El Sevilla se halla en una especie de callejón sin salida, un atolladero en el que tendrá que hilar muy fino para no acentuar la deriva de una plantilla mal envejecida cuyo bajón de rendimiento ya tiene un perfecto reflejo en el equipo. Sólo hay que echar un vistazo a alguna web especializada en mercado, como la recurrente y tan a la mano Transfermarkt, para observar cómo se ha depauperado el valor estimado de mercado de la plantilla en apenas un año. Y con el equipo en descenso, Monchi está obligado a dar con varias teclas en una: reestructurar en lo posible la plantilla, pero sin tiempo a adaptación y sin depreciarla más.

Rendimiento inmediato es lo que quiere Jorge Sampaoli para enmendar la trayectoria de un equipo que se fue al parón por el Mundial en puesto de descenso, y que retomará la Liga con una salida importantísima a Balaídos. Para entonces no podrá tener ningún refuerzo el técnico argentino, más allá de que ya estén listos Marcao o Tecatito, que hacen desde ayer trabajo de campo. El partido con el Celta está fijado para el 30 de diciembre, dos días antes de que se abra el plazo de inscripciones del mercado de invierno. Pero el calendario apretará desde entonces y el Sevilla está obligado a darle mimbres al técnico sevillista para paliar la grave situación clasificatoria.

Una de las necesidades es la de un central y desde Italia han apuntado el nombre de Soumaoro, un defensa experimentado en la Ligue 1 y la Serie A de 30 años, es decir, con un potencial rendimiento inmediato que es lo que requiere esta temporada un Sevilla muy urgido por sus propios errores de planificación. Pero precisamente el principal problema del club de Nervión para intentar resetear su plantilla es que dar salida a excesivos futbolistas poco atractivos para el mercado por dos variables que, cruzadas, son peligrosísimas: la elevada edad y la elevada ficha.

Así, Monchi debe intentar por un lado satisfacer las necesidades del equipo, pero por otro lado no puede obviar que el modelo de vender para crecer requiere apuestas como la de Nianzou, una aguja en el pajar de los últimos dos años por la edad y la proyección que apunta el central fichado del Bayern Múnich. Porque tampoco puede condicionar en exceso y de cara al futuro la plantilla con futbolistas veteranos o de rendimiento inmediato, como el nombre que ha sido vinculado al Sevilla desde Italia, el central Soumaoro.

Actualmente, el futbolista con más cotización es Bono, que en Transfermarkt es valorado en 15 millones de euros, un tope bajísimo comparado con años anteriores. En realidad es Ocampos, con 18, pero si sigue sin jugar puede depreciarse más, de ahí que su regreso también sea un incentivo de mercado. Y futbolistas que estaban por encima de los 20 millones, En-Nesyri o Joan Jordán, bajaron su cotización y aparecen por debajo de los 14 millones, tope al que llega Acuña, un candidato a salir. Por ello, el equilibrio entre rendimiento y proyección es clave.