Sevilla FC | Guerra accionarial

El trile táctico de Andrés Blázquez

Imagen de la mesa en la Junta de Accionistas del Sevilla de 2019.

Imagen de la mesa en la Junta de Accionistas del Sevilla de 2019. / Víctor Rodríguez

Andrés Blázquez es el representante de Sevillistas Unidos 2020 en el consejo de administración. Es el socio que buscaron José Castro y los accionistas mayoritarios que lo apoyan cuando José María del Nido inició la compra masiva de acciones en 2018. También es el hombre que firmó un pacto con Castro cuando ingresó en el consejo en la Junta de Accionistas de 2018. Es el testaferro de la sociedad norteamericana 777 Partners que compró acciones a mansalva en el mismo hotel Meliá Lebreros mientras los accionistas se acreditaban para entrar. Y también es el hombre que ahora se ha aliado con José María del Nido para derrocar al actual consejo y a Castro.

La situación de inestabilidad accionarial actual del Sevilla tiene muchísimos culpables. Pero el ejecutivo de Aranda de Duero es el primero con su giro estratégico y el que está sacando trapos sucios al explicar en una entrevista a Marca el porqué de su cambio, presentando un plan estratégico: hacer crecer al club, "profesionalizarlo" –como si ya no lo estuviese–, duplicar sus ingresos ordinarios, levantar un estadio nuevo...

Porque también es el hombre que apoyó el reparto de dividendos y la remuneración del consejo en la última Junta. En su alegato contra la gestión del actual consejo, Blázquez acusa a unos y otros de traición. "Pepe Castro nos traicionó y también a la familia Carrión", dice, para reconocer luego que "con Castro y Carrión" cerraron "un acuerdo para comprar sus acciones y que se apartaran de la gestión". "Ahora con José María tenemos una alianza con alguien que comparte nuestra visión", afirma.

Pero olvida mencionar que él mismo apoyó con su voto a favor la remuneración y el reparto de dividendos que ahora sitúa en el foco de la crítica. Es el trile táctico de un consejero que llegó al Sevilla como cabeza visible de los americanos, en 2018, y que tras el pacto de gobernabilidad entre Castro y Del Nido en noviembre de 2019 parece haber olvidado todo lo que firmó y pactó él mismo en aquel ajetreadísimo mes. Porque en la reunión del consejo previa a la convocatoria de la Junta de 2019, Andrés Blázquez se posicionó a favor de esa "profesionalización", que fue el concepto que el actual consejo presentó a los accionistas como argumento para la remuneración.

En su argumentación, dice Blázquez: "El consejero Francisco Guijarro propuso un reparto en fijo y variable basado en objetivos, que nos parecía más adecuado y se le ignoró". Y esto es verdad. Pero también lo es que el primero que lo ignoró fue él, a tenor del acta de aquella reunión del consejo a la que ha tenido acceso este diario. La propuesta de Castro fue que "la retribución de los administradores sea de un 1% de los ingresos de la sociedad del ejercicio inmediatamente anterior para retribuir el trabajo de los administradores en el ejercicio siguiente, siendo el importe para todos los miembros del consejo".

Salió adelante, con el voto favorable de Andrés Blázquez, que ignoró, usando sus mismas palabras, la fórmula de Francisco Guijarro, a saber: "Una fórmula de retribución fija del 0,5% de los ingresos de la sociedad más un 0,5 % en concepto de retribución variable vinculándolo a una serie de objetivos, como por ejemplo participación en competición europeas". Tras esta reflexión, Guijarro votó a favor toda vez que sometieron la propuesta de retribución variable a la viabilidad de presentación de dicho epígrafe en el Registro Mercantil... al igual que Blázquez, que ahora dice, con toda la flema del mundo, lo siguiente: "Nosotros nos opusimos al 1% de reparto de los ingresos, que es una retribución adicional al reparto de los dividendos. Pero en el Consejo apenas podemos participar". No es lo que consta en el acta referida de aquel consejo.

Blázquez cae en otra contradicción al hablar de los dividendos. Según el acta de aquel consejo, Castro planteó "una propuesta nueva de reparto de dividendos (...) de 44 euros por acción, esto es, unos 4,552,548 de euros con cargo, una parte a beneficios de la temporada (...) y la otra parte con cargo a reservas de libre disposicion de la sociedad". La anterior era de 15 euros por acción. Únicamente Guijarro no votó a favor, se abstuvo.

Pues bien, ahora pone en duda Blázquez que los accionistas represtentados en el consejo cobren remuneración y dividendos, cuando él votó a favor de ambos. Es más, ahora que ha roto el pacto con Castro por su supuesta "traición", se muestra contrario a que el Sevilla deje de repartir dividendos. "Para el año actual no hay intención de repartir dividendos, pese a que las cuentas no tienen por qué salir negativas, al tomarse medidas de ahorro de coste (ERTE) y el éxito de la Europa League", dice Blázquez, que también asegura que su grupo quiere invertir en el Sevilla, pero que no va a comprar más acciones. ¿Es un plan de inversión o un plan de recaudación?

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