya arbitrales, sino futbolísticos, de los árbitros en el actual panorama español. Pero, por si fuera poco, hay un dato estadístico que ya lo desnuda completamente. El comunicado del Sevilla está más que justificado.

Pape Gueye, cedido por el Olympique de Marsella en el Sevilla, ha jugado con el equipo propietario de su licencia federativa nada menos que 100 partidos, entre Ligue 1 (74), Champions, Europa League, Copa de Francia y Copa de la Liga. Y sólo fue expulsado una vez, por doble amarilla, en ese centenar de encuentros en distintas competiciones, tanto francesas como europeas. En el Sevilla, en ocho partidos de Liga, lleva dos.

Fernando y la "temeridad" del acta

El dato es terrorífico y habla por sí mismo del desastre de criterios en el que anda metido el fútbol español, como denunció Fernando en tono analítico y sugiriendo una profunda reflexión al término del partido con el Celta. "Hay 28 expulsiones en la Premier y aquí más de cien, algo pasa", dijo ante las cámaras a pie de césped.

Pizarro Gómez usa el concepto de temeridad en los argumentos para las dos amarillas que mostró a Pape Gueye. "En el minuto 6 el jugador (18) Gueye, Pape Alassane, fue amonestado por el siguiente motivo: Golpear a un adversario de forma temeraria". Fue en la jugada en la que sacó el brazo hacia atrás de forma instintiva y golpeó en el forcejeo a Renato Tapia. Sin intención de hacer daño. Aunque debe evitar el futbolista ese uso de los brazos. Pero era el minuto 6, apenas su primera falta.

El agravio con Tchouameni

Luego llegó la expulsión, cuando robó el balón a Iago Aspas y pisó con su bota derecha la izquierda del capitán celtiña, pero sin intención, de forma fortuita, pues su gesto impulsivo estaba en el pie izuquiedo con el que robó el balón. ¿Temeridad en una acción fortuita del juego, un gesto natural y necesario para poder dar una zancada? "En el minuto 19 el jugador (18) Gueye, Pape Alassane, fue amonestado por el siguiente motivo: Pisar a un adversario de forma temeraria en la disputa del balón", escribió Pizarro Gómez.

Esta roja es similar a la que sufrió el jugador en el Vicente Calderón, donde hubo revisión de VAR. Y contrasta con la durísima entrada en la que no hubo expulsión ni revisión de VAR de Tchouameni sobre Chukwueze en el Real Madrid-Villarreal. El agravio está ahí. Y la indignación del Sevilla en su comunicado está también en ese alarmante contraste de criterios y varas de medir.

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