Julen Lopetegui aspira a una versión mejorada del Sevilla que terminó igualado con el tercero la Liga y campeón de la Europa League. Cuenta para ello con una estructura que le ha dado éxito, con una plantilla con pocos retoques a falta de lo que dicte el mercado y con una base táctica bien aprehendida por sus jugadores. "Tenemos la ventaja de tener una base armada", dijo Monchi en su último repaso de la planificación. De aquí al 5 de octubre debe haber novedades en la plantilla. Y, una vez superada una primera fase de esa planificación, a Monchi le toca perfilarla.

Pero Lopetegui, en su afán de seguir mejorando, ya está atisbando pequeños pasos tácticos. En la segunda parte ante el Levante ubicó a su equipo con un 3-5-2. Y con ese esquema le dio la vuelta al marcador y ganó el bolo, con goles de En-Nesyri, Ocampos y Rakitic.

Hoy tendrá el Sevilla la última prueba antes de la Supercopa de Europa, con el doble amistoso ante el Athletic (a las 17:30 y a las 19:30, SFC TV). Ahí seguirá haciendo pruebas y podrá verse el debut de Acuña con la camiseta del Sevilla. También será otra ocasión para comprobar esos retoques tácticos ante la nueva campaña.

Uno de los beneficiados de ese giro táctico fue En-Nesyri, que parce estar más cómodo con otro punta. "Es más fácil con uno que baje y otro que rompa llegar a portería", dijo ayer al respecto. Así abrió el marcador, al tirar un desmarque tras la línea del Levante que superó Joan Jordán con un excelente lanzamiento en largo desde el costado derecho. Se trata de una versión que ya usó Lopetegui en momentos puntuales de la pasada temporada, en la que la base del dibujo táctico fue el 4-3-3.

Tras ganar la final de la Europa League, Lopetegui dejó algunas de sus claves estratégicas en una amena conversación para la cadena argentina Fox Sports, con la complicidad y el relax que le ofrecieron su reencuentro con Carlos Aimar, al que culpó de envenenarlo con el oficio de entrenador en el Logroñés, y su ex compañero en Las Gaunas Óscar Ruggeri. "La palabra adaptación es clave", ha dicho más de una vez. Y en aquel momento insistió en esa resiliencia de superar escollos y adaptarse a los contextos, los partidos, los rivales y los futbolistas que tiene.

"Lo que yo quiero es dominar todas los momentos del juego y ser muy consciente de las características de tus futbolistas", dijo en aquella entrevista. "Y tú tienes que sacar el máximo provecho de los futbolistas que tienes", añadió. "Hay otros partidos en los que el plan es ser un poco más directo, depende del rival, de tus jugadores. A veces es controlar la segunda jugada y a veces es tener mucha amplitud y mucha profundidad con el control de la pelota", argumentó el guipuzcoano.

Siguiendo esa premisa de la adaptación al rival, al partido y a sus propios futbolistas, Lopetegui ya está ideando otro dibujo con el que probó tanto en el Oporto como en la selección española: el 3-5-2. Para ello cuenta con dos nuevas piezas que pueden ayudar a esa versatilidad, Óscar Rodríguez, que puede actuar como interior o mediapunta en todo el frente, y Rakitic, que jugó como mediocampista organizador y también como 6, por delante de la defensa.

En las bandas, durante esa segunda parte, ubicó a Pozo y Ocampos. El canterano no cuajó como lateral específico en el 4-3-3 la temporada pasada, de ahí que fuera cedido al Mallorca, donde acentuó su crecimiento. Pero sí es un futbolista de recorrido que podría explotar mejor sus cualidades si tiene las espaldas mejor cubiertas. Ante el Levante fue Koundé el central del eje de tres que se ubicó tras él.

En la otra banda, Ocampos prácticamente debutó como carrilero. En ese rol, Lopetegui puede explotar su fuerza, su capacidad de sacrificio y su tremenda llegada. Fue el autor del 2-2 con un derechazo desde ese flanco izquierdo. Acuña, que en el Racing de Avellaneda era extremo, es otro candidato para ser carrilero si lo estima oportuno Lopetegui.

En medio, la ductilidad de futbolistas como Rakitic, Joan Jordán, Óliver Torres, Óscar Rodríguez o Gudelj, que ya ha actuado de central y ayudó a ese despliegue en ataque de 3-5-2 actuando de cierre el curso pasado, también pueden ayudar a ese otro pasito hacia la versatilidad táctica, aunque la base seguirá siendo el rocoso 4-3-3 con el que triunfó Lopetegui en su primer año en Nervión.