De repente toda una final en Villarreal

Sevilla FC

La jornada 34 y la dura derrota del Villarreal ante el Liverpool hacen más trascendental aún el choque, del que podría salir el Sevilla ya como equipo de Champions incluso

La Feria como palanca moral del Sevilla

Villarreal-Sevilla, nada que ver con el partido de hace un año

Ocho triunfos, ocho derrotas y nueve empates del Sevilla en 25 visitas oficiales al Villarreal

Gerard Moreno, que se retiró con molestias ante el Liverpool, y Rakitic, en el partido de hace un año.
Gerard Moreno, que se retiró con molestias ante el Liverpool, y Rakitic, en el partido de hace un año. / Domenech Castelló / Efe

De repente, una final. Es lo lógico a estas alturas de la temporada. El concepto de partido definitivo es usado por los entrenadores en las últimas jornadas ligueras, en las que casi todos los equipos tienen algo verdaderamente sustancial en juego. Pero en el caso del Villarreal-Sevilla el partido ha cobrado aún más la calidad de trascendental por cómo se dio la jornada 34 y también por la dura eliminación del equipo de Unai Emery a manos del Liverpool, al que puso contra las cuerdas en la primera parte con un muy esperanzador 2-0, antes de la remontada red en la segunda parte, que hundió a los amarillos.

Lo anímico también será un factor determinante en el partido del domingo a las 16:15. El conjunto amarillo se vio con un pie en la final de la Liga de Campeones, nada más y nada menos, después de poner a reventar el Estadio de la Cermámica con los soberbios goles de Dia y Coquelin, pero, en desafortunada noche de Rulli, uno de los metas que lucha por el Trofeo Zamora con Bono, Fabinho, Luis Díaz y Mané le dieron la vuelta al marcador. Fue un jarro de agua fría y Emery tendrá que levantar el ánimo de sus futbolistas, que además se ven presionados en la Liga.

Tras su derrota ante el Alavés y la victoria del Athletic sobre el Atlético, los bilbaínos se han colocado a un solo punto y podrían adelantarlos en la jornada 35, poniendo en serio peligro la participación continental del aún vigente campeón de la Europa League, que está a cuatro puntos de la Real Sociedad, el sexto clasificado que podría marcar el del equipo de Conference League, aunque también podría ser el séptimo, según cómo termine la Liga.

Cuando ambos equipos salten al césped, ya se conocerán los resultados de los rivales directos por los distintos puestos europeos de ambos equipos. El viernes se abre la jornada con el Levante-Real Sociedad; el sábado se cierra con el Betis-Barcelona, que será horas después de que se haya jugado el Athletic-Valencia. Y según cómo sean los resultados de estos partidos, tanto Villarreal como Sevilla tendrán más o menos presión en pos de sus distintos objetivos.

Tan trascendental es el encuentro que el Sevilla podría salir ya como equipo de Champions, de forma matemática. Será difícil, pero puede darse. Para ello debe ganar al Villarreal, que no gane la Real al Levante a domicilio y que pierda el Betis ante el Barcelona. Si se dan este trío de resultados, el equipo de Julen Lopetegui será equipo de Champions la temporada próxima, dado que se situaría a 9 puntos con 9 por jugarse del quinto, con el goal average particular ganado y también favorecido por un presunto triple empate final con el Atlético de Madrid; mientras que el sexto se quedaría ya a 10 u 11 puntos, dependiendo de si la Real empata o pierde.

Se podría dar el caso y sería paradójico que el Sevilla lograra el gran objetivo de la temporada en el siguiente partido al de la crispación vivida en Nervión ante el Cádiz.

El hecho de que los partidos de los rivales directos se jueguen todos antes será, por tanto, un factor anímico a tener muy en cuenta. Tanto Julen Lopetegui como Unai Emery deben sacar sus mejores dotes psicológicas en los días previos, por distintos factores internos, y no sólo por esa circunstancia clasificatoria.

En el caso del Sevilla, es obvio que el equipo no está en una buena dinámica y las sensaciones que dejó ante el Cádiz pueden obcecar a algunos futbolistas. Desde el vestuario blanquirrojo se ha hablado de problemas de confianza con el balón, concentración, determinación en el juego, todos factores de aspecto más psicológico que técnico. Y en el vestuario amarillo, el técnico de Fuenterrabía debe levantar anímicamente a un grupo roto por la esperanza frustrada de meterse por primera vez en la gran final de la Champions.

El Villarreal, en general, está demostrando mejor juego que resultados y el Sevilla debe aprovechar esa presión. "El equipo ha hecho examen de conciencia de lo que pasó el viernes. Han entrenado hoy a un nivel magnífico, da gusto verlos entrenar", dijo este martes desde la Feria Monchi, durante el almuerzo de la plantilla y el consejo, un acto recuperado afortunadamente que Lopetegui reconoció que debía dar un impulso anímico a los profesionales.

Otra cosa son las bajas con que llega cada uno. En el Sevilla no se ejercitaron ayer Koundé ni Suso. Y en el Villarreal ya fueron baja ante el Liverpool el ex sevillista Alberto Moreno, que se rompió el ligamento cruzado anterior, y por problemas musculares otros hombres importantes como Danjuma y Yeremi Pino. Además, Gerard Moreno jugó con molestias y se retiró tocado físicamente. Pero lo trascendental será la presión anímica. Ahí es donde se verá la verdadera final. Un partido del que el Sevilla puede salir ya matemáticamente como equipo de la próxima edición de la Champions...

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