Sevilla FC

En espera de que Loïc Badé lo ajuste todo

Loïc Badé, ante Nianzou, en un entrenamiento del Sevilla.

Loïc Badé, ante Nianzou, en un entrenamiento del Sevilla. / Juan Carlos Vázquez

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... La celebración de Joan Jordán tras marcar el 1-0 al Fenerbahçe -el gol quadringentésimo, 400º, del Sevilla en competiciones europeas- llamó la atención por la cantidad de golpetazos que se dio en el pecho, a la altura del escudo del Sevilla. El mediocampista catalán soltó mucha rabia con esa acción en la que, ayudado por el roce en la pierna de Arao, no sólo abrió el marcador, sino que descerrajó el arcón de las frustraciones acumuladas y que, en su caso particular, también tenía que ver con lo que vivió cinco días antes en el Metropolitano.

Allí, Jorge Sampaoli lo dejó a los pies de los caballos al ubicarlo de central, como ese hombre libre que en realidad es un híbrido entre defensa y mediocampista. Salió retratado de la goleada ante el Atlético y, en cambio, al salir al campo frente al Fenerbahçe arregló otra hemorragia referente al desorden defensivo, que en esta ocasión taponó Dmitrovic.

La necesaria especificidad en la zaga

El gol fue el primero de un triunfo quizá corto para lo que esperará al Sevilla en Estambul, pero todos los protagonistas convinieron en que debe servir como palanca anímica para lo que de verdad inquieta al club y al sevillismo: el partido de este domingo ante el Almería, una final por la permanencia previa a las dos salidas consecutivas ante Getafe y Cádiz... Y para este partido espera Jorge Sampaoli poder contar ya con Loïc Badé, la pieza que puede reajustarlo todo después de los experimentos fallidos que ha realizado el técnico para paliar la ausencia de centrales. Una más de tantas, quizá por su empecinamiento en jugar con tres centrales cuando sólo tiene uno.

Ante los turcos, en la primera mitad, empezó con Alex Telles en el eje de la zaga, junto al ya parche que es situar ahí a Gudelj y Nianzou;luego permutó su sitio con el de Acuña, que estaba en el carril, para que el lateral defendiera, o lo intentara, por dentro. Como ante el Atlético, la apuesta táctica de Sampaoli estaba a punto de costar otro disgusto que, si bien la Europa League no es un torneo que ilusione en una temporada tan aciaga, habría tenido su reflejo negativo en el ánimo para la final con el Almería. Y esto fue reconocido por los propios protagonistas.

Ante el Almería, sin Fernando

Sin embargo, todo cambió al descanso con el ingreso de Joan Jordán por Alex Telles al descanso para que Fernando, ausente en el Metropolitano, diera un pasito atrás y se ubicara en el eje de la zaga. Ahí se reordenó el Sevilla, pese a que el brasileño tampoco es central. El problema es que el domingo no estará dado que debe cumplir su segundo partido de sanción. Y ahí surge de nuevo la esperanza en que Loïc Badé ya esté plenamente recuperado para subirse al barco de nuevo y que el equipo recupere esa solidez que empezó a mostrar con su llegada y que perdió totalmente una vez que se lesionó muscularmente ante el PSV Eindhoven.

Desde su salida del equipo, el pasado 16 de febrero, el Sevilla volvió a las andadas y perdió esa cohesión que estaba mostrando, al menos en los partidos del Sánchez-Pizjuán, con el central franco-marfileño. Su salida del once por lesión fue como quitar el naipe que sostenía todo el castillo. Como sacar la piedra angular que permite que el arco reparta las fuerzas y no colapse por el centro, por ese eje del sistema defensivo que tantísimos problemas le está dando al Sevilla esta campaña en la que apenas ha podido contar con Marcao y con Rekik.

Concretamente, el Sevilla ganó estando Badé a Getafe –debutó en el tramo final–, Cádiz, Elche y Mallorca y perdió con Girona y Barcelona. Ya sin el central, empató ante el Rayo en casa, ganó al PSV y perdió en Eindhoven con problemas en el sistema defensivo de nuevo, que se recrudecieron ante el Osasuna y el Atlético, dos derrotas durísimas que casi hacen saltar todo por el aire. Ayer volvió ejercitarse con el grupo y Sampaoli ya anunció que Badé, "un jugador muy importante, muy importante", ya apunta al Almería. Sin Fernando aún, también sin Pape Gueye después de que el TAD se lavara las manos como Pilato, será clave que su esperado reingreso sea óptimo en un partido tan trascendente.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios