Sevilla FC | Supercopa de Europa

El once titular y el dibujo, el gran secreto de Lopetegui

Lopetegui, con Jesús Navas, Sergi Gómez, Rakitic y Munir al fondo, en la última sesión.

Lopetegui, con Jesús Navas, Sergi Gómez, Rakitic y Munir al fondo, en la última sesión. / Antonio Pizarro

El Sevilla se ejercitará esta tarde en el Puskas Arena, escenario de la final de la Supercopa de Europa (jueves, 21:00) y puede que ahí termine de decidirse Julen Lopetegui por la elección definitiva del once titular que dispondrá para combatir al temible Bayern Múnich.

El equipo elegido presenta ya de por sí muchas incógnitas, como la elección del delantero o quién ocupará el flanco izquierdo de la defensa, dado que Escudero no jugó los partidos decisivos de la Europa League y Acuña es un recién llegado. Pero además hay otro condicionante: la apuesta por el 3-5-2 durante los amistosos de pretemporada como nueva fórmula frente al clásico 4-3-3 de Lopetegui.

De entrada, es difícil adivinar por quién se decidirá en el ataque el técnico sevillista. En la fase final de la Europa League apostó por En-Nesyri, que marcó uno de los dos goles a la Roma; el otro lo hizo Reguilón. Ante el Wolves (1-0, Ocampos) y ante el Manchester United (2-1) siguió el marroquí, pero De Jong ya irrumpió de forma decisiva en la semifinal como suplente marcando el gol del triunfo; el 1-1 lo firmó Suso.

Ya en la final, Lopetegui sorprendió apostando de titular por De Jong, artífice del triunfo con su doblete de cabeza previo a la chilena de Diego Carlos que desvió a gol Lukaku. La incógnita está abierta y responderá también al plan de partido que tenga en mente Lopetegui.

También podrían jugar los dos juntos, De Jong y En-Nesyri, que ha marcado así dos goles en los partidos de pretemporada. "Me gusta jugar con dos delanteros, uno que baje y otro que rompa, y se puede llegar más fácil a portería", dijo tras el encuentro ante el Levante el marroquí.

De trasfondo está el sistema que elegirá Lopetegui, claro. El 3-5-2 fue una variación táctica que realizó en la segunda parte ante el Levante y repitió ese mismo esquema en los dos partidos ante el Athletic, aunque en distintas fases de los dos amistoso también volvió al 4-3-3 que usó de forma habitual durante la pasada temporada.

Lopetegui siempre usa la palabra adaptación para explicar cómo su equipo debe afrontar cada momento según las circunstancias: los futbolistas con los que cuenta, el perfil del rival, las necesidades del partido... En la Supercopa, es obvio que el potentísimo Bayern tratará de llevar la iniciativa y presionará arriba al Sevilla. Y ahí Lopetegui debe tratar de buscar la mejor fórmula para contrarrestar ese juego agresivo del equipo de Hans-Dieter Flick.

En ese nuevo dibujo de 3-5-2, ha empleado a varios carrileros, siempre con Gudelj o Fernando incrustados en el eje de los tres centrales. Jesús Navas y Pozo han actuado por la derecha. Escudero, Ocampos a ratos y también Bryan incluso o el recién llegado Acuña, por la izquierda.

El rol que tendrá Carlos Fernández también influye, pues el delantero canterano ha actuado como uno de los dos delanteros en esos amistosos.

Esas pruebas, no obstante, podría tener un doble sentido: despistar al Bayern o preparar un nuevo esquema que quiere implantar a lo largo de la temporada. Hasta esta final de la Supercopa, el sistema que le ha dado éxito al Sevilla de Lopetegui ha sido el 4-3-3. Y con ese aval podría decantarse finalmente por ese dibujo.

De hecho, por ejemplo, en el segundo amistoso ante el Athletic, el Sevilla se encontró más cómodo, se sacudió mejor la presión del rival y tuvo más profundidad cuando volvió al esquema clásico, aunque ya iba por debajo del marcador. Todos estos factores condicionarán un once que es el secreto mejor guardado de Lopetegui.   

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