Fue una dolorosa derrota la que sufrió el Sevilla en el Camp Nou. Porque llegaba líder y porque por momentos pudo sacar pretróleo de un Barcelona concesivo. "No sé si el marcador refleja lo que ha ocurrido en el campo", comentaba Pablo Machín tras un 4-2 que relegó a su equipo al tercer puesto.

Para el entrenador sevillista, el marcador final fue producto de la diferencia de acierto en las áreas. "Es muy difícil sacar algo positivo de aquí si ellos no están más desacertados de lo normal", comentó refiriéndose a la pegada de los culés, que hicieron dos goles en sus tres primeros disparos.

A los quince minutos, los blanquirrojos ya perdían 2-0 y daban la impresión de estar algo descolocados. Machín reconoció que los suyos no entraron bien en el partido, pero negó que fuese una cuestión de intensidad. "Podemos mirar el partido desde muchos puntos de vista, yo siempre trato de verlo desde el lado positivo. Hemos generado muchas ocasiones en un campo en el que no están acostumbrados a que les hagan tantas", explicó el soriano, que se mostró satisfecho con el esfuerzo de sus jugadores.

"Mi sensación es que hemos hecho casi tanto como el Barcelona. Hemos generado casi tantas ocasiones como ellos", prosiguió el técnico, convencido de que al Sevilla sólo le faltó "mordiente" para puntuar en la Ciudad Condal. "Ellos han estado más acertados tanto en los tiros como en las paradas. La diferencia la ha marcado Ter Stegen", subrayó. Y es que el guardameta alemán realizó varias intervenciones de mucho mérito, especialmente concentradas en la segunda mitad.

Machín también se refirió a un Banega que no tuvo su mejor noche. "Nos tiene muy bien acostumbrados. Es cierto que hoy ha fallado más pases de lo normal, pero también otros jugadores que han fallado", comentó en defensa del centrocampista argentino. Para el técnico blanquirrojo, su equipo estuvo desacertado en la fase de iniciación. "Muchas de las ocasiones que han tenido ellos han venido de errores nuestros", dijo.

Con 2-0 en el electrónico y los blanquirrojos empujando, un centro de Jesús Navas golpeó en el brazo de Jordi Alba sin que el colegiado señalase nada, pero Machín no se pronunció. "Él ha creído que no era suficiente", dijo.

En líneas generales, el entrenador del Sevilla acabó contento con los suyos. "El equipo ha competido bien en un escenario muy difícil", sintetizó Machín tras un revés que deja al Sevilla con hambre.