El Sevilla parte hoy hacia Lieja con la idea, y la obligación, de certificar matemáticamente su clasificación para la siguiente ronda de la Europa League. Un empate le bastaría para ello, dado que prima en el baremo de clasificación los puntos sumados en los partidos entre los equipos implicados y el Sevilla ya ganó al Standard por 5-1 en el partido jugado en Nervión.

Ese día se demostró la gran diferencia de calidad entre ambas escuadras. Pero la parquedad de la plantilla impide dar descanso a alguna de sus figuras a Pablo Machín, quien también tendrá en mente el partido en Mendizorroza, donde el Sevilla se juega el liderato liguero. La doble cita es otro test para la plantilla.

Que la plantilla del Sevilla es corta se hace más evidente cuando el equipo de Pablo Machín debe acometer varios partidos clave en una misma semana. Al margen de la diferencia de calidad entre belgas e hispalenses, el Sevilla no puede fallar en Lieja y, tras el susto y el aviso vivido en Akhisar y ante el cúmulo de bajas, el técnico soriano no tiene más remedio que llevarse a toda la unidad A.

La parquedad de la plantilla quedó en evidencia en el triunfo en Akhisar, donde fue expulsado Sergi Gómez

No tiene más de lo que tirar para completar la convocatoria que ofreció ayer, puesto que Nolito, con unas molestias en el aductor, se ha sumado a las bajas de los lesionados Gonalons y Jesús Navas. Además, Sergi Gómez, que fue expulsado en Turquía, también causa baja por sanción. El único que se queda en Sevilla es Borja Lasso, cuya presencia en el plantel es testimonial.

En esta situación, el técnico soriano está obligado a llevarse a Bélgica a todo su arsenal, tres días antes de defender el primer puesto de la clasificación de la Primera División ante el fuerte Alavés de Abelardo, que es cuarto con 23 puntos, tres puntos menos que el Sevilla. Es decir, en Mendizorroza se plantean el partido como un posible asalto al liderato...

La cita del domingo, con el Alavés a tres puntos y presto a asaltar el liderato, requerirá toda la energía

Machín, no obstante, sacará un equipo mixto, como ya hizo ante el Akhisar, aunque aquel día quedó retratada buena parte de la unidad B, un concepto del que huyen los técnicos sevillistas, desde Caparrós al propio Machín, pero que se hizo realidad aquella aciaga tarde-noche en Turquía, en la que peligró seriamente el triunfo y hasta la clasificación del pentacampeón de la Europa League.

Aquel 8 de noviembre, el técnico sevillista alineó a Vaclik; Sergi Gómez, Amadou, Gnagnon; Aleix Vidal, Banega, Escudero; Franco Vázquez, Nolito; Promes y Muriel. Roque Mesa, que el domingo dio muestras de mejoría respecto a citas anteriores, sustituyó a Nolito a la hora de juego y diez minutos después entró Sarabia por Muriel. Al final Carriço salió por Promes para terminar de cerrar el sufridísimo 2-3, que llegó a peligrar tras el penalti y la expulsión de Sergi Gómez y los fallos defensivos de Amadou, Aleix Vidal y Gnagnon que posibilitaron el empate momentáneo a dos de los turcos.

Tras el serio aviso de Akhisar, varios jugadores de la unidad B deberían dar un golpe reivindicativo

Los tres pueden tener una nueva reivindicación. Aleix Vidal tendrá sitio fijo en la derecha varias fechas por la baja de Jesús Navas.

En aquel viaje Machín no pudo contar con Andre Silva ni con Ben Yedder, ya que se habían lesionado tras jugar con el Huesca. Muriel y Promes fueron los delanteros.En esta ocasión, tampoco puede permitirse el lujo de que no viajen algunos de sus futbolistas más determinantes.

Queda por ver cuál será la elección de su equipo titular para un partido en el que está la clasificación en juego, aunque el Sevilla lo tiene todo a su favor para certificar el pase. No perder le bastaría, o caer derrotado por pocos goles, algo que no pasa por la mente de los sevillistas en vísperas de la cita.