Sevilla FC

Óliver Torres ante el adiós de Banega

Óliver Torres logra conectar el pase pese a la entrada de Gonalons en el Sevilla-Granada.

Óliver Torres logra conectar el pase pese a la entrada de Gonalons en el Sevilla-Granada. / Antonio Pizarro

Óliver Torres fue una de las grandes apuestas de la planificación del Sevilla. Con el aval de Julen Lopetegui, que disfrutó de su fútbol en el Oporto en el que fue su mejor temporada, la 14-15, Monchi confió en el centrocampista extremeño tras repuntar la pasada campaña en O Dragao, sin llegar a la cota de aquella campaña con Lopetegui. Óliver Torres necesitaba a su edad, 24 años en verano, encontrar un nuevo escenario para zanjar de una vez su irregularidad, su guadianesca trayectoria futbolística. Y el Sevilla se le presentó como una ocasión idónea para ello.

En su reencuentro con Lopetegui no ha terminado de abandonar ese velo de irregularidad. Pero justo ahora que se conoce que Banega no va a continuar la próxima campaña como el regidor del fútbol del Sevilla, el extremeño se ha echado al equipo sobre sus menudos hombros. Eso sí, en la posición que mejor le viene a su fútbol: centrocampista organizador.

El propio Lopetegui reconoció tras la victoria ante el Granada que el club ya conocía la decisión de Banega. Seguirá siendo sevillista hasta que expire su contrato el 30 de junio. El argentino, que cumplirá 32 años el 29 de junio, un día antes de que expire su contrato con el Sevilla, ha decidido abandonar el fútbol de élite para asegurarle un cómodo futuro a su familia, que está perfectamente asentada en Sevilla, gracias al dinero de Al-Shabab, el club saudí que anunció antes de la cita contra los nazaríes que había contratado al argentino por tres temporadas, desde julio.

Además de ingresar un dineral por esas tres campañas, al ejercer como agente libre desde el 1 de enero, Banega se asegura también una suculenta prima de fichaje que no habría podido obtener de renovar con el Sevilla. Algo parecido a lo que sucedió en 2016, cuando anunció en la fiesta por la quinta UEFA Europa League lograda ante el Liverpool que no seguiría en el Sevilla. Firmó por el Inter y regresó al año siguiente a Nervión, por 7 millones de euros. En 2014 el Sevilla pagó por él 2,5 millones de euros al Valencia. Pocos jugadores han dejado tanto rédito deportivo por esa inversión...

Desde ya tiene margen Monchi para ir buscando algún centrocampista que cubra la futura ausencia de Banega, aunque encontrar uno igual, o siquiera similar, será muy difícil. El organizador argentino es un futbolista irrepetible, con unas características muy específicas para el manejo de la pelota y el mando del juego. Pero entretanto Óliver Torres ha respondido en una semana al reto de crecer y aceptar los galones en el Sevilla.

Y ha respondido el menudo futbolista extremeño jugando como lo hizo en el Oporto en aquella exitosa campaña 14-15 con Lopetegui. Fue la temporada que marca su mejor registro: alcanzó 40 partidos oficiales, ocho de Champions, e hizo 7 goles y dio 6 asistencias, todos en la liga portuguesa. Entonces jugó casi todos los partidos, con el guipuzcoano en el banquillo, como medio adelantado en su dibujo de 4-3-3, en idéntica posición a como lo hizo ante el Levante en la Copa, junto a Banega, y también frente al Granada, ya sin el argentino, sancionado. Tiró del equipo actuando junto a Franco Vázquez y Fernando en la medular y también respondió tras el cambio táctico de la segunda mitad. Parece haber encontrado su sitio, después de que Lopetegui, por necesidad, lo haya sacrificado a jugar como extremo izquierdo más de un partido. Y ahí se ahoga Óliver Torres. Ante el Athletic lo tuvo que quitar en el descanso.

En los dos encuentros últimos, el joven extremeño –cumplió 25 años en noviembre– ha demostrado que está en un punto óptimo de forma. Ha tenido rapidez de ideas y de traslación del balón, criterio para distribuir hacia posiciones adelantadas, nutriendo de balones a los extremos y laterales que estaban por delante de él. Y barriendo y robando muchos balones en esa presión alta que ha ejercido un Sevilla más intenso que en anteriores comparecencias, tanto en la circulación del balón como en los robos.

En el Oporto parecía su crecimiento parado y Monchi olisqueó su oportunidad. Ahora Óliver Torres debe darle la deseada continuidad a esa puesta en escena que ha tenido en enero. Y asentarse como un medio organizador que releve de alguna forma a Banega.

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