El Sevilla continúa realizando gestiones clave de planificación para tratar de mejorar lo que Pablo Machín tiene entre sus manos. Tal es el trabajo que aún tiene la dirección de fútbol del Sevilla que Joaquín Caparrós y Carlos Marchena no pudieron viajar con el equipo a la República Checa. Concretar las salidas de Pareja y Carriço, fichar a otro central y aclarar el puzle de la delantera, con la llegada de un futbolista top y otro más si se produce una gran oferta por Ben Yedder, son las arduas tareas que trae entre manos ahora mismo Caparrós. De ahí que no viajase a Olomouc.

Allí, Vaclav Jilek, entrenador del Sigma Olomouc, se deshizo en elogios hacia el que será su rival en el play off de la Liga Europa. “Es un gran equipo, con jugadores fantásticos. Hacen una transición tremendamente rápida, gran presión, gran organización. Y puedo seguir hablando”, dijo entre risas. “Queremos encontrar los fallos, si los tienen, para poder molestar al rival. No vamos a lastimar a nadie si decimos que es un superfavorito. Pero tampoco son invencibles. Son personas de carne y hueso como nuestros jugadores”.

El técnico checo se sorprendió del nivel tan alto y parejo que tiene esa plantilla que trata de mejorar Caparrós. “No puedo imaginar la cantidad de tiempo que tomaría fijar los detalles a tener en cuenta de cada jugador del Sevilla. Jugaron cuatro partidos en los que participaron alrededor de 21 jugadores. ¡Pero sin diferencia de calidad! No sabrías discernir quién está jugando. Es increíble”, aseguró fascinado Jilek.