Sevilla FC

Papu Gómez, tras el tirón de orejas de la grada, uno más para sumar

Papu Gómez, en su reaparición ante el Elche.

Papu Gómez, en su reaparición ante el Elche. / antonio pizarro

No está el Sevilla para permitirse muchos lujos y uno más sería, después de la marcha de Isco, Dolberg, José Ángel, la próxima de Delaney y la aportación cero de Januzaj mientras sale, no contar con Alejandro Papu Gómez por un asunto que ya debería olvidarse. El argentino reapareció ante el Elche unos minutos tras su lesión en el Mundial y, tras recibir el castigo de la grada en forma de varios pitos cada vez que entró en contacto con el balón, lo siguiente debe ser que sea un jugador más para ayudar en la causa.

El ex jugador del Atalanta no se ponía la camiseta del Sevilla desde el derbi ante el Betis y frente al Elche, ya con el partido decidido, salió unos minutos al sustituir a Fernando en el tramo final del encuentro (72'). Estaba cantado que el sevillismo no se iba a quedar sin recordarle su enfado con él y con otro de los argentinos como Acuña, por su falta de compromiso con el club antes del Mundial. Sus declaraciones un mes antes de la cita en Qatar sentaron muy mal. “Juegas cada tres días, viajes, partidos... El último mes va a ser complicado. Antes de que arranque el Mundial va a ser complicado, hay que ver dónde vas a tener la cabeza. Con toda la sinceridad del mundo, va a ser así”, confesó el Papu en una concentración de Argentina previa al Mundial insinuando que su compromiso con el Sevilla iba a descender en ese tiempo para llegar bien al torneo en el que al final Argentina fue campeona.

Además, en esa misma rueda de prensa le preguntaron, en el caso de que pudiera escoger, si prefería ganar la Champions con el Sevilla o el Mundial con la albiceleste. “La gente me va a saber entender, pero un Mundial con tu país es lo máximo, no hay mucho donde elegir”, explicó.

El Papu recibió el castigo de la grada el sábado y es posible que aún escuche alguna señal más de protesta, pero lo fundamental es que haya llegado con la intención de sumar. Ante el Elche, situado en principio pegado en la izquierda, no estuvo mal los 20 minutos largos que jugó. Incluso pudo hacer un gol en el tramo final en un remate pegado al palo y con muy buena intención que sacó Edgar Badía en su mejor intervención de la noche.

Sampaoli, conciliador

Jorge Sampaoli celebró su vuelta y espera que los pitos que escuchó se queden ahí y que la relación entre la grada y el jugador se normalice. Un jugador por cierto que llegó a estar fuera junto a Acuña de los planes del de Casilda y Monchi durante el parón. Sin embargo, su lesión, un esguince con afectación de los ligamentos del tobillo, impidió que el jugador saliera en un mercado difícil para él por su edad (34 años) y su alta ficha. Rumores surgieron: algún club de Italia, de la MLS estadounidense o de Brasil (el Vasco de Gama).

"Viene con un parón muy largo, pensamos que era el momento para darle 15 minutos para que desarrolle. Y con respecto a la relación con la gente, será cuestión de tiempo que se recomponga y también para que él lo pueda explicar, porque yo lo desconozco", dijo el técnico.

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