Dejó una grata impresión este nuevo Sevilla de Diego Alonso, con el debut esperanzador de Soumaré como titular. El medio centro completó un magnífico partido, en el robo, en la colocación y en la distribución, que siempre hizo con criterio. El Sevilla fue a más en la segunda parte y buscó con ahínco el gol de la victoria. Y ocasiones tuvo para ello, como el cabezazo de Sergio Ramos y el paradón de Kepa en el minuto 80. Hubo más llegadas, como sendos cabezazos en magníficas posiciones de En-Nesyri y Ocampos, pero esa fue clarísima. Marcó en propia puerta Alaba en otro centro peligroso del Sevilla (77') y empató Carvajal en la polémica falta al minuto siguiente (78'). La afición sevillista aplaudió al final el tremendo esfuerzo y también el juego de un Sevilla que, como quería el uruguayo, fue valiente y quiso hasta el final, aunque el Madrid también tuvo sus llegadas, lógicamente, en un partido muy vibrante.
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