La planificación del Sevilla empieza a tomar cierto ritmo, tan lento y pesado como el del mercado estival actual, en forma de salidas que dejen hueco y dinero en caja. Es un primer paso necesario sin el que era posible dar el siguiente. La negociación para el traspaso de Bryan Gil y la llegada de Erik Lamela, cerca de convertirse en el segundo fichaje de la temporada 21-22, sigue su curso, con el condicionante de que el Tottenham tiene importantes frentes abiertos. Y el próximo pasito puede ser la salida de De Jong.

Aún no es oficial el fichaje de Donyell Malen por el Borussia Dortmund, por 30 millones de euros, pero desde los Países Bajos se da por hecho el gran traspaso del verano desde el PSV, club con el que podría pasar el reconocimiento médico de forma inminente. Y también desde allí sigue llegando con insistencia que el club del Philips Stadion invertirá parte de esos ingresos en repatriar a Luuk de Jong, que llegó por 12,5 millones.

La opción del Besiktas, que ofreció una cesión y, a regañadientes, una opción de compra de 7 millones de euros sin vincularse a objetivos deportivos, no cuadraba con el plan del Sevilla, que prefiere ingresar ahora por su delantero una cantidad fija, aunque sea algo menor, ante la situación de falta de liquidez en el actual mercado. Desde la prensa neerlandesa hablan de una posible oferta de 5 millones, que el Sevilla, obviamente, tratará de subir.

El PSV está muy pendiente de la evolución de De Jong, que se lesionó en la Eurocopa tras chocar en un entrenamiento con Cody Gakpo, precisamente el jugador que será la referencia allí tras la salida de Malen. En la primera semana de trabajo se ha ejercitado en solitario, y eso puede retrasarlo todo.

El Sevilla, aparte de cash para acometer algunos de los refuerzos del plan inicial, necesita liberar fichas. De ahí que la opción del PSV, que es además la única que convence de verdad a De Jong, se presente como la más viable. El tiempo apremia y Monchi necesita hacer sitio en la plantilla y en la nómina de salarios de la misma.

Ésta es también la razón por la que Sergi Gómez está muy cerca de salir del Sevilla rumbo al Espanyol, aunque en su caso el club de Nervión ni siquiera espera sacar un fijo mínimo por el traspaso. El central catalán, que llegó en 2018 procedente del Celta por 5,4 millones de euros, está más que amortizado después de haber estado tres temporadas cumpliendo con el rol secundario que le tocó desde la llegada de Julen Lopetegui. El Sevilla está más que satisfecho por su compromiso, dado que ya se quedó la temporada pasada al no hallar destino. Ha ayudado en la sombra, jugando cuando fue requerido y sin dar problemas en un vestuario en el que ha arrimado el hombro, incluso llegando a portar el brazalete de capitán.

La salida de Sergi Gómez está más cercana que la de Luuk de Jong, pero ambos están llamados a dejar hueco en la plantilla y margen de maniobra a Monchi, quien con los 30 millones que dejarían en caja el neerlandés y Bryan Gil –bonus de rendimiento aparte– podría empezar a mover fichas para reforzar la plantilla ya sobre seguro, sin dar un paso al vacío. El director general deportivo, ante la situación del actual mercado de fichajes, no estaba dispuesto a dar prioridad a las entradas sobre las salidas.

Una vez dado el siguiente paso, para lo que deben cuajar las negociaciones con el PSV, Monchi ya estaría en condiciones de acometer otro: la búsqueda de un delantero. La opción de Joselu se diluye con el tiempo, más aún después de que uno de sus agentes forzara las posturas y el Alavés reaccionara con un duro comunicado.

Pero Joselu era un objetivo si entraba en precio según el contexto del mercado. Y éste indica otros caminos. ¿Bellotti? Desde Sportitalia apuntan que el Sevilla es uno de los que ha sondeado al delantero campeón de la Eurocopa, ya que cumple contrato con el Torino en 2022 y es el verano para venderlo. Estando por medio la Roma de Mourinho, parece que este sondeo, uno de tantos, no puede ir mucho más allá...